A partir del conflicto policial, se profundizó la lucha por recomposición salarial que en los dos últimos años mantenían docentes y trabajadores estatales de la provincia. Al avance de las asambleas y la movilización en diciembre, Urribarri respondió dictando un asueto administrativo desde el 12/12 hasta el 17/01. La medida generó más bronca en las calles y los lugares de trabajo.
A partir del conflicto policial, se profundizó la lucha por recomposición salarial que en los dos últimos años mantenían docentes y trabajadores estatales de la provincia. Al avance de las asambleas y la movilización en diciembre, Urribarri respondió dictando un asueto administrativo desde el 12/12 hasta el 17/01. La medida generó más bronca en las calles y los lugares de trabajo.
La CTA provincial, yaskysta, otorgó al gobierno, como salida, un proyecto de ley tributaria que es un verdadero impuestazo que golpea directamente a los bolsillos del pueblo. Así, agregaron más leña al fuego que pretendían extinguir.
La ley de más ajuste
Esta ley desnuda su exclusivo afán recaudatorio al no haber hecho otra cosa que incrementar las alícuotas vigentes de todos los impuestos provinciales: Ingresos Brutos, Inmobiliario Urbano y Rural y Sellos.
El único barniz progresista de esta ley es la elongación de dos tramos hacia arriba en el impuesto inmobiliario. Lo demás es una suba en las alícuotas de todos los impuestos, con el agravante que bajo el eslogan de “que paguen más los que más tienen”, como todo el kichnerismo, dicen una cosa y hacen todo lo contrario. Así los autos de más de 20 años, motos y camiones que por su antigüedad estaban exentos, ahora pasan a pagar.
Sube el impuesto inmobiliario sobre lo que ya había sido incrementado en el Presupuesto para el año 2014 para pequeños propietarios urbanos y rurales y nadie sabe cuánto aumentarán los alquileres. Por si fuera poco, se gravan también los créditos que ya sufren, al igual que las tarjetas de crédito, la usura impune en esta década K, del sistema financiero, con tasas del 35 al 45% anual y que recaen en los flacos bolsillos populares. Además como ocurre siempre las empresas telefónicas, de gas, electricidad, bancos y financieras trasladarán a los usuarios el aumento de los Ingresos Brutos.
Los principales afectados son los trabajadores y los productores que no pueden descargar los impuestos de ninguna forma.
Reagrupamiento y unidad para la lucha
La marcha del 19 de diciembre mostró cómo crece el repudio generalizado a la política ajustadora del urribarrismo y la dirigencia sindical traidora enquistada en los principales gremios de trabajadores estatales. Además de las seccionales de Agmer conducidas por la agrupación “Rojo y Negro, 1º de Mayo”, trabajadores estatales de salud, Copnaf y CTA Paraná, estuvieron presentes las conducciones y delegaciones de ATE de departamentos como Uruguay, Gualeguaychú, Colón, Victoria, La Paz, Concordia, Diamante, entre otros.
Aquella movilización fue el inicio de lo que después continuó manifestándose semana a semana en las asambleas de cada repartición y marchando en las calles. Pero también evidencia el estado del reagrupamiento para recuperar el sindicato en manos de una dirigencia traidora, cómplice del ajuste urrikirchnerista a los trabajadores. En este proceso cumple un papel central la persistencia de los trabajadores del Hospital San Martín (Paraná) que reagrupan todo el sector de salud de la provincia, uniendo en la lucha a personal de hospitales, centros de salud y administrativos de la Secretaría de Salud. El papel que vienen jugando los secretarios generales de las principales seccionales de ATE sumado a este proceso, van reafirmando un reagrupamiento para la recuperación del gremio.
Los aprietes y amenazas a los trabajadores en organismos como el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) no sólo no hace mella en la voluntad de lucha, sino que hizo crecer el repudio y la solidaridad de todos los sectores en lucha.
Municipales de Diamante
Los trabajadores y empleados municipales de Diamante mantienen una lucha persistente por recomposición salarial. A mediados de año, a partir de una masiva asamblea que resolvió la suspensión de actividades para movilizar, lograron un aumento con el que pasaron de $1.300 a $2.200 con un mínimo de bolsillo de $2.400.
