Con múltiples iniciativas para juntar el dinero necesario para viajar y para dar el debate sobre nuestra problemática específica, las zonas se van preparando para protagonizarlo.
Por un lado, se están realizando ventas de comida, bingos, entrevistas con funcionarios que pueden aportar y otras actividades con el objetivo de juntar los fondos para llegar a Paraná. Esto sirve para conocernos más y unirnos alrededor de las tareas concretas que vamos desarrollando. También nos damos fuerza y nos ayudamos a encarar todos los problemas que nos surgen a cada una frente a nuestra ausencia en esos días en el trabajo, los hijos, familiares a cargo, etc.
Por otro lado, se están desarrollando actividades que tienen que ver con iniciativas de debate y discusión acerca de la violencia, la trata, el aborto y otros temas que tienen a la mujer y a su calidad de vida, como centro. Charlas en facultades (en las que están participando también muchos varones), pre-encuentros que se dividen en talleres y encaran los temas específicos, mesas debate con varios sectores representados, entre otras.
El discurso K
Cada vez que escuchamos a Cristina, que nos aclara que es para “todas” y todos… para las “argentinas” y argentinos, nos damos cuenta de que el gobierno se da una política específica destinada a mujeres. Se llenan la boca hablando sobre los proyectos de ley que se están presentando y discutiendo en el Congreso. Existe el proyecto sobre la trata de mujeres, algunos sobre el aborto, existe la Guía para abortos no punibles, sobre las mujeres que realizan trabajo doméstico y otras relacionadas con nuestras condiciones de vida. Si alguna mejora se logra nunca se dice que las mujeres venimos luchando años por ello, sino que el balance es que “el gobierno da”. Nosotras sabemos que no es así. Sabemos que nada se consigue sin luchar. También sabemos que se llenan la boca con proyectos de leyes y programas de todo tipo y en realidad después caen en letra muerta cuando no se les destina presupuesto.
Tenemos la experiencia con la Ley de Salud Reproductiva, que funcionó un tiempo, mientras duraban los dólares mandados desde las Naciones Unidas… Y ahora ¿en qué salita y hospital se cumple con lo que dice dicha ley?
Tenemos la experiencia de la elaboración de la Guía Técnica para la Atención Integral del Aborto no punible: ¿en qué hospital se lleva a cabo? ¿Están preparados los profesionales? ¿Se conoce?
Lo mismo ocurre con la Ley de Violencia, cuando sabemos que es urgente y necesario que se declare la emergencia por la cantidad de mujeres que la sufren a diario, por la cantidad de mujeres que son víctimas, que mueren.
Por eso es que nuestras organizaciones tienen que ser parte del debate de cada proyecto, pero a la vez tenemos que estar en la calle y pelear en cada barrio, en cada ciudad, en cada fábrica y sector, para que las palabras dejen de ser palabras y sean realidad. Poner sobre la mesa en qué condiciones trabajamos, en qué condiciones tenemos que criar a nuestros hijos, cómo nos afecta la inflación, la falta de jardines maternales, qué acceso tenemos a la educación, a la salud, a la recreación, al deporte.
Un año más, el Encuentro será una escuela para debatir, para ver en qué avanzamos y en qué no, para conocer la realidad que viven miles, para confrontar ideas, para llenarnos de argumentos y volver a nuestros lugares con fuerza para seguir dando la batalla en cada aspecto en donde se exprese la opresión de género. Siendo parte a la vez de ese gran viento revolucionario que lucha por terminar con todo tipo de opresión.
