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27 de February de 2013

Cayó un avión de la Fuerza Aérea. Circula una nueva fecha de reclamo salarial de fuerzas armadas y de seguridad.
 

Seguimos cayendo bajo

Otro ejemplo de la destrucción del sistema de defensa

  Un avión de la Fuerza Aérea cayó sobre una pista del aeropuerto de Santiago del Estero, sus dos pilotos pudieron eyectarse salvando sus vidas.
El hecho se produjo en el sector militar del Aeropuerto Vicecomodoro “Ángel de la Paz Aragonés“, en el noroeste de la capital provincial. La Fuerza Aérea informó, mediante un comunicado, que la nave Douglas A4-AR Fightinghawk se precipitó a tierra en momentos en que cumplía un vuelo del Operativo de Control Aeroespacial “Fortín II”.

  Un avión de la Fuerza Aérea cayó sobre una pista del aeropuerto de Santiago del Estero, sus dos pilotos pudieron eyectarse salvando sus vidas.
El hecho se produjo en el sector militar del Aeropuerto Vicecomodoro “Ángel de la Paz Aragonés“, en el noroeste de la capital provincial. La Fuerza Aérea informó, mediante un comunicado, que la nave Douglas A4-AR Fightinghawk se precipitó a tierra en momentos en que cumplía un vuelo del Operativo de Control Aeroespacial “Fortín II”.
El avión Lockheed Martin A-4AR Fightinghawk es una versión del viejo avión de ataque McDonnell Douglas A-4M Skyhawk. Se trata de la versión del A-4 Skyhawk, a partir de aviones A-4M procedentes del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
Para información de nuestros lectores, el operativo “Fortín II” se supone que debe integrar, desde 2007, al sistema de vigilancia y reconocimiento del espacio aéreo argentino, los medios disponibles para la vigilancia aérea del Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina en los sectores NOA y NEA. Este operativo de las Fuerzas Armadas se limita al apoyo logístico, ya que no hay figura legal que autorice el derribo de aviones clandestinos en el espacio aéreo argentino.
En 2011, el “Fortín II” pasó a sumarse al llamado Operativo Escudo Norte, respuesta electoral del gobierno de Cristina Fernández al reclamo multisectorial contra el tráfico de drogas proveniente tanto del NOA como del NEA; Argentina es el segundo exportador de drogas de América del Sur y dejó de ser un país de tránsito, para ser un país de tránsito, producción y consumo.
Tanto el “Fortín II” como el “Escudo Norte” publicitados por el gobierno nacional resultaron totalmente ineficaces: se reconoce la existencia de centenares (miles para algunos especialistas) de pistas clandestinas, y escándalos como los de Southern Winds, una aerolínea para el tráfico de cocaína, y vuelos desde aeropuertos oficiales controlados por el ANAC (Administración Nacional de Aviación civil), como fue el caso del aeropuerto de Morón, de donde partió el avión con una tonelada de cocaína, previo paso por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, demostraron que dichos operativos son solo discursos electoraleros.
La caída del Douglas A4-AR Fightinghawk, le sigue al hundimiento del Santísima Trinidad y la recalada en puerto por averías del Canal de Beagle impedido de asistir a la logística de la ya retrasada campaña antártica. Tres al hilo luego del papelón de la Fragata ARA Libertad, que dejan al descubierto la verdadera política de destrucción de todo el sistema de defensa nacional en un país con una enorme extensión de su territorio ocupado por un potencia militar extranjera.

 Se viene un nuevo reclamo
Mediante las redes sociales, volantes, carteles, correos, etc., se anuncia para el cinco de marzo una protesta general por salarios dignos y en blanco tanto en fuerzas de seguridad como en las Fuerzas Armadas. De concretarse el anuncio que circula hace semanas y del que el propio oficialismo se hizo eco a través de Verbitsky y su nota “Tristes consecuencias de la autonomía naval” el boletín oficial Página/12 del 27 de enero, la protesta demostraría que el conflicto lejos de resolverse se profundizaría extendiéndose a otras fuerzas militares.
Tanto los decretos Nº 1305 y 1307, para fuerzas de seguridad y fuerzas armadas respectivamente, desencadenaron las protestas, a lo que se suma ahora que los referidos decretos no contemplarían la situación de los nuevos incorporados a las fuerzas, por lo que estarían abandonando sus tareas decenas de esos recién ingresados que cobran salarios muy bajos. Asimismo, el impuesto a la ganancia recorta de manera brutal los salarios más altos, llegando incluso a un 25%, lo que agrava el malestar en todos los estamentos.