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06 de June de 2012

Se realizó la inspección ocular en el Triángulo, donde hoy casi un año después de la ocupación se levantan las casas de los ledesmenses. Justicia por los cuatro muertos del 28 de julio de 2011.

Sigue la impunidad en Libertador

Hoy 1422 / Comunicado de la CCC de Jujuy

El martes 29 de mayo por la mañana se realizó una inspección ocular en la zona de “El Triangulo” de Libertador General San Martín, en el marco de la causa judicial por los asesinatos de Alejandro Farfán, Ariel Farfán, Félix Reyes y Juan Velázquez, durante el desalojo del predio en julio del 2011. Esta inspección ordenada por la jueza Carolina Pérez Rojas, fue solicitada desde el año pasado por algunas querellas. Desde la CCC, se convocó por los medios de comunicación a vecinos, protagonistas y familiares de las víctimas, a fin de que pudieran aportar testimonios, señalamientos geográficos, etc. Nuevamente Kike Mosquera de la CCC reiteró su testimonio (ya declaró dos veces en el expediente) dando cuenta de dónde cayeron asesinados con balas de plomo tres de los cuatro muertos, y donde se encontraba el pelotón de las fuerzas de seguridad desde donde provinieron las balas de plomo.
Estuvieron presentes víctimas directas como Vidaurre y Méndez (baleados con balas de plomo por la policía, ellos declararon en el expediente y al diario Clarín), los padres de Feliz Reyes y Ariel Farfán, y protagonistas de la lucha por la tierra coronada con la expropiación a Ledesma de varias hectáreas de tierra.
Llamó la atención la actitud del fiscal Parentis, que a pesar de estar en la causa desde diciembre de 2011 (cuando cambió el código de procedimiento penal en la ciudad de San Pedro) no ha imputado ningún delito –al igual que su antecesor Cattan-, ni siquiera desobediencia judicial contra los funcionarios que habiendo recibido a las 9.30 hs. de ese día la orden de suspender el desalojo, continuaron con el mismo, como se prueba con innumerables testimonios y actas judiciales, donde cayeron tres jóvenes luego, a las 12.30 hs. “Es el delito menos importante”, dijo en la inspección el fiscal. Sin embargo, es el delito a imputar “de taquito”. “Todavía no me corrió vista la jueza”, señaló también. Como si no tuviera acceso al expediente, en todas las audiencias en las que él es parte.
Lo cierto es que el fiscal fue prácticamente compelido a bajar del auto en el que se había sentado abstrayéndose de la inspección ocular. “¿Para qué hacemos el recorrido si esto es lo único importante?”, dijo cuando la recorrida con los funcionarios y querellantes llegó al sitio exacto donde cayeron muertos tres de los cuatro jóvenes. Sin embargo, justo en el punto “importante”, él se encerró en su auto.
La impunidad de los crímenes empieza por la no acusación del fiscal. Es la impunidad que palpamos desde el 28 de julio de 2011. La que sigue. La que se preanuncia en cada acto procesal. Las muertes están escritas, profundamente sentidas por las familias, compañeros, amigos, por el pueblo. Los asesinos están libres, aunque las pruebas del expediente los señalen, porque la impunidad es un acuerdo político desde las más altas esferas.

CCC de Jujuy