-El Banco Central se ve escasísimo de reservas, casi contra las cuerdas, no parece haber reflejos ¿Cómo ve usted esta situación?
-Primero, las reservas netas del Banco Central al 15 de septiembre eran apenas de 3.878 millones de dólares. Con lo cual con una venta diaria promedio de 250 millones, tiene para 15 días. Esa es la gravedad de la situación. Y por eso anunció la semana pasada ese programa de compensaciones y estímulo, en relación a la producción particularmente de soja, que es lo que está en debate. Esto tiene dos partes: la primera es que hay compensación para los pequeños y medianos productores de hasta 400 hectáreas en volumen de tenencia de la tierra, y son 41.293 que componen el 69 por ciento del total de los 60 mil productores de soja que hay en la Argentina.
Esto se ha oficializado con el Boletín Oficial el viernes 2/10, después de muchos meses, porque es algo que se anunció a fines de diciembre, en la ley de solidaridad social. Los productores pequeños y medianos estaban a la espera, y en buena hora que se esté concretando, porque va a llevar alivio a 41.293 sobre un total de 60 mil.
El gobierno hace bien, porque es justo beneficiar a este tipo de productores, y más aún a los que están alejados de la zona núcleo, es decir del puerto de Buenos Aires, de Rosario, y por eso la compensación a los que producen hasta 400 hectáreas es importante. Van a recibir sobre lo que habían declarado de ventas a diciembre del año 2019 una compensación promedio del 10%.
Para darles una idea, aquel que trabaja sobre 100 hectáreas va a recibir 2.200 pesos por tonelada. En cambio los de la zona núcleo, 1.543, y así hasta llegar a las 400 hectáreas que van a recibir una compensación de 661 pesos por tonelada. Esto totaliza, aproximadamente unas diez millones de toneladas de ventas de los pequeños y medianos productores, que son los que tienen aproximadamente no más del 30-32% del total del volumen cosechado el año pasado.
La segunda parte de este problema son las 18 millones de toneladas de soja que tienen los grandes terratenientes, pooles de siembra y exportadores, que no son más de diez: la primera es Cofco que es china, que tienen aproximadamente un volumen de exportación por 14 millones de toneladas, Cargill de Estados Unidos, ADN de Estados Unidos con 11 millones, Bunge, Aceitera Deheza de Córdoba, Vicentin-Glencore (que además tiene otras empresas, aceitera Moreno) que la ubica en la primera en el ranking de las exportadoras. Por eso es tan importante discutir el tema Vicentin.
Tenemos que discutir muy bien lo que declaran al 31 de diciembre del año pasado. Compraron la soja a pequeños y medianos productores, y también a los grandes con retenciones del 33%. Y ahora van a vender, si toman la propuesta del gobierno, con una retención del 30%. Están haciendo una buena diferencia.
El gobierno anuncia la rebaja y la Mesa de Enlace, los grandes exportadores, estas empresas antes mencionadas rechazan. Por lo tanto ahora se trata de una pulseada que tiene tintes de extorsión, porque además son prepotentes. Han hecho declaraciones que son una falta de respeto a la autoridad presidencial. El presidente no puede tolerar que rechazaran la propuesta en términos muy maleducados, porque dijeron que el gobierno les toma el pelo: ¿cómo va a decir que les toman el pelo cuando hacen un anuncio que ellos venían pidiendo hace tiempo?
-En caso de que el gobierno no termine consiguiendo los dólares que necesita para seguir adelante, hay expertos que sostienen que no hay muchas variantes: devalúa fuerte o produce un fenomenal cierre de la economía ¿Qué consecuencia traería cada cosa?
-Esto es una parte de lo que se podría hacer. Yo he leído la nota de ayer [4/10] de Infobae, en la que dice que esas son las opciones. No son solamente estas dos. Hay una alternativa que se está discutiendo en las filas de organizaciones como la Federación Agraria Argentina, Bases Federadas (que es oposición a la conducción de FAA): esto se tiene que resolver con otra medida. El tema es si vamos a seguir en manos de estas diez-once multinacionales que controlan la soberanía sobre nuestros recursos de la producción agropecuaria más importante de la Argentina. Estamos llegando a las 15 millones de toneladas de granos, de oleaginosas, sumado a aceites, y todo lo que tiene que ver con las harinas. Se impone la necesidad de discutir la nacionalización del comercio exterior. No hay otra: esta es mi opinión.
Ustedes comprenderán que no podemos seguir con este tipo de chantajes y de control de quienes tienen bandera extranjera, que navegan las aguas del Paraná, donde no hay una sola bandera argentina, no hay un solo puerto que controle empresas nacionales: lo controlan todas multinacionales. Ellos controlan el drenaje, y por lo tanto nuestra soberanía.
-¿No cree usted que una medida de ese tipo podría alejar cualquier posibilidad de inversión de empresas que a lo mejor traerían dólares genuinos al país?
-¡Qué van a traer! En este momento está parado todo tipo de inversión porque están especulando, primero con este tipo de extorsión: que no se toque lo que es de fondo, quién controla la riqueza agropecuaria argentina que sangra por las barrancas del Paraná, como dicen nuestros amigos rosarinos. Y por lo tanto, el control de la venta, de los puertos, de los drenajes de la Hidrovía se hace solo con una medida de fondo, que ya lo había hecho Perón en el gobierno del 46 al 55, en el momento más importante de la historia de soberanía de este tipo de comercio y con todo lo que tiene que ver con lo exterior. También lo intentó cuando volvió unos 20 años después, pero no se pudo concretar.
Aquí hay que recrear la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes, y de toda junta reguladora, que producto de la política del menemismo, de adhesión al consenso de Washington del año 1999, liquidó todo lo que tenía que ver con la soberanía nacional. Esto es lo que hay que recuperar. Si nosotros no tomamos estas medidas, va a ser muy difícil terminar con este tipo de prepotencia que tienen los grandes exportadores, los grandes terratenientes, que someten al país a una situación de permanente extorsión, y al mismo tiempo son los que se llevan el grueso de la riqueza producida en nuestro país hacia el exterior, y hacen grandes negocios.
Hoy N° 1836 14/10/2020