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19 de June de 2019

Una medida necesaria pero no suficiente

Repudio al pacto con el FMI

El pacto de sometimiento firmado por el gobierno de Macri con el FMI no solo implica regentear la política monetaria y financiera del país, sino también su intervención descarada en la política interna. Por eso casi todos los dólares del crédito stand by (crédito sostén) están programados para entregarlos antes de las elecciones en apoyo a la reelección de Macri, y presiona a todos los candidatos de la oposición para que, en caso de ganar las elecciones, continúen con el mismo programa del pacto hambreador y entreguista del macrismo, que el FMI sostiene para garantizar esa deuda y toda la demás deuda usuraria tomada por este gobierno.

Por eso repudiar este pacto y suspender el pago de toda la deuda odiosa –ilegítima, porque no pasó por el Congreso como requiere la Constitución Nacional– es una necesidad para frenar la sangría de recursos al exterior, que se manifiesta en el creciente déficit por intereses del Tesoro Nacional. Siendo que es prioritario acabar con esa sangría financiera, y recuperar la soberanía en las decisiones para el necesario reordenamiento de las prioridades en el uso de los recursos del presupuesto nacional, debemos ser conscientes que con sólo el repudio al pacto y suspender el pago de toda la demás deuda odiosa no es suficiente, ya que el país no tiene con qué pagar, por lo que esto de por sí no va a aportar ningún recurso extra.

Por lo que es necesario además apelar en lo inmediato a la enorme masa de recursos internos hoy en la especulación financiera para realizar un programa de recuperación y desarrollo independiente, que pueda resolver las necesidades de tierra, techo y trabajo para todos los que habitan nuestro suelo. Esos recursos están hoy en manos de los grandes bancos con tasas de interés usurarias que paga el Banco Central aplicando la política monetaria del gobierno macrista y el FMI –con el objetivo de “estabilizar” el dólar para garantizar el pago de los intereses y la renovación de la deuda en esa moneda que implica–, que provoca el llamado déficit cuasifiscal –de magnitud semejante a la que provoca el déficit de la deuda del Tesoro Nacional– alimentando la inflación presente e incubando una futura hiperinflación. Por lo que el país necesita recuperar esos recursos monetarios hoy en manos de la especulación financiera y manejarlos de manera independiente para el trabajo y la producción nacional con medidas e instrumentos concretos para defender la moneda nacional (ver: “Es necesaria una reforma monetaria”, hoy N° 1766).

En esto es fundamental recuperar los instrumentos para el manejo del crédito, como el Banco Central y los bancos nacionales y provinciales, y además recuperar el manejo soberano del comercio exterior, con instrumentos como las Juntas Nacionales de Granos y de Carnes o las Juntas de las producciones regionales para la minería, la pesca, las frutas, la yerba, el tabaco, el arroz, etc., con participación de los trabajadores y productores de las respectivas áreas. Si no vamos a seguir en manos de la especulación financiera y de los monopolios de la industrialización y comercialización de los pocos productos exportables que hoy se pueden lograr con la actual estructura económica dominada por los latifundistas y monopolios imperialistas; no se podrá ir más lejos de lo que proponen los Etchevehere, Adecoagro, Cargill, Cofco y otros monopolistas de la tierra y demás recursos naturales, de la producción, el comercio y las finanzas nacionales.

Para todo esto es clave fortalecer la unidad en la lucha para acabar con la política del gobierno macrista y el FMI en las calles y en las urnas redoblando en lo inmediato los esfuerzos para el triunfo del gran Frente de Todos, y así abrir un proceso que avance hacia el logro de las medidas mínimas para salir del infierno macrista como las que planteamos desde el Partido del Trabajo y del Pueblo, en un camino que lleve al país hacia las transformaciones estructurales necesarias para liberarnos del cepo del latifundio (sean los viejos o los modernos que produce la monopolización de la tierra por el capital financiero) y de la dependencia de todos los imperialismos.

Escribe Eugenio Gastiazoro

Hoy N° 1771 19/06/2019