En el inicio de la entrevista radial M. A. De Renzis expresó su preocupación por la bajante del río Paraná.
Arnoldo Gómez: Hay un tema sobre el que hay que levantar la mirada: el mundo fue conmocionado por esta pandemia y los poderosos ya están mirando el mundo post pandemia. Eso es lo que hizo Biden cuando reunió al G7: proyectar buscando su liderazgo.
Pandemia que es hija de esta globalización capitalista, imperialista, desastre del que ellos son responsables, porque han desmantelado toda la atención primaria, han hacinado a los viejos en geriátricos. Han generado las condiciones para que un virus arme este desastre. Además, han secuestrado el conocimiento científico con las patentes y han usado las vacunas para reguardar sus territorios y al mismo tiempo como instrumento de dominación.
Planteas el tema del agua, yo te agrego el tema de la soberanía en la salud, en las vacunas, porque eso va a ser clave en este mundo post pandemia que ellos están dibujando. En la propia batalla contra el virus y en el mundo post pandemia es clave el tema de acentuar la soberanía. Es clave porque, como momento de ruptura, al menos de decisiones críticas en el mundo, se abren posibilidades. Si nosotros nos paramos sobre nuestras potencialidades y las ejercemos en forma soberana, hay una posibilidad que es la que husmean los pueblos latinoamericanos y por eso han dado vuelta el golpe de Estado en Bolivia, se han revelado en Colombia, en Chile y Perú.
Macri planteó en la presentación de su libro: “si yo hubiera sido presidente teníamos vacunas”, más allá del uso infame que hace con la vacuna para lo electoral, plantea la idea de que “si te subordinas, te tratan bien”. Falso, absolutamente. El se subordinó con la expectativa de la lluvia de inversiones, le llovieron “golondrinas”, que al primer viento destemplado volaron de Argentina dejándonos esta crisis de la que no salimos, y a él colgado de un pincel.
Por ejemplo, hoy está en debate el dragado del Paraná, derogando el decreto 940/20 Argentina tiene la posibilidad de hacer las dragas y la empresa estatal, decidir qué calado es el que nos conviene para el transporte de carga que hagamos nosotros en forma soberana. No me voy a extender sobre esto porque está el Foro de Defensa del Paraná en Santa Fe, el libro de Orellano Argentina sangra por las barrancas del río Paraná, que pueden dar más información sobre esta relación.
Lo que abrió este debate es que cae el grueso de las licitaciones del periodo menemista. Por ejemplo, las licitaciones ferroviarias. Este es un tema clave que nosotros podemos retomar. De los 44.000 kilómetros de vías quedan en pie 28.700 y de ellos están activos 18.000. Diez mil kilómetros de vías están inutilizados, pero su sola existencia es un gran valor si se reactivan, superior a la inversión que implica, se promociona la industria y se desarrolla el transporte de carga que es clave para Argentina.
¿Vamos a tomar esa decisión? Está claro que los que se oponen a esto tiene su núcleo ideológico y de intereses en Macri, pero combatiendo esas ideas hay que tomar las decisiones soberanas que nos permitan avanzar e impedir que esa derecha se reagrupe. En la Argentina el transporte de carga ferroviaria es el 17%, en Estados Unidos es el 49%. Nosotros tenemos que recuperar este instrumento. De los 18.000 km que están activos, 9 mil están privatizados. Ahora, los 9.000 privatizados tienen 178 locomotoras que heredaron del Estado y 9 mil vagones. Las que se quedó el Estado tienen sólo 59 locomotoras, eso fue el menemismo.
Pero estamos en condiciones de revertirlo, en el 21-22 y 23 caen las tres concesiones ferroviarias. El Nuevo Central Argentino, por ejemplo en 2021, Schiaretti que habla tanto del cordobesismo, podría tomar la resolución de provincializar esas vías. Son 4.700 kilómetros que tomó el grupo Urquía, de ellas tiene activas 3.800. ¿Ahora con qué derecho y qué criterio tuvo para desactivar mil kilómetros? Por ejemplo, el ramal Casilda-Río Tercero está desactivado ¿por qué? El ramal Gálvez-La Rubia, lo desactivó, ¿A quién se consultó? También el ramal Cañada de Gómez-San Jorge.
Mantiene activos 3.800 kilómetros con 78 locomotoras, 4250 vagones, trasporta 7.500 toneladas que es el 38% de las cargas del país. Toma la zona clave, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán en vía directa. Y con acuerdos con el Belgrano Cargas llega hasta Salta. Entonces “lo que se desangra por el Paraná”, ¿quién las transporta? Eso es lo que transporta y controla con aduana propia en General Deheza la familia Urquía.
¿Cuál es la eficiencia de este transporte? Muy buena… para llegar a las plantas procesadoras que están en esos 60 kilómetros alrededor de Rosario y Santa Fe. Ese es el embudo que va llevando el grueso de nuestros granos, aceites y harina de soja y a partir de ahí el resto de la historia que cuentan tan bien los santafesinos, se lo entregan a esas empresas multinacionales porque ellos lo que necesitan son intermediarios de ese gran negocio mundial.
De Renzis: Estaremos atentos a cómo se desarrolla esto porque a mí me preocupa el tema del agua, que es prioritario. El agua potable se está cotizando en Wall Street por lo cual pasa a ser un commodity en el mundo. Nosotros tenemos grandes reservas de agua, pero somos un país de aguas abajo que no hemos hecho ninguna obra de infraestructura. Todos los diques de Argentina los hizo Perón, en el primer y segundo gobierno. No hicimos ninguna represa, salvo la de Itaipú. Y si no represas el agua, el agua se va, o si el agua no viene como en este caso, estamos en un gran problema. Fíjate que hay 100 millones que se abastecen de agua en Brasil y hay más de 40 formas de atrapar el agua desde que nace hasta que llega a nuestra frontera. Estamos en un problema muy serio pero no lo queremos tratar. Hablamos de la hidrovia, pero sin agua la hidrovia no existe, es una avenida para que anden las motos.
Arnoldo Gómez: Creo que es parte del mismo razonamiento que estamos haciendo. Cómo la Argentina toma medidas soberanas hoy y a futuro.
De Renzis: Pero el orden de prioridades me parece que no está. Todo arranca en un principio, la voluntad de decir que queremos pagar lo que no podemos pagar y lo que no debemos pagar por la inmoralidad de una deuda que nace de forma irregular durante la dictadura militar que Alfonsín tuvo la gran oportunidad y no lo hizo de decir “señores, ustedes le dieron créditos a una dictadura, no los vamos a pagar porque ustedes se lo dieron a un gobierno ilegal” pero no, todo lo contrario, se legalizó la deuda en el Parlamento y cada gobierno que llega dice “queremos honrar la deuda” y no, hay que honrar al pueblo.
Arnoldo Gómez: Discriminar en esa deuda qué parte fue fraude y no aceptar ni convalidar su pago.