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04 de November de 2015

Reproducimos extractos de una nota escrita por Tamara Fernández Casal para brujulacomunicacion.com

Se prolonga la incertidumbre en Paraná Metal

Una empresa de Cristóbal López

 
 El 31 de octubre se cumplía el plazo establecido como fecha de cierre de la metalúrgica Paraná Metal, manteniendo en vilo a sus empleados. La empresa tomó la decisión de prorrogar por treinta días más las actividades, dejando la responsabilidad final en manos de los trabajadores y su capacidad de producción. Abandono, cierre, reapertura y un constante cambio en la conducción, caracterizan la historia de esta empresa.

 
 El 31 de octubre se cumplía el plazo establecido como fecha de cierre de la metalúrgica Paraná Metal, manteniendo en vilo a sus empleados. La empresa tomó la decisión de prorrogar por treinta días más las actividades, dejando la responsabilidad final en manos de los trabajadores y su capacidad de producción. Abandono, cierre, reapertura y un constante cambio en la conducción, caracterizan la historia de esta empresa.
“Por medio de la presente le informamos que Paraná Metal SA prescindirá de sus servicios a partir del 31 de octubre de 2015”. Sin ningún aviso previo, estas fueron las palabras con las que se encontraron 180 empleados a fines del mes de agosto. La única certeza que tuvieron desde ese momento fue la pérdida de sus empleos.
Hasta el pasado jueves, no tenían respuestas concretas, solo les restaba esperar la llegada del gerente general de la planta, quien era el encargado de informarles las novedades resultantes de diferentes reuniones llevadas a cabo con el directorio para determinar si seguían o no adelante. Leandro Del Greco, miembro de la Comisión Interna de la autopartista y delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), explicó cómo hasta las cinco de la tarde de ese día el panorama continuaba siendo el del cierre. Sin embargo, a las pocas horas Nora Ramírez, viceministra de Trabajo de la provincia de Santa Fe, los notificó sobre la decisión de la empresa de retractar los telegramas. 
Según lo indicado por Del Greco, cuando suceden este tipo de medidas, hay dos maneras de retractarse: la primera, mediante un telegrama donde la empresa deja en claro la anulación del cese; y la segunda, es con un acuerdo entre las partes. Esta debe realizarse ante la autoridad de aplicación, es decir, el Ministerio de Trabajo o la Secretaria de Trabajo de Villa Constitución. Esta última fue la opción elegida.
La reunión para firmar el acta estaba prevista para la mañana del viernes, pero la dirección de la empresa no asistió, y les avisó que los esperaba en la planta para dialogar con ellos. Querían manifestar su “agradecimiento por todo este tiempo, por haber realizado las entregas de mercadería, el despacho de los camiones y por continuar con la producción, pero después nos informaron que no iban a retractar nada, sino que solo iban a prolongar el plazo para el cierre por 30 días”, señaló el delegado.
Con este cambio repentino, según sus palabras, la empresa ató la decisión a la cuestión de los contratos, ya que buscan seguir con la producción para llegar a un nivel de producción sustentable que les convenga, y además quieren recuperar el rendimiento general de la planta que sin dudas se vio afectado por la situación.
Al momento de recibir los telegramas, había un total de 205 empleados, entre operarios y administrativos, de los cuales 180 recibieron la notificación. El entrevistado explicó que, al primero de septiembre, 143 trabajadores notificados pertenecían a la UOM, y de ese grupo, veintinueve se consideraron despedidos y pautaron con el empleador una indemnización haciendo uso de sus derechos legales. Con la situación acontecida el viernes, otro grupo nucleado en ASIMRA decidió hacer lo mismo, subiendo a cuarenta el número de personas que abandonaron sus puestos. “Algunos de los compañeros no tienen laburo. Quedamos 113 que si tendríamos otro lugar donde ir, con una perspectiva mejor que ésta, hubiésemos agarrado la plata y nos íbamos. Hay otros que piensan en el mediano plazo, que les faltan dos o tres años para  jubilarse. Son muchas las instancias por las que cada uno se quedó o esperó hasta este día”.
La fábrica Paraná Metal pertenece al Grupo Indalo, liderado por el empresario Cristóbal López, quien se hizo presente en el conflicto de Villa Constitución en el año 2008. 
Leandro Del Greco expresó que “hay grandes posibilidades de reactivar Paraná Metal. Hoy estamos en un 5% de capacidad productiva. Tiene un gran potencial”. Por otro lado, aportó datos importantes sobre nuevos contratos: para el año que viene esta concretado Ford, volantes para la Toyota Hilux y para Fiat Iveco, y posiblemente se negocie con Nissan, que está intentando instalarse en el mercado argentino. “La posibilidad de desarrollo es enorme, pero hay que tener la decisión política de hacerlo”.