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17 de May de 2011


Redoblar la campaña por la personería del PTP

Hoy 1369 / La hora política

1. El discurso de CK y los piquetes

Cristina Kirchner jugó fuerte en su discurso de José C. Paz, advirtiendo sobre su desgaste físico (aducido como motivos de la cancelación de los viajes a México y a Paraguay), rechazó las presiones de “la corporación sindical”, y amenazó con no presentarse a las elecciones.

1. El discurso de CK y los piquetes

Cristina Kirchner jugó fuerte en su discurso de José C. Paz, advirtiendo sobre su desgaste físico (aducido como motivos de la cancelación de los viajes a México y a Paraguay), rechazó las presiones de “la corporación sindical”, y amenazó con no presentarse a las elecciones.

El discurso tuvo varios destinatarios. E­l periodista Horacio Verbitsky, actuando de intérprete oficial, señaló que el primer destinatario de la amenaza presidencial fueron los conflictos salariales, en particular, el de los docentes de Santa Cruz, que unidos a petroleros desocupados bloquean los accesos a las empresas. La amenaza se extiende, además, a los reclamos que vienen desde las asambleas de los gremios y cuerpos de delegados, que desbordan a las direcciones sindicales con reclamos por encima del 30% y exigencias de paros.

En esto se inscribe el paro nacional con 100 cortes de ruta, convocado por la CTA para el 8/6, que tiene una enorme importancia para unificar los conflictos, en particular de estatales y docentes, y que ha puesto una divisoria de aguas en el proceso abierto para las elecciones en ATE, entre una línea de defensa del salario y las condiciones de trabajo, y la del yaskismo, su candidato Juan González y la dirección de CTERA, de dar la espalda a la lucha docente y aceptar como perrito faldero los topes salariales del gobierno kirchnerista.

Lo que Cristina K no dijo en su discurso es algo que está en el censo oficial: 53 de cada 100 trabajadores en blanco cobra menos de $ 2.500 de sueldo de bolsillo, es decir, menos de la mitad de la canasta familiar, y menos de la cuarta parte de esa canasta en Santa Cruz. En la construcción, son 70 de cada 100 los trabajadores que ganan por debajo de esa cifra, gracias a la traición a los trabajadores de ese gremio de su secretario general, Martínez, el gremialista preferido de Cristina K.

Es decir, el primer destinatario de la amenaza presidencial es el movimiento obrero que lucha para evitar que la inflación se devore sus salarios. Lo que vuelve a demostrar que las consecuencias de la inflación sobre la carestía de la vida y los salarios sigue siendo la principal contradicción entre el gobierno K y los trabajadores, incluidos muchos que hoy votarían por Cristina K, y también otros que votarían por candidatos opositores que miran para otro lado ante las luchas, preocupados por “los votos” que podrían perder si se solidarizan con un piquete obrero. ¡Así les va a ir! Luchas como las de los petroleros y docentes santacruceños demuestran que desde abajo, desde las asambleas y cuerpos de delegados viene brotando lo nuevo, combativo, que busca su camino de lucha.

 

2. El discurso y Moyano

El segundo destinatario de la amenaza de la presidenta fue, sin dudas, Moyano, por varios hechos: la decisión de camioneros que amenazó con desabastecer de petróleo a las refinerías, y el apoyo de moyanistas a la candidatura de Massa a la gobernación de Buenos Aires.

La presidenta usa la pelea con Moyano (que es “piantavotos”, como dijo el gobernador salteño, Urtubey), para atraer el voto de sectores de las capas medias. Pero esto no es el tema principal. Lo amenaza por las acciones del moyanismo para lograr su desprocesamiento en los juicios que lo acosan, sus presiones para colocar a un hombre suyo en la vicepresidencia, otro en la vice gobernación bonaerense, y ocupar un tercio de las listas de legisladores.

Junto a las amenazas del discurso, siempre flotan, también, las negociaciones de sectores K para unificar a la mayoría opositora a Moyano en el Congreso de la CGT y reemplazarlo por Martínez de la Uocra. A lo que se suman las versiones de que el juez Oyarbide, dócil a la presidencia, podría avanzar en la causa contra Moyano antes de que tuviera los fueros que le darían inmunidad si es electo candidato a diputado en las próximas internas.

