La vida social y política en la provincia se torna cada vez más agitada. En los últimos días distintos sectores del movimiento obrero se manifestaron con cortes de ruta, marchas y asambleas en repudio al aumento salarial escalonado del 25% que Urtubey pretende hacer pasar, persiguiendo y criminalizando la protesta social con el nuevo Código Procesal Penal, que hizo sancionar a la Legislatura como arma de apoyatura provincial para ejecutar la Ley Antiterrorista del gobierno kirchnerista.
La vida social y política en la provincia se torna cada vez más agitada. En los últimos días distintos sectores del movimiento obrero se manifestaron con cortes de ruta, marchas y asambleas en repudio al aumento salarial escalonado del 25% que Urtubey pretende hacer pasar, persiguiendo y criminalizando la protesta social con el nuevo Código Procesal Penal, que hizo sancionar a la Legislatura como arma de apoyatura provincial para ejecutar la Ley Antiterrorista del gobierno kirchnerista.
Trabajadores de la salud, judiciales, municipales y del campo no aceptan mansamente el tope salarial que impusieron con los presupuestos 2014, tanto en la provincia como en los municipios; Urtubey sigue los pasos de Cristina Kirchner, que endeuda al país, refuerza la dependencia y sigue entregando los bienes y recursos del Estado. El ajuste en los salarios es el primer paso para descargar más sufrimiento y miseria en la vida de cientos de miles de familias salteñas; la policía prepara el terreno para cerrar la lucha con represión y reparte cédulas de notificación en cada concentración o marcha, “advirtiendo” por escrito a los trabajadores las penas que imponen las contravenciones contra la seguridad pública; contra la tranquilidad y el orden público; y contra la moral pública.
Sin embargo, lejos de intimidar y abortar las luchas, el movimiento obrero se organiza y sale a luchar. Miles de trabajadores viajaron desde distintos puntos para confluir en la Capital, superando todos los obstáculos, presiones y amenazas para impedir que se expresen la disconformidad y el descontento social. La multisectorial conformada para enfrentar la oleada represiva tuvo, también, un gran rol en la convocatoria.
Las luchas y los resultados electorales de las últimas elecciones muestran la firmeza de los salteños para terminar con el ajuste, la inflación, los salarios de hambre y la corrupción de la vieja política. Otro índice de los cambios que se vienen operando es la decisión de más de 5 mil mujeres y hombres, muchos de ellos jóvenes, que se incorporaron al Partido del Trabajo y del Pueblo salteño, que espera la resolución de su personería política definitiva.