“Se confirma de esta manera que lo que la empresa está decidiendo no son vacaciones sino las múltiples maniobras que operarán para desprenderse de la mayoría de los trabajadores de la planta, incluyendo en esta sangría no solo a los operarios sino también supervisores, administrativos y tercerizados de seguridad, cocina y limpieza”. “Las maniobras de la empresa ya son conocidas. En los últimos años cerraron varias plantas: Romang, Vadial (San Luis), Bonafide (San Martin), Colombo, Cruz Malta, Arrocera Gallo.
En las últimas semanas incendiaron Tres Cruces y la Planta aceitera de Avellaneda.
“En Planta Barracas desde el 2008 lograron impedir cierre de sectores, despidos y el vaciamiento por casi cinco años, gracias a la férrea unidad de todos los trabajadores encabezados por su Comisión Interna”.
El Mortero afirma: “La principal deuda de Molinos, de Pérez Companc, no es con la AFIP. La principal deuda es con sus trabajadores, que con su plusvalía le han permitido amasar la cuantiosa fortuna que lo convierte en el mas rico de la argentina y uno de los mas grandes multimillonarios del mundo. Por eso, el gobierno nacional debe obligar a este monopolio a reubicar a todos sus trabajadores en puestos efectivos, respetando sus condiciones actuales”.
La Agrupación Clasista de Trabajadores afirma que “ahora es imprescindible la unidad para lograr la reubicación de todos los trabajadores. Que intervenga ya el Ministerio de Trabajo para impedir cualquier despido abierto o encubierto, bajo forma de retiro voluntario, apriete, traslado a plantas muy distantes de su lugar de vivienda, etc.
“Que el sindicato se ponga al frente de los reclamos para garantizar los puestos de trabajo. No nos dejemos engañar por falsas promesas u ofrecimientos de dinero que al ritmo actual de devaluación no nos garantiza nuestro futuro”.