El proyecto de la Superliga, impulsado por los clubes grandes, salvo Independiente, se encuentra en plena negociación. Está anunciado que sería presentada el 21 de junio, con modelos similares a los que aplican las ligas de España e Inglaterra.
El proyecto de la Superliga, impulsado por los clubes grandes, salvo Independiente, se encuentra en plena negociación. Está anunciado que sería presentada el 21 de junio, con modelos similares a los que aplican las ligas de España e Inglaterra.
Recientemente, Javier Tebas, poderoso dirigente y presidente de la Liga de Fútbol Profesional de España hasta 2021 –quien manejó al quebrado Badajoz con Tinelli–, fue invitado por los impulsores de la Superliga a explicar la experiencia de la Liga en España.
Ante la presión de los dirigentes de los clubes grandes, que renunciaron a los cargos de vicepresidente y tesorero y tras los dichos de Daniel Angelici “la liga debe salir sí o sí, es ahora o nunca, si se tiene que romper que se rompa, si se tiene que parar el fútbol que se pare”. El jueves 14 de junio hubo una reunión de Comité Ejecutivo de AFA, donde se acordó llamar a una asamblea extraordinaria el 28 de junio, para modificar su Estatuto, con el fin de agregarle un artículo para la constitución de la Superliga como una asociación civil, con autoridades propias.
La reforma del Estatuto abre la posibilidad a más cambios, como ser que los clubes decidan transformarse en sociedades anónimas, o se modifique el calendario del próximo torneo y los descensos y accesos a las copas internacionales.
En esta Asamblea Extraordinaria votan 75 delegados de clubes, pero esta vez no se producirá un “empate” como el recordado bochorno de la frustrada elección de Comité Ejecutivo de la AFA. Para reformar el Estatuto se necesitan 60 de los 75 votos. Por lo tanto, los días que restan hasta el 28 serán de “febriles negociaciones” alrededor del reparto del dinero; cuánto queda para la AFA y cuánto se reparte entre los clubes. Aquí viene la discusión entre los que integrarán la “Superliga” (hasta el momento los de Primera División y el Nacional B), y los que quedan fuera, es decir el resto del ascenso y las ligas de las distintas provincias.
Otra de las incógnitas al día de hoy es el monto del dinero a repartir por los derechos de televisación, ya que no se sabe si los fondos seguirán a cargo del Estado, o saldrán de un privado que se quede con la concesión.
Éramos pocos y llegó Maradona
Recordemos que el 31 de mayo, la Inspección General de Justicia (IGJ) decidió suspender las elecciones previstas para el 30 de junio por 90 días hábiles, es decir el 6 de octubre, con posibilidad de prórroga hasta el 15 de febrero de 2017; con fundamento en las irregularidades administrativas y económicas de la AFA detectadas en la investigación de la jueza Servini de Cubria. Además, designó dos veedores que se suman a los tres ya designados por la jueza.
Como respuesta a la suspensión de las elecciones y de las candidaturas, Hugo Moyano, que había manifestado “la salida a esta situación es respetar las fechas que acordamos para las elecciones de AFA y después discutir la Superliga”, presentó un recurso de amparo ante la Justicia, la que requirió a la IGJ que informe los motivos de dichas suspensiones.
Ante la anunciada “intervención estatal en la AFA” fue enviado el representante de Fútbol para Todos, Fernando Marín, para que negocie con el presidente de FIFA Gianni Infantino, para encontrar una salida evitando sanciones a nivel internacional. El presidente de IGJ manifestó que si los veedores de FIFA y Conmebol dan luz verde podría convocarse nuevamente a elecciones en AFA, lo que seguramente será con la Superliga ya dentro del Estatuto.
El presidente de FIFA envió dos delegados y la Conmebol otro, que se reunieron con el Comité Ejecutivo de AFA, con la presencia de los veedores de la IGJ. Allí se habría acordado postergar las elecciones de AFA para el año que viene, y nombrar una comisión normalizadora, monitoreada por FIFA y Conmebol. Hay sectores que están impulsando reducir los “cuerpos orgánicos” de la AFA, demasiado numerosos como para llegar a acuerdos estables para su gusto. Así, plantean que hay que reducir el Comité Ejecutivo, actualmente de 45 miembros, y la Asamblea de representantes (75 miembros).
En medio de esta prolongada y cada vez más agria disputa de intereses, llegó al país Diego Maradona, que, sin tener cargo oficial de la FIFA, sin embargo llegó con algún tipo de acuerdo con Infantino. Maradona, que según se recuerda participó en otros tiempos del lanzamiento de “Fútbol para todos” al lado de Julio Grondona y Cristina Kirchner, hoy aparece en escena sin mostrar todas las cartas. Renovó su viejo enfrentamiento con Macri, al que cuando era presidente de Boca llamó “cartonero Báez”, habló mal de los “viejos dirigentes”, pero al mismo tiempo afirmó: “la Superliga no me cierra”. Se verá cómo juega en esta rosca.
Lo que está claro entre tanta maraña de intereses, es que el gobierno, con su operador Daniel Angelici, aprovecha el desprestigio de una AFA corrupta y mafiosa (de la cual los mismos clubes que impulsan la Superliga eran parte), para promover cambios que favorecerán a los clubes más poderosos, que concentrarán el 80% de los ingresos del fútbol. El gobierno pretende, también, privatizar nuevamente la transmisión de los partidos con la venia de las también corruptas FIFA y Conmebol.