En el trabajo sobre los métodos de dirección Mao plantea “una cuestión muy importante: cuando un compañero de dirección va a un lugar de base, no es que él va a ayudar; puede ayudar, pero lo fundamental es que él va a aprender. Porque ¿cómo puede dirigir sin conocer? Por lo tanto es fundamental el método de dirección maoísta, el método de la línea de masas. No quiere decir que nosotros en el Comité Central, en esto, seamos un dechado de virtudes; creo que no lo somos. Hay que preguntarse si los compañeros de las zonas son un dechado de virtudes respecto de las células. El problema es si se va a una célula a ayudar a los compañeros a investigar una realidad concreta e integrar allí la línea, o si se va a dar directivas. Este es el problema esencial en el método. El compañero de dirección debe ir a una célula para conocer él un poco mejor la realidad, y así poder ayudar los compañeros para que penetren en esa realidad, a investigar juntos,
a pensar juntos”.
Los ignorados, Otto Vargas, Editorial Ágora. Página 13.