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17 de May de 2016

Un estudio reciente revela que en la provincia de Buenos Aires, la mayoría de las víctimas de Femicidios no habían superado los 30 años. El dato coincide con las estadísticas arrojadas por el Informe Anual de Femicidios de Argentina. Este 3 de Junio, volvamos a las calles para decir #NiUnaMenos y reclamar la Declaración de Emergencia en Violencia Sexual y Doméstica.

Ser joven y ser mujer es mortal

#NiUnaMenos

 

 

“En este país, ser joven y ser mujer es mortal”. La frase es de Evangelina Codoni, candidata en 2015 a vice presidenta por el Frente Popular. Y esas palabras vuelven hoy, un año después, con más vigencia que nunca: en la provincia de Buenos Aires, la mayoría de las víctimas de femicidio no superan los 30 años. Una vez más la estadística duele, porque no hablamos de números sino de mujeres que vieron sus sueños truncados en manos de varones violentos. Son rostros e historias de vida que llegaron a su fin de la peor manera. Son las víctimas de la violencia de género, una problemática social que no para de agravarse en nuestro país.

Un informe de la Procuración de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, dado a conocer hoy en el diario Clarín, relevó 98 muertes de mujeres por violencia de género en 2015. El 47% de ellas eran jóvenes: 31% tenían entre 20 y 30 años y el 16% eran menores de 21, adolescentes. Pero hay otra parte de la estadística en la que es necesario también poner la mirada: el 44% de los atacantes tampoco superaba los 30 años: 39% tiene entre 18 y 30 años, y el 5% no supera los 18.

Los números basados en las denuncias judiciales de la provincia de Buenos Aires no son muy diferentes a los datos anuales difundidos por la Casa del Encuentro. Según el Informe de Femicidios 2015, de las 286 víctimas, 125 no tenían más de 30 años. Se trata de casi el 44% de las mujeres asesinadas por causa de la violencia de género en todo el territorio nacional durante el año pasado.

Para la juventud estos números tienen dos caras. Por un lado siguen demostrando que urge redoblar las voces que en las calles, lugares de trabajo o estudio, se organicen para reclamar al gobierno las medidas necesarias para frenar este flagelo. Macri lleva seis meses de gobierno sin ejecutar una sola medida a favor de las grandes mayorías populares, y eso también incluye a las víctimas de la violencia. El Consejo Nacional de las Mujeres promete que para julio darán a conocer el Plan Nacional de Acción para eliminar la violencia contra las Mujeres. Mientas tanto niegan la necesidad de que se declare la Emergencia Nacional en Violencia contra las mujeres, medida que permitiría destinar partidas presupuestarias extraordinarias para hacer frente a esta situación. Hay que decir también que en 12 años de gobierno kirchnerista, sólo logramos buenas leyes a las que nunca se les destinó presupuesto. Pasó el 3 de Junio al masivo grito del #NiUnaMenos y a la ex presidenta no se lo movió un pelo. 

La otra cara de la moneda a la que la juventud le tiene que prestar atención es al de las relaciones violentas. Los números de este informe dan cuenta que más del 70% de los asesinos eran parejas o ex parejas de las víctimas. El 69% cometió el femicidio en el ámbito doméstico. Para muchas de nosotras, el peligro está en casa. Los noviazgos violentos no son algo circunstancial, muchas mujeres jóvenes atraviesan por estas situaciones: los celos, el control sobre lo que hace el otro aparece como algo natural. Incluso, hasta circula la idea que “si te cela, es porque te quiere”. Constantemente nos bombardean con información, novelas de ficción y hasta historias reales atravesadas por vínculos violentos que aparecen totalmente naturalizadas o espectacularizadas. El caso más evidente fue el reciente destape de la relación violenta que mantenían los mediáticos Barbi Velez y Federico Bal. 

Para las mujeres, esta sociedad capitalista nos reserva el lugar de sumisión, entrega a la pareja o, en la otra vereda objeto sexual al servicio del deseo masculino. Pero para ellos también hay mandatos que cumplir: el del proveedor del hogar, el del que lleva el control en la pareja, el macho que no se quiebra, que no llora. Desde hace siglos, que este sistema necesita que mantengamos intactos esos roles. Por eso cómo jóvenes que peleamos por cambiar las cosas, por construir otra sociedad, es urgente que cuestionemos estos vínculos, que pongamos en crisis esos mandatos y que seamos activos en promover vínculos sanos, no mediados por la violencia.

Estamos a pocas semanas del 3 de junio. Se cumplirá un año de la histórica movilización del año pasado que al grito del #NiUnaMenos, salió en todo el país a reclamar un alto a los Femicidios. Para que los gobiernos den respuestas, para que dejen de mirar para otro lado. Este 3 de junio nos proponemos ganar las calles de nuevo, ser miles para decirle al gobierno de Macri que tiene que tomar medidas urgentes. Vamos por la Declaración de Emergencia Nacional en Violencia Sexual y Doméstica.