“Yo soy Gómez Víctor, del Chaco, de Pampa del Indio, de la comunidad qom. La Federación se formó cuando estaba Mártires López, el hermano que se fue y no está más con nosotros. Se trabaja no solamente con los pobres indígenas sino con los pobres criollos. Cuando arrancamos con la Federación hicimos una marcha hasta la boca del Impenetrable, en Juan José Castelli. Ahí conseguimos la personería jurídica. Tenemos cuatro tractores, y herramientas.
“Yo soy Gómez Víctor, del Chaco, de Pampa del Indio, de la comunidad qom. La Federación se formó cuando estaba Mártires López, el hermano que se fue y no está más con nosotros. Se trabaja no solamente con los pobres indígenas sino con los pobres criollos. Cuando arrancamos con la Federación hicimos una marcha hasta la boca del Impenetrable, en Juan José Castelli. Ahí conseguimos la personería jurídica. Tenemos cuatro tractores, y herramientas.
“Estamos trabajando. Algunos productores el año pasado sembraron algodones, y otros productos, como zapallo, maíz. Ahora hay problemas con el algodón. Algunos compañeros cosecharon 2.000, 2.800 kilos. Son productores de 3 hectáreas, o menos. Es una lástima porque el algodón sabemos que es el único ingreso que va a tener la familia, para poder darle de comer a los chicos, para que se puedan vestir. Yo digo así porque en el 80, en el 90, cuando valía el algodón, la familia el único ingreso que tenía era cuando cosecha el algodoncito. Ahora estamos pensando cómo tenemos que sembrar, porque no hay precio. Las desmotadoras no quieren comprar en la Cooperativa de Pampa del Indio, y entonces hay que llevar el algodón hasta General San Martín, y te rompen la cabeza con los fletes. Algunos compañeros además tienen que pagar algunas manos para ayudar, porque algunas familias no pueden solas. Entonces no se ganó nada.
“Ahora los compañeros están trabajando algunas cosas sólo para el consumo, porque no tenemos novedades si el algodón va a valer o no va a valer. Si tempraneás, hoy tenés que estar roturando el suelo, para sembrar en agosto, y para enero la cosecha. Algunos pueden sembrar en octubre o noviembre. Si sembrás temprano podés ganar algodón de linda calidad. Si después vienen dos lluvias, pierde calidad el algodón, va bajando. Por eso hoy cada familia está pensando qué sembrar. Si hacés media hectárea de zapallos, vas a tener cantidad, que no se puede vender, porque el precio es muy bajo, y una familia no se puede comer todo lo que produce. Podés ganar algo si sembrás maíz, o criás gallinas.
“El tema del precio también es para algunos productores de la cooperativa, de 50 o 100 hectáreas, que tampoco están haciendo algodón. El productor no puede aguantar más el gasto, y va convirtiendo su chacra, siembra forraje para las vacas, los animales. El productor está eliminado, y más nosotros como pequeños productores. Andan bien las empresas de 600, 1000 hectáreas. A esos les lleva la desmotadora.
“Hasta ahora no tenemos ninguna respuesta del gobierno de la provincia. Tendríamos que estar roturando nuestras chacras, y nos está faltando combustible, gasoil, para que puedan andar los tractores. Hasta ahora no hemos recibido ni un litro de combustible. Esto es lo principal, si está el gasoil pueden trabajar los tractores.
“También tenemos el problema de las tierras del Impenetrable. En el año 2011 hicimos un acampe con los wichi y los criollos, cuando estaba Mártires. Ahí descubrimos que el gobierno tenía firmado los papeles para entregar las tierras a los árabes. Se sumaron muchos compañeros de la zona wichi. Hoy se formó una asociación que se llama Mowito (mocoví, wichi, toba) a la que se le darían estas 320 mil hectáreas. Atrás de esto está el gobierno, que le está buscando la vuelta para que sea esta Mowito la que le arriende las tierras a los árabes.
“Los compañeros no quieren aceptar, por esto organizamos una medida de fuerza para el 29 de julio. Nosotros como luchadores queremos que se una la gente para reclamar que no se entreguen estas hectáreas, porque son territorios wichis.
“Lo otro es que estamos enfrentando una persecución muy grande los qom. En Resistencia el otro día la policía asesinó un joven. Ahí los compañeros hicieron una lucha. A nosotros, como dirigentes, nos persigue la justicia, nos amenazan.
“Reclamamos por tierra. Somos originarios. Los antepasados nuestros estaban acá antes que el Estado. Ese es el derecho de uno, porque está la ley, pero si uno no reclama no tiene nada. Por eso hacemos reuniones, asambleas, en cada lugar, y hasta el momento seguimos unidos. Los políticos nos quieren dividir, pero no pueden porque siempre seguimos las luchas.”