El 26 de julio, el presidente Mauricio Macri anunció el Plan Nacional para prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. El gobierno se vio obligado a dar una respuesta ante las masivas movilizaciones del 3 de junio pasado que se dieron en todo el país. Asimismo, se trata de una medida que era una deuda del gobierno anterior, ya que la creación e implementación del mismo era una pata fundamental de la tan celebrada Ley 26485, para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
¿En qué consiste el plan? El mismo contiene dos ejes de acción fundamentales (prevención y asistencia integral), ejes transversales (formación, fortalecimiento institucional, monitoreo y evaluación), contempla 69 medidas y 137 acciones vinculadas a salud, educación, trabajo, medios de comunicación, entre otras. Además se anunció la creación de 36 refugios en todo el país a lo cual se le destinará un presupuesto de 600 millones de pesos. El presupuesto total que contemplará el plan es de 750 millones de pesos a ejecutarse en tres años.
Como señalamos más arriba, este plan es consecuencia de la lucha del movimiento de mujeres en la Argentina. Movimiento que se expresó con fuerza el pasado 3 de junio, tal como lo había hecho en el 2015 gritando “Ni Una Menos”. Y no es casual que se anuncie en un contexto de crecimiento de la lucha popular contra la política de Macri y a solo dos meses del 31 Encuentro Nacional de Mujeres.
Es una respuesta pero nos permitimos dudar, ya que el mismo gobierno que tiene que implementarlo es el que viene ajustando al pueblo, y que hasta el momento no tomó una sola medida a su favor. El plan habla de microcréditos para la mujer golpeada que se queda sin sustento económico, pero con este gobierno crecieron los despidos y los salarios sufrieron una fuerte pérdida de su poder adquisitivo. El plan habla de fortalecer en los ámbitos educativos la educación sexual, pero este gobierno es el mismo que desmanteló el Programa de Educación Sexual Integral y el mismo presidente ya se manifestó en contra del aborto. Al mismo tiempo, pensar en la construcción de 36 refugios en un país que tiene 24 provincias de por si resulta escaso. Sigue siendo insuficiente.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el presupuesto para la implementación del mismo tiene que aprobarse en el paquete nacional. Es decir, está por verse si efectivamente se le destinará el monto pensado en el plan y si ese monto realmente cubre todas las necesidades.
Y quizás, lo más importante a tener en cuenta es que este plan está pensado para implementarse a partir del 2017. ¿Qué hacemos mientras tanto? Ganamos que Senadores apruebe la media sanción a la declaración de Emergencia en Violencia que habilita a que se destinen partidas extraordinarias para atender la situación ya, no en cinco meses. Sin embargo, fue el mismo partido de gobierno –el PRO- el que trabó que la discusión se diera en la Cámara de Diputados.
En Argentina una mujer muere cada 31 horas producto de la violencia de género y esa realidad no se puede tapar. El gobierno que sigue profundizando el ajuste, la entrega y que hizo crecer la pobreza, es el que tiene que aplicarlo; entonces nos damos el permiso de dudar sobre su real implementación. Es necesario que se tomen medidas urgentes; por eso redoblamos la lucha para que diputados sancione la Ley de Emergencia en Violencia Contra las Mujeres. No podemos esperar a 2017 para frenar nuestras muertes.
