Desde un inicio dijimos que la lucha contra el Coronavirus se había transformado en una causa nacional. Por esa razón, todos y todas teníamos que ponernos a disposición para ser parte de esta batalla, de esta guerra contra este virus que azota al mundo. Así lo hicimos. Más de 10.000 compañeros, pero principalmente compañeras de la CCC se pusieron al hombro más de 1.500 comedores y merenderos en todo el país. Diariamente le dan de comer casi 120.000 niños y niñas de nuestro pueblo en los barrios populares. Tomando los recaudos sanitarios, muchas veces sin contar con los elementos necesarios.
También muchas cooperativas se dispusieron a profundizar sus tareas de limpieza, a la fabricación de barbijos, de máscaras protectoras, como en La Matanza y otros lugares, o poner brigadas como las que trabajaron en la limpieza y reacondicionamiento del viejo Hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, por mencionar algunas.
Como dijo el Papa Francisco en su mensaje a los movimientos sociales, “Si la lucha contra el COVID es una guerra, ustedes son un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras. Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo”.
Estamos convencidos que el gobierno ha tomado medidas necesarias y correctas. El aislamiento social, la “Cuarentena” es una medida muy importante en las condiciones actuales de nuestro país, que busca achatar la curva de contagio y ganar tiempo para ampliar el número de camas, respiradores y preparar el personal. Dijimos desde el principio que hay que tener muy en cuentan que el aislamiento no se puede hacer de igual manera en todos lados. En primer lugar por las condiciones de pobreza estructural en nuestro país, la enorme cantidad de personas que viven del trabajo informal, o la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable para millones, con el riesgo que eso significa en esta emergencia sanitaria.
Creemos también que se han tomado medidas importantes para los sectores más castigados de nuestro pueblo: Adicional extraordinario para la AUH, Planes Sociales y jubilaciones mínimas, Ingreso Familiar de Emergencia de $10 mil, frenar los cortes de luz, gas, o congelar alquileres y que no haya desalojos por falta de pago, por nombrar algunas. Nosotros pensamos que no hay posibilidad de aislamiento social exitoso sin apoyo social, alimentario y sanitario.
Pero debemos decir que la situación con los comedores y merenderos de nuestra organización en particular está en un momento crítico. Hace meses que NO RECIBIMOS alimentos para nuestros comedores y merenderos por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Los compañeros y compañeras hacen malabares para sostener los comedores. Muchos se sostienen con colectas, algunos municipios ayudan y también algunas provincias. Venimos apelando a la solidaridad de la gente, de muchos comerciantes. Pero la situación de los comedores y merenderos de la CCC es insostenible.
Entendemos de problemas burocráticos, entendemos que haya muchas urgencias, entendemos que muchas veces se demoren las respuestas, pero llevamos 30 días de cuarentena y debemos decir con toda sinceridad que así NO SE SOSTIENE MAS, ES MOMENTO DE RESOLVER. La gravedad de la situación así lo exige. SIN COMIDA NO HAY CUARENTENA QUE AGUANTE.
Buenos Aires, 20 de abril de 2020
Juan Carlos Alderete
Coordinador Nacional de Desocupados y Precarizados de la Corriente Clasista y Combativa
Diputado Nacional PTP-PCR en el Frente de Todos