Las elecciones de UTE se van a dar unos pocos días antes de la asunción de Alberto Fernández. Y pocos días antes de cerrar el año lectivo. Estaremos en pleno agobio por las tareas que implican cerrar el año con nuestros pibes y pibas, cansados y con calor. Se puede prever también un cierre de año convulsionado, ya que nunca son tranquilos los fines de año y nunca son del todo pacíficos los cambios de poder en la Argentina.
En la CABA, las y los docentes venimos enfrentando los ataques al sistema educativo público. El gobierno de Larreta se propuso cerrar la escuela infantil Nº6 que funciona dentro del Hospital Ramos Mejía, cierre que se enfrentó con unidad entre la comunidad hospitalaria y educativa; continúa asfixiando económicamente a los CPI, sin reconocer ni respetar los derechos laborales mínimos de los docentes, y generando circuitos cerrados por donde transitan los pibes más vulnerables. Acrecienta la falta de vacantes estructural de la ciudad, que empuja el aumento de matrícula de la escuela privada. Avanza también con la secundaria “del futuro” que precariza el trabajo docente y los contenidos, y prepara las condiciones para poner en marcha la UniCABA, aunque no ha podido cerrar los profesorados como pretendía. Cada una de estas medidas fue enfrentada por las comunidades educativas y en cada una de ellas estuvo la UTE y su conducción, logrando triunfos como el no cierre de las escuelas nocturnas, comenzar a organizar a los trabajadores de los CPI y en otros casos, logrando frenos parciales como los mencionados anteriormente.
Luego de las elecciones del 27 de octubre, con el triunfo del Frente de Todos a nivel nacional, Larreta pretende imponer un balance electoral local donde se muestra fuerte, quitando derechos antes de tener un contexto nacional adverso. Vemos entonces una avanzada post electoral del gobierno de su gobierno: El 1 de noviembre, los docentes sufrimos descuentos tremendos. Pretendió imponer cambios en los concursos contra lo que dicta el estatuto, e inicia procesos presumariales a quienes impidieron esos cambios.
Todo indica entonces que sí, que vamos a un fin de año movido, y las elecciones de UTE serán en este contexto. Necesitamos entonces que no pasen desapercibidas, y que sean un instrumento para fortalecer nuestra herramienta organizativa y de lucha para enfrentar este modelo de escuela para pocos, defender la escuela pública y nuestros derechos. Vamos a fortalecer la unidad en este nuevo período, la unidad para pararle la mano a Larreta y Acuña. Unidad para reconquistar las paritarias en la ciudad, y desde ahí ganar tanto terreno perdido en estos años. Unidad con las familias, escuela por escuela, desde abajo, para pedir la construcción de escuelas y jardines necesarios, y comedores dignos. Unidad expresada en la lista “Luchar tiene sentido” en la que participamos diferentes agrupaciones de la docencia, reflejando todos estos recorridos. Aprendiendo de la unidad ganada y defendida en las urnas y en las calles para que se termine el infierno de Macri.
En eso estamos desde la Agrupación Enriqueta Lucero, para eso invitamos a todos a sumarse a defender nuestra herramienta para conseguir mejores condiciones para enseñar y aprender. Pelear por un sindicato que sea el punto de encuentro de las y los docentes.
Por eso te pedimos que votes a las lista Celeste – Violeta – Azul y Blanca – Azulgrana el próximo 3 de diciembre.
Corresponsal
Hoy N° 1793 27/11/2019
