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05 de January de 2011

A nueve años del asesinato político de José Daniel Rodríguez (militante de la CCC de Entre Ríos) en el marco del levantamiento popular de diciembre de 2001, una crónica conmovedora nos narra la historia del Dani, a quien “se lo llevaron por ser un pibe pobre que enfrentó la miseria y salió a luchar.” Reproducido de la revista “Río Bravo”.

¡Seguimos buscando el futuro!

Hoy 1350 / José Daniel Rodríguez: A 9 años

Me acuerdo que nos preguntaban, a los que creíamos que las cosas se iban al carajo en aquel diciembre de 2001, y a los que peleábamos porque la bronca estallara en la calle: ¿a qué hora es el Argentinazo ese que dicen ustedes? Y entonces ese día tarareamos felices: “El futuro llego hace rato/todo un palo ya lo ves/veámoslo un poco con tus ojos/ el futuro ya llegó” (1) porque ese día el futuro llegó, y ahora que quieren contárnoslo (los mismos que preguntaban a qué hora y en qué lugar) desde 678 y otras tribunas, los que estuvimos ahí de verdad (2), tenemos que contarlo.
Pero puntualmente quiero hablar del Dani o el Negro (como le decían a José Daniel Rodríguez) y brindarle mi abrazo, contando un manojo de anécdotas que le debo hace tiempo.
Sólo conversé con él un par de veces, pero cuando en una asamblea de La Floresta aquél 26 de diciembre nos dijeron que no encontraban a un pibe que se llamaba José Daniel, su cara, inconfundible fisonomía del hambre, apareció clara en mi memoria. Pocos días antes del 20 había participado de una reunión donde él estaba con los otros pibes del barrio. Sin embargo, me acuerdo de él aún hoy tan poderosamente, porque se reía mucho y jugaba como un pibito con las compañeras más grandes, por como estaba contento de estar ahí viendo cuándo era la próxima marcha. Esa tarde fue el primero en decir, “Vamos si hay que ir”. Era el centro de la hilera sentada al borde del cordón cuando nos íbamos con Jandro Sologuren; “Buen pibe”, me decían los muchachos. “Qué bueno que era el Negro”, y después el gesto de los hombros y del despojo cuando el Dani ya no estuvo.
Hay que decir bien fuerte y claro que el Dani era militante de la Corriente Clasista Combativa, uno de los primeros jóvenes que en Paraná se sumaron a luchar en esa organización por un país donde hubiera lugar para todos (no el del cuento de “Cristina y el país de las maravillas”), donde se pudiera laburar genuinamente y la dignidad no fuera una cosa que le “debamos” a ningún “santo”. Y hay que decirlo claro y fuerte, porque a veces se confunde, con o sin intención: Al Dani se lo llevaron por ser un pibe pobre que enfrentó la miseria y salió a luchar.
El Negro se sumó a la Corriente con gran combatividad; tal vez por no tener familia que lo contuviese, se encariñó visiblemente con sus compañeros de la CCC, con la Coca y con Blanca sobre todo; por eso se daba la vuelta por el merendero todos los días para acompañarlas, y era uno de los primeros a la hora de concentrar para marchar y llevar las banderas. Los compañeros de la CCC fueron y son su familia. Fueron ellos quienes presentaron el habeas corpus por su desaparición ese 26 de diciembre.
Como muchos pibes, fue víctima de eso que, quizás sin demasiada conciencia política, quería cambiar: la impotencia de ser pobre porque así lo dispusieron otros y de no poder imaginar el futuro fuera de la esquina. Y ese 20 de diciembre fue hasta el Carrefour de calle Illia a ver si podía conseguir algo para calmar las tripas, y más tarde encaró para su patria, el San Agustín (3), para formar parte como muchos otros vecinos de las barricadas que se formaron en Walmart esa tarde, y de los que enfrentaron la represión de la policía de Montiel.
