En primer lugar, resaltamos la importancia de esta Ley de Presupuesto en relación al gasto social. Defendemos que el presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo destina importantes partidas a Servicios Sociales, que representan el 68% del total del Presupuesto. Comparado con el presupuesto anterior hay un crecimiento importante en Salud, Desarrollo Social, y lo destinado a programas de vivienda y urbanismo, agua potable, para políticas contra la violencia hacia las mujeres.
Al mismo tiempo debemos señalar que el presupuesto 2021 destina para la deuda pública 665 mil millones de pesos (6.500 millones de dólares). Si bien es casi el 50% menos de variación real con respecto al presupuesto anterior, esto sigue siendo una lápida de endeudamiento eterno que condiciona nuestro desarrollo económico. Sostenemos que se deben suspender los pagos de deuda para investigar esos endeudamientos fraudulentos, y poder distinguir qué parte es lícito pagar y qué no.
Tampoco compartimos la enorme transferencia para subsidios a energía, combustible y minería de 682 mil millones (8.525 millones de dólares), un sector que ha sido muy beneficiado en los últimos años. Muy por debajo de lo destinado al apoyo al sector industrial, para el cual están previstos solo 122 mil millones.
Una apuesta económica importante para el Ejecutivo será principalmente la destinada a sostener garantías favorables para inversión productiva privada. Pensamos que sería necesario en este momento tan difícil para nuestro pueblo, impulsar una política de ingresos agresiva como la palanca principal para la reactivación económica. Una de esas medidas necesarias es incluir el financiamiento para mantener el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), suprimiendo por ejemplo los subsidios a las empresas de energía. Los subsidios al combustible o la minería podrían volcarse a la obra pública y a la promoción industrial de pequeñas y medianas empresas.
Debemos pelear para cambiar la matriz de la estructura impositiva regresiva, para que no se siga cargando sobre el consumo y el salario de los trabajadores y jubilados el grueso de la recaudación.
En medio de este momento tan difícil, de una pandemia mundial que profundizó el desplome de la economía nacional, en medio de los sufrimientos que provoca la crisis sanitaria, el hambre, la desocupación y la falta de tierra para trabajar y vivir, un sector de oligarcas e imperialistas a través de Macri y sus socios, están jugando para desestabilizar al gobierno con una alevosa presión devaluacionista. Frente a estos embates, pese a las diferencias que podamos tener con este proyecto es que votamos favorablemente la Ley de Presupuesto.
Seguiremos luchando para que no sea nuestro pueblo el que pague la crisis que dejó el macrismo y está profundizando esta pandemia. Vamos a seguir la lucha para crear las condiciones políticas que permitan avanzar con el Aporte Extraordinario de las grandes fortunas, la Ley de Tierra, Techo y Trabajo, por un millón de chacras, por el desarrollo de la autonomía industrial nacional y una reforma impositiva con sentido progresivo en la cual paguen más los que más tienen, “que son los que levantaron ganancias con pala” en los últimos años. Esto es parte del camino que abrirá paso a una salida a favor del pueblo y de la patria.
Juan Carlos Alderete, Lía Verónica Caliva, diputados del PTP en el Frente de Todos
Hoy N° 1839 04/11/2020
