Asambleas en todos los hospitales y centros de salud, volanteadas, abrazos, marchas caravanas en todas las localidades de la provincia, llegando en estos días a tener el circuito petrolero sitiado y con cortes de ruta en toda la provincia expresan la convicción, profundidad y amplitud de un reclamo que une a toda la comunidad: “no podemos quedarnos sin el hospital”, expresaban los compañeros de la CCC en su asamblea, cuando resolvían salir a apoyar el reclamo de los trabajadores de salud. Hay una inmensa ola de solidaridad de todo el pueblo: desocupados, trabajadores, comerciantes, artistas. También se recibió el apoyo muy sentido de camioneros y petroleros.
Durante todo el año pasado en los hospitales, centros de salud y postas sanitarias se vivió la incertidumbre frente al Covid, la falta de elementos de protección, que tuvieron que comprar de sus propios bolsillos, la sobrecarga laboral con muchísimos recargos y las licencias suspendidas, compañeros precarizados desde antes de la pandemia, compañeros enfermos y fallecidos, la dificultad para el cuidado de las y los peques, no poder abastecer el hogar, madres a quienes les quitaron sus niñas y niños porque “son personal de riesgo”, y muchas cosas más.
Todo esto con el sueldo congelado porque el ajuste por inflación que estaba pactado fue suspendido por el gobierno con el argumento de la pandemia.
En la provincia de Vaca Muerta, donde las empresas como Chevron y Exxon agarran en pala la guita, que es fuente del enriquecimiento de algunos de los más ricos de Argentina (Rocca, Bulgheroni, con los que todavía estamos luchando para que paguen el impuesto a las grandes fortunas), el gobernador Gutiérrez (MPN, supo tener muy buena sintonía con el gobierno de Macri) no pone plata para la salud del pueblo, su política para la pandemia fue abrir las actividades económicas y ajustar al pueblo (salud, educación, ayuda social).
Este año cuando se retoman las negociaciones salariales se retomaron, ofrecieron un 12% de recomposición, por todo el 2020 y hasta junio de 2021. Esto fue rechazado por todos los sectores de salud, y las conducciones de ATE (Carlos Quintriqueo) y UPCN firmaron igual.
A partir de allí salud sale a la calle, con una bandera de autoconvocatoria que permitió la unidad entre afiliados a los diferentes sindicatos que hay en el sector (ATE, UPCN, SEN – Sindicato de Enfermería- y Siprosapune – profesionales) y no afiliados; y saltar la falta de representatividad de las conducciones de ATE Provincia y UPCN. El respaldo legal para la medida de fuerza lo da ATE Nacional.
Se organizaron por sector de trabajo y por hospital, a través de asambleas de cada hospital, asambleas interhospitalarias zonales y generales, construyendo una coordinación entre los 30 hospitales y decenas de centros de salud.
El reclamo fue creciendo y las medidas del gobierno fueron sumarios, descuentos, amenazas de no renovación de los contratos. La conducción de ATE acompañó estas medidas antisindicales. Se negaron a dialogar con los autoconvocados, diciendo que ellos ya habían acordado con quien correspondía.
El sábado 3 toda la provincia es recorrida por caravanas de apoyo a la lucha de salud en las que sale a manifestarse el sector en su conjunto con toda la comunidad.
Giro político del conflicto
El miércoles 7, en el marco de la jornada nacional de lucha de CTA y ATE, junto con un gran paro en salud, se cortan las rutas del circuito productivo de Vaca Muerta y las compañeras/os deciden permanecer allí hasta que haya respuesta.
Esto fue un cambio del centro de gravedad del conflicto. Las colas de hasta 3 km con miles de camiones, las denuncias de las empresas de pérdidas de millones de dólares, mostraron dónde está la riqueza de la provincia y eso fortaleció la decisión de mantener los reclamos. A su vez hay un acompañamiento impresionante de las localidades cercanas a los cortes que los respaldan.
A partir de aquí se profundizan las medidas de lucha, aumenta la adhesión al paro, cientos de compañeros se suman a los piquetes que se despliegan por toda la provincia, y se genera un impresionante respaldo de la comunidad, en los cortes en las rutas y en las marchas, festivales, etc. en las localidades.
La negociación que se abre el sábado 10 no tuvo propuesta salarial del Ejecutivo, sólo el pedido del levantamiento de los cortes, y luego dieron por decreto un bono no remunerativo (en negro) de $30.000 en 3 cuotas. La falta de respeto de ofrecer plata en negro, sumado a que se evidenció que el gobierno puede obtener fondos y que en vez de ponerlo al básico sigue maltratando a los trabajadores, recrudeció la lucha con más piquetes. Al cierre de esta nota (jueves 15), hay 20 cortes, actividades en todas las localidades y la decisión de seguir hasta ganar, con el apoyo de toda la comunidad.
Seguimos convocando a la solidaridad y el apoyo, porque si gana salud ganamos todas y todos. Hoy el pueblo neuquino está decidido a no ser los que pongamos el cuero.
La lucha de salud muestra el camino que el pueblo tiene que recorrer, en unidad, para poner a un gobierno ajustador contra las cuerdas para que no sea el pueblo el que pague los platos rotos.
Luchar contra la carestía y la inflación, avanzar en la lucha salarial, la lucha porque se pague el impuesto a las grandes fortunas, luchar por la ley de tierra, techo y trabajo, por el no pago de la deuda externa fraudulenta, para que la crisis la paguen los que se están enriqueciendo a costa del pueblo para una política independiente, soberana y popular.
Hoy N° 1860 21/04/2021
