Abdullah “Apo” Öcalan es un líder kurdo de 74 años, de los cuales ha pasado 24 en prisión. El Congreso hizo un llamamiento para que se dirijan al secretario general de la ONU, a Amnistía Internacional, a Human Rights Watch, a los parlamentos de los países, a los partidos políticos y a los gobiernos en general para que actúen en consecuencia y exijan que se concedan a Öcalan sus derechos humanos y legales negados en forma sistemática.
Öcalan, además de escribir alegatos por las causas judiciales, ha formulado una nueva filosofía política que él denomina “nación democrática” o “confederalismo democrático”, que busca vías para no crear nuevas fronteras sino para liberar la vida y permitir una pluralidad de identidades.
Öcalan sacó a los kurdos del punto muerto del Tratado de Lausana, que cumple cien años el 24 de julio, y que declaró inexistentes a los kurdos, convirtiéndolos en presa fácil de los estados turco, iraquí, sirio e iraní.
La isla prisión de Imrali forma parte del estado turco, pero tiene su propio status extraordinario. Es una cárcel de máxima seguridad, cerrada, ubicada en el Mar de Mármara. Se construyó especialmente para alojar a Öcalan, con prohibición de visitas de abogados. Esto viola los principios básicos de las Naciones Unidas sobre la función de los abogados. Otros tres prisioneros fueron alojados allí durante los últimos ocho años.
El aislamiento de larga duración y la reclusión en régimen de aislamiento tiene por objeto quebrantar psicológica y físicamente a los presos, mediante, entre otras cosas, la privación sensorial. Durante once años Öcalan fue el único preso. Ahora si durante un paseo diario habla con los otros detenidos se le puede imponer un castigo disciplinario, como en 2018 que se le prohibió salir de su celda por 20 días. También fueron rechazados todos los pedidos de visitas familiares. También fueron rechazados pedidos de visita de sus abogados.
El 25 de marzo del 2021 se le permitió hablar por teléfono con su hermano, tras la preocupación pública por su salud, pero fue interrumpida a los pocos minutos.
Sabri Ok, miembro del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades Democráticas del Kurdistán, dijo en el canal de televisión kurdo Sterk que recientemente se habían enviado cartas amenazadoras a Öcalan de forma anónima a través de la administración de la prisión de Imrali. Tratan de que haya terror psicológico contra Öcalan. Las cartas incluían mensajes como “Te administraremos veneno que te llevará a la muerte. Incluso los insectos que se alimentan de tu cadáver serán envenenados y perecerán”.
Estas amenazas deben tomarse muy en serio, ya que Öcalan fue envenenado anteriormente en la isla en marzo de 2007, como fue probado posteriormente por varios laboratorios internacionales, sobre muestras de cabello que contenían cromo y estroncio.
Por la gravedad de las amenazas contra la vida de Öcalan, el Congreso Nacional del Kurdistán pide al Comité de Ministros y a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la Unión Europea y las Naciones Unidas que organicen una misión urgente para visitar a Abdullah Öcalan . Si no fuera posible que ejerzan presión legal, política y diplomática sobre Turquía, su estado miembro, para que permita una visita inmediata de los abogados o de la familia de Öcalan.
Hoy N° 1970 19/07/2023