Cuando volvió a su casa (donde lo dejaba quedarse una compañera por no tener dónde vivir y “por ser buena persona”, como decía Carina) se acordó de que no tenía cigarrillos y salió a la calle a buscar a alguien que le convide. Fue esa la última vez que lo vieron al Dani con vida, tenía 25 años.
Una camioneta de la comisaría 5ta que patrullaba el barrio se lo llevó, tal cual aseguran los vecinos. Esto es importante decirlo, todos los vecinos y compañeros de lucha del Dani lo dicen: Se lo llevo la 5ta.
El Dani fue secuestrado y torturado por la policía asesina de Montiel, Carbó y Ojeda. Apareció debajo de un par de gomas (como claro mensaje), con la piel pegada a los huesos, golpeado, quemado y ya pudriéndose el 30 de diciembre.
Hace un par de años, después de uno de los homenajes realizados a Dani, en el marco de la semana de diciembre posterior al 20, estuvimos parados frente a su tumba: casi cayéndose del barranco detrás del cementerio, donde pareciera que se entierra a los pobres para darles su lugar indiscutible de pobres, de última fruta del cajón; los compañeros de la corriente encontraron a un familiar, a un tío lejano que vive en Paraná, y éste no les permitió sacarlo de ahí y darle un entierro digno y un lugar donde sus restos no sean removidos. El tío lejano, que es miembro de la policía de la provincia, se negó y hasta el momento no han podido trasladarlo a un lugar por no ser parientes directos ninguno de sus compañeros de la CCC.
No había cuentas que ajustar, problemas vinculados a otra cosa que no sea su firme pertenencia a la CCC y el haber sido protagonista de esas jornadas históricas. Morocho, sumamente flaco e inclinado para andar, esa noche lo encontraron andando por una calle de su barrio y se lo llevaron. No hay un solo responsable, ni político ni material, preso, no hubo justicia en aquel momento y no la hay todavía con este gobierno.
Va mi homenaje para vos Dani, que naciste de nuevo ese día que te encontraron detrás del Wall Mart. Porque un montón de paranaenses, entrerrianos y argentinos sentimos tu muerte con la urgencia del dolor, como los pibes que pintaron tu rostro en una pared para que el pueblo no te olvide ni a vos ni a los que te asesinaron, como los que te dibujaron en una bandera para encabezar la lucha por becas, capacitación y trabajo, como los compañeros que pusieron la placa que te recuerda, como los que marchamos hace 9 años todos los 20 de diciembre exigiendo justicia para vos, y Romina y Eloísa, como para los que hoy por la tarde, emocionados, concretaron el sueño tan yugado de que haya un lugar en el barrio con tu nombre, al lado de la escuela del “Volca” (4) para que los gurises jueguen a la pelota en la plaza que se llama “José Daniel Rodríguez”: y que cuando pregunten quién eras, alguien les cuente que fuiste un pibe del barrio al que le arrancaron la vida por luchar por un país más justo. Un lugar, donde pueda llevar a mis hijos a jugar mientras tomamos unos mates con la Jesu y les contemos esta misma historia que trato de contar ahora.
Vos Dani, como nosotros, sos hijo de ese Argentinazo. ¡Saliste de la esquina y andas por todas partes vuelto lucha, esperanza y alegría, recordándonos que anda cerca el futuro, siempre!

PD: También van para vos, ¡princesa de fuego, humo y olor a goma quemada! Y para vos Jandro, queridísimo amigo y ejemplo.

 

Notas:
1. Todo un palo. Los Redonditos de Ricota
2. Léase por “ahí de verdad” a las cientos de localidades y rutas de todo el país que estallaron en el glorioso Argentinazo de diciembre de 2001.
3. Zona populosa de la ciudad de Paraná; contiene a otros barrios, entre ellos La Floresta, donde residía José Daniel.
4. Abreviatura de volcadero, como se le dice en la zona al Bº General San Martín de la ciudad de Paraná.