Estos forcejeos y pulseadas entre Cristina K y Moyano son entre dos que pelean duro. Pero, como dijo Verbitski, “ni Moyano ni Cristina tienen alternativas mejores", que llegar a acuerdos. Claro que en esta ocasión, Cristina K le recordó a Moyano que ella tiene el as de espadas (la carta mayor en el truco), que es el peso ganador que hoy tiene su candidatura presidencial. Las tropas de uno y otro bando han quedado calentitas: “El peronismo será kirchnerista o no será”, dijo Ottavis, del comando de La Cámpora; y Pablo Moyano retrucó: “Vienen por mi viejo y nos vamos a defender”.

La cuestión del estado de ánimo y de salud de la presidenta, y la contradicción entre Cristina K y Moyano, se han instalado como elementos a tener en cuenta en la situación política, ya que pueden provocar cambios bruscos y sorpresivos. A esto se suma el conflicto con Brasil por el intercambio comercial, con graves consecuencias para la industria automotriz, clave en el “modelo K”. De cómo se resuelva este conflicto, también podrían producirse cimbronazos.

 

3. La nueva Alianza

La posibilidad de que Cristina K renueve su presidencia ganando en la primera vuelta, o en la segunda, en las próximas elecciones, acelera los cambios en la situación política.

Luego de la oleada de “bajadas” de los candidatos de las derechas opositoras al kirchnerismo, la dirección de la UCR avanzó en sus negociaciones para el armado de una nueva Alianza, aunque sigue tropezando con obstáculos.

De Narváez (el financista de Menem 2003) le exige a la dirección de la UCR, un acuerdo público, con un programa y negociación de candidatos. Eso dejaría en evidencia la mentira del argumento poco serio con el que Ricardo Alfonsín trata de sostener sus negociaciones con el centroizquierda: que el acuerdo bonaerense es “local”, además de amenazar al socialismo con romper la alianza del frente gobernante en Santa Fe. Ahora, el presidente de la UCR, Rozas, sinceró las negociaciones con el macrismo: “No le vamos a pedir el ADN” si Macri resuelve votar a Alfonsín, dijo. En silencio, han aceptado el apoyo de los partidos provinciales que fueron apoyatura de la dictadura de Videla. Y la derecha radical, Aguad en Córdoba, Castillo y Brizuela en Catamarca, Cobos y Sanz en Mendoza, etc., está cada vez más cómoda.

 

4. Redoblar la campaña por la personería del PTP

Frente a la ofensiva del gobierno K, se ha abierto la posibilidad de un amplio frente de las fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas. Desde ya, son muchos los tironeos para impedirlo. El gobierno opera y operará, porque si hay algo que lo incomoda es una oposición popular. También, hay fuertes presiones desde la nueva Alianza, para tratar de arrastrar a fuerzas de centroizquierda.

El PCR y el PTP están en el Movimiento Proyecto Sur. En esta situación, más que nunca es clave la campaña por la personería del PTP, porque es una auténtica utopía avanzar hoy en el reagrupamiento de fuerzas al margen del escenario y el debate político electoral que atraviesa todo el país. Y hoy es más necesario que nunca avanzar en el reagrupamiento de fuerzas, ya que es posible, como se viene realizando en varios lugares, frentes en los que confluyen fuerzas con las que estamos trabajando juntos en las luchas, y con las que confluimos en multisectoriales por cuestiones fundamentales de un programa popular, como es el caso de la tierra para trabajar y para vivir. No se puede balconear el momento, porque lo que se reagrupe hoy, será fundamental para el escenario que vendrá después de las elecciones.

Para esa unidad, hay que deponer sectarismos y métodos que no se corresponden con la unidad popular, como acaba de suceder en la Capital Federal, en donde el PCR y el PTP no fueron mencionados en el frente constituido, y fueron excluidos del debate de las candidaturas. Siempre hemos sostenido que hay tres condiciones para el contenido y el método de un frente popular: que sea público, programático y equitativo. Planteado el debate, actuaremos en consecuencia. Es importante esta cuestión, porque hay lugares como Buenos Aires, entre otras provincias, en donde es posible trabajar, con amplitud, para conformar un frente popular de peso.

Sabemos que estas cuestiones no son fáciles. Pero la unidad entre la lucha de las masas, la personería del PTP, y el frente, son hoy los ejes para avanzar hacia un centro coordinador popular, que potencie las luchas, en el camino del Argentinazo y la liberación nacional y social.