El gobierno contó, para mantener el veto, además de con los diputados de La Libertad Avanza, con el bloque del Pro, cuatro “radicales con peluca”, tres de Tucumán que responden al gobernador, el MID y un diputado santacruceño. Esto se combinó con las abstenciones y ausencias, que favorecen al oficialismo porque para voltear el veto se precisaban dos tercios de los votos presentes, y se llegó a 159 (se necesitaban 166).
El veto y su ratificación son parte del ataque de este gobierno a las universidades nacionales y a la educación pública en general, que viene ahogando el presupuesto universitario dejando a docentes y no docentes bajo la línea de pobreza, y eliminando partidas para becas y comedores estudiantiles.
A una semana de la gigantesca Marcha Federal Universitaria, se llegó al día de la votación en medio de una creciente oleada de vigilias, ruidazos y tomas en facultades de todo el país.
Frente al Congreso, al comienzo de la sesión legislativa los gremios y las organizaciones estudiantiles convocantes de la jornada del 2 se movilizaron y, en una conferencia de prensa, volvieron a ratificar su apoyo a la Ley de Financiamiento Universitario.
Ahí, la compañera Francisca Staiti, secretaria general de la Conadu Histórica, anticipó “Si hay veto, hay paro”. Luego de conocido el resultado de la votación, con las fuerzas represivas de Patricia Bullrich una vez más provocando y reprimiendo a los manifestantes, el Frente Sindical Universitario llamó a paro total en las 62 universidades nacionales para el jueves 10.
El mismo miércoles 9, decenas de asambleas estudiantiles y docentes en todo el país resolvían vigilias, marchas y tomas en más de 30 universidades nacionales, con gran protagonismo y organización del movimiento estudiantil.
La lucha por la universidad pública se profundiza.
Foto: Toma del Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata