La ayuda y las concesiones deben ser positivas, no negativas
Para una cooperación a largo plazo es necesario que haya ayuda y concesiones mutuas entre todos los partidos y grupos políticos que forman el frente único; pero éstas deben ser positivas, no negativas. Debemos consolidar y ampliar nuestro Partido y nuestro ejército, y al mismo tiempo apoyar la consolidación y ampliación de los partidos y ejércitos amigos; el pueblo reclama del gobierno la satisfacción de sus reivindicaciones políticas y económicas, y a la vez le presta toda ayuda posible que vaya en beneficio de la Guerra de Resistencia; los obreros exigen a los dueños de fábricas que mejoren su situación, y al mismo tiempo trabajan con ahínco en interés de la resistencia al Japón; los terratenientes deben reducir los arriendos y los intereses, y por su parte, los campesinos deben pagarlos, con el fin de unirse contra la agresión extranjera. Todos estos principios y orientaciones de ayuda mutua son positivos, no negativos ni unilaterales.
Haciendo concesiones en una cosa, hemos logrado otra; con medidas negativas hemos obtenido resultados positivos. “Retroceder para saltar mejor”; esto es leninismo. Considerar las concesiones como algo puramente negativo es contrario al marxismo-leninismo. (…) Cuando hacemos concesiones, retrocedemos, pasamos a la defensiva o nos detenemos, ya sea con relación a los aliados o a los enemigos, debemos considerarlo como parte del conjunto de nuestra política revolucionaria, como un eslabón indispensable de la línea revolucionaria general, como un recodo en un camino sinuoso.
“Todo a través del frente único” es una consigna errónea
El Kuomintang, partido en el Poder, no ha permitido hasta la fecha que el frente único tome una forma orgánica. En la retaguardia enemiga, es imposible hacer “todo a través del frente único”; allí tenemos que actuar con independencia y autodecisión conforme a lo ya aprobado por el Kuomintang (por ejemplo, el Programa de Resistencia Armada y Reconstrucción Nacional). O, dando por descontado que el Kuomintang estará de acuerdo, podemos actuar primero e informar después. Así, por ejemplo, la creación del cargo de comisarios administrativos y el envío de tropas a la provincia de Shantung no se habrían realizado si hubiésemos tratado de conseguirlo “a través del frente único”. Se dice que el Partido Comunista Francés lanzó en el pasado la misma consigna, pero esto se debió tal vez a que en Francia, a pesar de existir ya un comité conjunto de todos los partidos, el Partido Socialista seguía actuando por su lado sin tener en cuenta el programa acordado en común, por lo cual el Partido Comunista creyó necesario plantear esa consigna para limitar las actividades del Partido Socialista, pero en ningún caso para maniatarse a sí mismo. Ahora bien, en el caso de China, el Kuomintang ha privado a los demás partidos políticos de los derechos de que él goza y trata de someterlos a sus órdenes. Si lanzamos esta consigna para exigir del Kuomintang que haga “todo” con nuestra aprobación, esto es imposible y ridículo. Si lo que deseamos es obtener la aprobación previa del Kuomintang para “todo” lo que vayamos a realizar, ¿qué haremos cuando el Kuomintang no esté de acuerdo? Como la política del Kuomintang consiste en restringir nuestro crecimiento, no tenemos el menor motivo para lanzar semejante consigna, que sólo puede servir para atarnos de pies y manos. En la actualidad, hay cosas para cuya ejecución debemos conseguir la previa aprobación del Kuomintang, como es el engrosamiento de nuestras tres divisiones para convertirlas en tres cuerpos de ejército con sus respectivas denominaciones; aquí se trata de “informar primero y actuar después”. En otros casos, como el reclutamiento de más de doscientos mil hombres para aumentar nuestras fuerzas, debemos colocar al Kuomintang ante el hecho consumado antes de informarle; esto es “actuar primero e informar después”. Hay también cosas, como la convocación de la Asamblea de la Región Fronteriza, que debemos hacer sin informar por el momento, a sabiendas de que el Kuomintang no va a aprobarlas actualmente. Pero hay otras que de momento no vamos a hacer ni a plantear, cosas que, si se hicieran, comprometerían la situación general. En resumen, no debemos ni romper el frente único ni atarnos de pies y manos; por eso, no debe lanzarse la consigna de “Todo a través del frente único”. En cuanto a la consigna de “Someter todo al frente único”, si se interpreta como “someter todo” a Chiang Kai-shek y a Yen Si-shan, es también un error. Nuestra política es la de independencia y autodecisión dentro del frente único, de unidad e independencia a la vez.
(En Cuadernos de difusión del marxismo-leninismo-maoísmo, números 167 y 168, Mao: El frente único (1 y 2).
Hoy N° 1773 03/07/2019