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15 de August de 2017

Macri armó un escenario, con pocos votos contados, para decir que arrasó. Mintió. Va a usar su fortalecimiento relativo para ir a fondo con su plan de ajuste y entrega. Y con más represión para imponerlo

Seguir la lucha en las calles y las urnas

Hora Política Hoy N° 1681

 

1. El show de Macri

 

1. El show de Macri

A las 22 horas del domingo, con pocos votos contados, Macri armó un escenario, un show, proclamando que había arrasado. Cambiemos triunfaba en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe y en casi todo el país. Mintió. En la madrugada del lunes, los cómputos mostraban un empate en la provincia de Buenos Aires, a la que Peña, el jefe de Gabinete, llamó la madre de todas las batallas. En la mañana siguiente, se suspendió el escrutinio bonaerense cuando había un empate con una mínima diferencia, faltando contar 1.537 mesas (para comparar, más que el total de las mesas de Chubut). Y mintió sobre Santa Fe, donde perdió.

Es viejo el truco del ganador total, el pueblo se va a dormir con esa mentira. Pasan 10 días, y cuando pocos se acuerdan de los comicios, salen los números del escrutinio definitivo.

Desde ese escenario Macri dijo que Cambiemos era la única fuerza nacional, con un proyecto para 20 años. Dio los tarifazos como ejemplo de su proyecto.

El show macrista fue una estafa política.

 

2. Fortalecimiento relativo

Macri, hasta ahora, empató en la provincia de Buenos. Perdió en el Gran Buenos Aires por una diferencia que pudo equilibrar con el voto del resto de la provincia. Al mismo tiempo, se afirmó con el triunfo en las otras 4 provincias que gobierna, y se impuso en otras 6 derrotando al PJ en Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Santa Cruz y San Luis, y al MPN en Neuquén. Con lo que de una fuerza porteña, el PRO y Cambiemos han pasado a ser una fuerza extendida a todo el país. Desde ya, que con los aportes de la UCR, claves en el interior del país, y de Carrió, gran triunfadora en la Capital Federal.

El fortalecimiento relativo de Macri expresa, también, lo mismo para el Sector hegemónico del bloque dominante.

Ese escenario político surgido de las PASO, le es favorable para aumentar sus bloques en el Congreso Nacional, en octubre. Aunque no le da para hegemonizarlo, ya que renuevan sus bancas 40 de sus 87 diputados, y solo un tercio del Senado. Pero queda en mejores condiciones para negociar cada ley. Además, tiene que tener en cuenta que el 65% de los argentinos no lo votaron.

Macri se fortaleció relativamente, eso lo va a usar para ir a fondo con su ajuste. A eso le que llama “reformas”: laboral, impositiva y provisional y estatal. Lo que significa liquidación de las conquistas obreras, más impuestos a los de abajo y menos a los de arriba, aumento de la edad de jubilación, despidos en la administración pública, precarizar la salud y la educación públicas, etc.

Este ajuste no pasa sin represión. De ahí que con el sector de ultraderecha que quiere “un pibe preso por semana”. Los equipos reaccionarios de Bulrich en Seguridad y Aguad en Defensa son para la mano dura.

Por todo esto, no hay que subestimar el fortalecimiento relativo de Macri para llevar adelante sus planes. Y al mismo tiempo, no hay que sobreestimarlo, creyendo a su mentira de que arrasó y no hay con qué darle.

 

3. Santa Cruz y Venezuela

Cristina Kirchner se impuso en el Gran Buenos Aires. Ganó en la Tercera Sección, por mucho, 38,72% a 29,44%, la más numerosa y más castigada por el hambre y la pobreza. También ganó en la Primera Sección. Pero no logró la ventaja necesaria para ganarle a Macri en la provincia. Y recibió una paliza en Santa Cruz.

Se acercó a ser senadora, y se alejó de su ambición de hegemonizar un reagrupamiento del PJ y aspirar a la presidencia el 2019.

