Ya son 4.000 los efectivos sublevados en Misiones. El reclamo casi único y principal es el aumento del básico a $2.000 por mes y por tanto un aumento efectivo para los que están en actividad y jubilados. Denuncian que muchos pasan hambre con sus familias y no deben vivir en villas miseria. Levantan como otro punto la suspensión de la disponibilidad de cinco agentes que intentaron crear un gremio policial en el 2010.
Ya son 4.000 los efectivos sublevados en Misiones. El reclamo casi único y principal es el aumento del básico a $2.000 por mes y por tanto un aumento efectivo para los que están en actividad y jubilados. Denuncian que muchos pasan hambre con sus familias y no deben vivir en villas miseria. Levantan como otro punto la suspensión de la disponibilidad de cinco agentes que intentaron crear un gremio policial en el 2010.
La protesta comenzó hace varios días con la ocupación del Comando Radioeléctrico de Posadas sobre la Avenida Uruguay, principal de acceso, que ya lleva cortada varios días. Fueron plegándose agentes de toda la provincia y se encuentran tomadas las Centrales de Oberá, Iguazú y Eldorado. Se han plegado las divisiones de bomberos y los agentes del servicio penitenciario. Recalcan permanentemente que no persiguen fines políticos y al llegar los uniformados entregan sus armas en el acuartelamiento. En tanto que el jefe de la Policía provincial que intentó ingresar al recinto saltando un muro, sin autorización, fue expulsado del mismo modo. Ahora ocupan la Regional 1ra. de Posadas a dos cuadras de la Casa de Gobierno para utilizarla como alojamiento y aseo de las delegaciones del interior.
Son miles los que se encuentran acuartelados en Posadas y en todas las comisarías del interior. El gobierno hizo sucesivos ofrecimientos que fueron rechazados por grandes asambleas general. Por lo tanto ha pedido ayuda a la Nación con Gendarmería: estarían llegando 300 gendarmes para garantizar alguna seguridad. En Oberá el viernes pasado ya no funcionaron los bancos.
La protesta constituye una expresión de la crisis que se extiende paulatinamente por la provincia, en tanto el gobierno que no presta atención a empleados públicos, docentes, desocupados, productores yerbateros y tareferos; sigue su “fiesta” con el voto a cataratas y el festival de ingresos por el turismo a las empresas del gobernador y sus amigos, que es allí donde gastan la plata de los misioneros, subsidiándose sus emprendimientos e invirtiendo fondos públicos en campañas e infraestructura.
Los gremios de ATE y CTA llevaron su apoyo a la protesta, así como sectores docentes y de desocupados. En el caso de la CCC se mantuvo una reunión con la dirección de la protesta a la que se manifestó el apoyo y reconocimiento de su situación salarial, así como la instrumentación que realiza el gobierno de los policías para la represión de la protesta social o gremial, enfrentando pobres contra pobres.
