Se cumplió la segunda semana del plan de lucha de la alimentación. Con dos hechos que muestran que el gobierno y la empresa vienen manteniendo la ofensiva aprovechando un grado de confusión en la masa, alrededor de si esta vez se puede o no arrancar los $4.000 de básico inicial que se reclama.
Se cumplió la segunda semana del plan de lucha de la alimentación. Con dos hechos que muestran que el gobierno y la empresa vienen manteniendo la ofensiva aprovechando un grado de confusión en la masa, alrededor de si esta vez se puede o no arrancar los $4.000 de básico inicial que se reclama.
El martes a las 24, cuando se cerraban los cinco días de conciliación obligatoria, el ministro Tomada resolvió prorrogar la conciliación diez días hábiles más, sin que lo hubieran solicitado ninguna de las partes. Eso demuestra que la conflictividad que tanto le preocupa a Cristina, más que a Moyano, es la lucha de los trabajadores por el valor de sus salarios.
Por su parte la empresa ha ofrecido la burlona cifra del 25% más $100 no remunerativos por mes hasta el año que viene.
Los compañeros saben que necesitan los $4.000 pero temen “quedar solos como el año pasado”, dicen algunas compañeras; que se consiguió el 35% pero todo “el gasto lo hicimos nosotros”. Se escucha: “si empiezan otros nosotros los seguimos”.
En Arcor/Bagely Córdoba y Totoral, con el bloqueo de portones del miércoles, comenzaron a faltar los insumos y tuvieron que dejar de producir varias líneas de galletas.
En la Chocolatera de Colonia Caroya, el bloqueo fue de 24 horas seguidas, con asambleas adentro de 20 minutos en diferentes turnos, lo cual generó corte de producción y eso ayudó a tomar el pulso. Los compañeros no quieren aceptar menos de los $4.000 y nadie se quiere quedar quieto. Se discute que no pasen los 10 días de conciliación con los brazos cruzados, ya que eso pone nerviosos a Pagani y a Cristina, y que hace mucha falta la coordinación de las comisiones internas que tantos resultados dio el año pasado, incluso con Arroyito.
Arcor fue fundada el 5 de julio de 1951. Cumple 60 años y quiere tirar la casa por la ventana. Han adelantado $366 a cuenta de futuros aumentos sin que nadie se los pida, y andan todos los jefes por las plantas diciendo que “la empresa quiere arreglar”, que “tienen buena disposición”, que “ellos quieren evitar cualquier conflictividad porque 28 días de paro no le conviene a nadie”, etc.
La empresa y el gobierno están muy de acuerdo en evitar la lucha, y los trabajadores están de acuerdo en la necesidad de exigir los $4.000 al básico inicial, ya que aunque lo consiguiéramos quedamos $2.000 debajo de una canasta familiar que ya es de $6.000.