Alrededor de 150 familias tomaron en sus manos el problema de tierra para vivir dignamente, algo que el gobierno de Cristina y los Mussi hacen oídos sordos. Con ese objetivo tomaron pacíficamente el baldío que está entre la autopista y la calle 164.
Alrededor de 150 familias tomaron en sus manos el problema de tierra para vivir dignamente, algo que el gobierno de Cristina y los Mussi hacen oídos sordos. Con ese objetivo tomaron pacíficamente el baldío que está entre la autopista y la calle 164.
El barrio Belgrano es uno de los más pobres de Berazategui. La mayoría se dedica a juntar cartones o están empleados en el Argentina Trabaja y viven el día a día. Allí se repite la realidad de muchas familias que terminan edificando en el terreno de los padres, de esta manera en una misma casa viven entre tres y cuatro familias.
Habían empezado a marcar los lotes. Se palpaba la alegría e incluso bromeaban diciendo “eh pelado me estás pisando el comedor”, “entonces salí de mi cocina ja ja ja”, le respondía. Se estaban armando las carpas para pasar la noche e, incluso, pensaban qué cocinar en la olla. Una de las vecinas nos contaba “yo tengo un ranchito pero tengo siete hijos y cuatro ya están grandes. No podemos seguir viviendo amontonados, queremos un pedazo de tierra, nada más.”
En la toma se eligieron cuatro referentes, entre ellas una compañera de la CCC, para llevar a cabo las negociaciones porque la policía ya había llegado con la orden de desalojo que jamás mostraron y se negaron a mostrar porque los hechos demostraron que no existía. Los vecinos le dijeron que lo que querían era que bajara alguien del municipio para atender estas necesidades. El encargado del operativo dijo “tienen que desalojar y reclamar al municipio”. “Si nos vamos de acá no volvemos a entrar, que baje alguien”, reclamo uno de los vecinos.
Era llamativo el operativo en conjunto con gendarmería, policía de la provincia y hasta grupos especiales en un reclamo de vivienda, cuando en el barrio son las primeras víctimas de la inseguridad y están jaqueados por los distribuidores de falopa (a ellos no lo van a buscar, les liberan la zona).
Los vecinos ya habían tomado la decisión de levantar para luego seguir reclamando. Algunos empezaron a juntar las carpas y en ese momento la policía empezó a disparar balas de goma sin darles ninguna oportunidad de defensa y así comenzó la represión.
La respuesta de los vecinos, en defensa del ataque de la policía, no se hizo esperar y comenzaron a responder la agresión con lo que podían. Más tarde se replegaron cubriendo las esquinas con los carros de caballo para evitar así el avance policial. Una de las mujeres que resistieron el desalojo nos decía “Dios me dio ovarios para tener nueve hijos, si algo me sobra son ovarios para bancarme lo que sea”.
Ahora la preocupación de los vecinos es una posible represalia ya que el barrio quedó prácticamente sitiado por la policía. Se realizará una asamblea barrial para definir cómo se continúa.
Aun no fue posible definir cuántos heridos hay en total y se habla de que hay al menos dos internados en el hospital de Berazategui.