Como expresaron en la contundente marcha del jueves 16: “la inflación que hubo estos tres meses ha hecho que cualquier arreglo económico que se haya hecho el año pasado, quede desactualizado”. Exigían un bono de $500 para fin de año y la reapertura de la discusión salarial reclamando un aumento de $4.000 de básico.
Las medidas de acción comenzaron con retenciones de servicio progresivas hasta llegar a la movilización. La intendenta fue pateando las reuniones para adelante. Al inicio del prestigioso festival de doma y folclore, y por el miedo al paro, vino el apriete a los jefes de las áreas para que pasen los listados de los que hacían medidas de fuerza. Esto generó mucha más bronca en los compañeros que decidieron volantear el festival informando de su situación a los miles que participan como público. A la semana siguiente fueron convocados a una reunión en el Ministerio de Trabajo para ofrecerles $250; allí, los representantes de los trabajadores respondieron que esa cifra ni merecía ser discutida en asamblea. Recibieron una nueva propuesta de $350 que fue rechazada por la asamblea. Volverán a movilizar todos los jueves hasta conquistar los $4.000.
La masa salarial para llegar a los $4.000 de básico es $1.200.000; regularizando la situación de la coparticipación que les debe la provincia a municipios como Diamante, habría plata para resolver el salario del trabajador municipal. Ante el ejemplo de los diamantinos, en otros municipios estallaron los conflictos.
Pequeños productores en la ruta
El viernes 10, en la localidad de Villaguay, se hizo una reunión de delegados de la Federación Agraria, después de que el presidente de la comarcal se hiciera una autocritica por haberse sacado la foto con Urribarri antes de las PASO. Allí se resolvió una jornada de lucha y volanteada para exponer la situación de los productores.
El viernes 17 –mientras en Gualeguaychú se realizaba el corte parcial de la Ruta 14 convocado por la Mesa de Enlace–, en la costa del Paraná, sobre la Ruta 127 a la altura de la localidad de El Pingo se realizó una jornada de volanteada con eje en los pequeños productores, contemplando la situación de comerciantes, trabajadores estatales, etc. Concurrieron productores de filiales y localidades vecinas como Alcaraz, Hernandarias, Viale, Paraná, Bovril, Chajarí y Cerrito.
Allí plantearon fuertes críticas al impuestazo sancionado por el urrikirchnerismo al que calificaron como un “desmesurado incremento de las alícuotas de todos los impuestos: Ingresos Brutos, Inmobiliario Rural y Urbano e impuesto de Sellos”. Denunciaron que además del aumento, se gravaron nuevas actividades de las que los pequeños productores estaban exentos. Señalaron que los perjudicados de siempre son “los pequeños y medianos productores que no fijamos los precios y la otra punta que son los asalariados que compran los productos”.
Los pequeños y medianos productores hace tiempo que vienen exigiendo un cambio de políticas para el sector ante la pérdida de rentabilidad debido a los altos arrendamientos, fuerte carga impositiva y falta de precios rentables. En el piquete, pequeños y medianos productores, junto a militantes de la CTA Regional Entre Ríos y de la Corriente Clasista y Combativa, coincidieron en exigir la derogación de la llamada “ley tributaria”; la recuperación de la coparticipación federal de impuestos y la devolución del 15% que se retiene a la provincia (que significa más de $4.500 millones) para recuperar “la dignidad de decidir sobre nuestros recursos”.
Unidad Multisectorial para recuperar la coparticipación que nos corresponde por ley
En los hechos, en Entre Ríos se viene cimentando una unidad multisectorial con dirigentes que se ponen al frente de la lucha y los reclamos de las bases y sobrepasando las traiciones de las conducciones provinciales de los principales sindicatos estatales.
La fuerte convicción federal presente en la historia del pueblo y los trabajadores entrerrianos contribuye a poner el centro en la pelea por la recuperación de la coparticipación y las retenciones que sufre la provincia. Ese es el camino para conquistar el aumento a un básico de $8.500; resolver problemas de infraestructura y políticas que pongan la educación y la salud al servicio del pueblo.