El macrismo polarizó las elecciones, a fondo. Atacó la herencia kirchnerista, y planteó que ellos “salvaron” país, que marchaba a ser “una Santa Cruz o una Venezuela.

Esa polarización favorece a Cambiemos. Pero a Cristina la usó porque le conviene. Se atrincheró en lo social, sin responder por su herencia, por lo que es impotente para enfrentar a Macri.

Todo indica que en el peronismo se abre un proceso de reagrupamiento.

 

4. Enseñanzas de las PASO

Se llegó a las elecciones con grandes luchas de los trabajadores, los campesinos, los originarios, las mujeres, los jóvenes y demás sectores populares.

Los trabajadores precarizados, desocupados y jubilados fueron protagonistas de innumerables luchas, con las que conquistaron la Ley de Emergencia Social y volvieron a estar presentes este nuevo 7 de agosto, imponiendo en la agenda electoral la emergencia alimentaria.

Los de más abajo castigaron el ajuste de Macri. Le atragantaron las elecciones en Buenos Aires. Aunque, como muestran las PASO, sea por el gigantesco aparato publicitario del sistema, o por el temor a la vuelta de Cristina, hay amplios sectores de la ciudad y el campo quelo siguen votando.

El pueblo argentino no come vidrio. Macri va a avanzar con su ajuste y su mano dura. Y los trabajadores y el pueblo ya aprendieron cómo se le abre la mano, con las puebladas contra los tarifazos, con la emergencia social, con el marzo caliente, entre otros hechos.

 

5. Sigue la pelea social y política

La lucha para que lo que se une en las calles se una en la acción política, sigue siendo una cuestión fundamental. Un ejemplo ha sido la lucha por la emergencia social y la emergencia alimentaria, que impusieron sus reclamos en la agenda política, a días de las elecciones. También, sobre la necesidad de un centro coordinador de la lucha popular, y de un programa, como se planteó en la Plaza de Mayo el 7/8, que golpee las causas de fondo de la crisis social: la dependencia y el latifundio oligárquico.

Miles de luchadores de la CCC, compañeros desocupados y precarizados, del PTP y del PCR, así como de los frentes en los que participó el PTP, hicieron una tarea extraordinaria. A pulmón, sin plata y sin las cámaras de TV que tienen a su disposición los candidatos perfumados del sistema. Se pusieron al hombro las campañas para llegar hasta donde pudieron. Y lo que se hizo, hizo avanzar a cada una de esas fuerzas.

Miles de compañeros se han convertido en luchadores sociales y políticos. Para que la política no sea patrimonio de los Macri.

Vienen con todo con el ajuste y la represión. Por eso, el camino sigue siendo encabezar las luchas y la unidad para la lucha. Y dar la batalla electoral para las elecciones de octubre, en las nueve provincias en las que pasamos las PASO: Neuquén, Santa Fe, Capital Federal, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Misiones, Río Negro y San Juan. También en los numerosos municipios en los que pasamos, sobre todo, de centros de concentración obrera y campesina.

En otras, que no pudimos romper la trampa, como en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta. En Tucumán está en discusión el cómputo del PTP en la Justicia. En La Pampa, el PTP acordó el apoyo a los candidatos del Partido Socialista. También en la mayoría de estas provincias, hay municipios en los que sí pasamos y damos la batalla.

No pasar las PASO es un golpe que duele. Hay una tarea de reflexión. Aprender de los que avanzaron más. Corregir las cosas que se pueden mejorar, para profundizar la lucha.

En el aniversario de la reconquista, hay que tomar las enseñanzas de los patriotas de 1806 y 1807 (y este es un gobierno que se arrodilla ante los ingleses y se abraza con vicepresidente yanqui, Mike Pence), que están en la base de la histórica Revolución de Mayo y la Guerra de la Independencia.

Históricamente nunca soportó a estos gorilas antipatria que creen que la Argentina es un supermercado para venderla al mejor postor.

Compañeros, es extraordinario lo hecho, vamos por más, y para construir una fuerza para la segunda y definitiva independencia.