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06 de June de 2012


Sobre sequía, impuestazo…

Hoy 1422 / Reforma impositiva en provincia de Buenos Aires

Finalmente, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó la Ley de Reforma Impositiva y junto a ello el gobernador Daniel Scioli sacó un decreto de revalúo catastral de inmuebles rurales con el fin de aumentar el impuesto inmobiliario. Como respuesta a estas medidas, las organizaciones que representan a diversos sectores vinculados al sector agropecuario convocaron a un paro de actividades por nueve días.

Finalmente, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó la Ley de Reforma Impositiva y junto a ello el gobernador Daniel Scioli sacó un decreto de revalúo catastral de inmuebles rurales con el fin de aumentar el impuesto inmobiliario. Como respuesta a estas medidas, las organizaciones que representan a diversos sectores vinculados al sector agropecuario convocaron a un paro de actividades por nueve días.
Desde los intereses de los pobres del campo y los pequeños y medianos productores, el tema merece un análisis detallado para evitar que los grandes terratenientes, la burguesía agraria y las multinacionales imperialistas los embolsen lisa y llanamente en la oposición a estas medidas. Con este propósito puntua- lizamos algunas cuestiones.
1. Es necesario hacer un revalúo inmobiliario rural a fondo en todo el país con el objetivo de precisar el verdadero valor de la tierra que está en manos de grandes terratenientes y del capital imperialista e imponerles tributos a tono con la extraordinaria renta agraria que perciben. y ganancias fabulosas en el caso de los grandes pooles de siembra. De las 170 millones de hectáreas con aptitud agrícola-ganadero-forestal, sólo 4 mil propietarios poseen 74,3 millones de hectáreas. Sobre ellos se tiene que concentrar la política impositiva nacional y en cada provincia. Los pobres del campo y los pequeños y medianos productores en vez de ser afectados por la voracidad impositiva nacional y provincial deben ser liberados de mayores cargas y a los afectados por la sequía y las inundaciones ayudarlos con subsidios y créditos blandos. Por estos problemas del momento, al que se suman otros estructurales, principalmente la falta de política de tierra para la juventud, es que a al cierre de esta nota Federación Agraria Argentina está decidiendo nacionalizar la lucha.
2. La producción agropecuaria es objeto de una gran presión impositiva por parte del gobierno nacional y de las provincias. Se hace en función de las necesidades de mantener las Cajas, las que se achicaron a raíz de “la crisis mundial que se nos vino encima”, según reconoce ahora la presidenta. Se achicaron más las cajas provinciales por la caída de los recursos de coparticipación federal que retacea y gira diariamente la Nación.
3. Según algunos estudios realizados para la provincia de Buenos Aires sobre los impuestos y descuentos de comercialización que afectan a la producción agropecuaria, en estos momentos, entre el nivel nacional, provincial y municipal el Estado se lleva el 80 por ciento del valor de la producción. La presión tributaria total incluye: derechos de exportación, IVA, ganancia mínima presunta, bienes personales, ganancias, autónomos, créditos y débitos, combustibles, seguridad social (contribuciones patronales), inmobiliario, sellos, ingresos brutos, patentes, tasas viales y otros. En la historia política y económica del mundo siempre se dijo que al campo, desde la Grecia antigua, le chupan la sangre tres vampiros: los terratenientes, la usura y el Estado. En la Argentina de hoy es este último el que se ha convertido de lejos en el vampiro más grande.
4. La reforma impositiva de la provincia de Buenos Aires y el respectivo aumento del impuesto inmobiliario incluye a muy pequeños propietarios. Veamos el ejemplo que diera el diario Página 12 en su edición del domingo 3: campo de 212 hectáreas en Gonzáles Chaves, 40% de aumento; campo de 99 hectáreas en Bahía Blanca, 38,5% de aumento; campo de 30 hectáreas en Chivilicoy, 10,7% de aumento; campo de 73 hectáreas en Lincoln, 23% de aumento; campo de 38 hectáreas en Pergamino, 50% de aumento. Lo cual desautoriza las versiones que aseguran que el impuesto en marcha excluye al 62% de padrón inmobiliario rural.

 

No conocen el campo
Tal como se dice en estos días en las filas de Federación Agraria Argentina parafraseando lo de “sobre llovido, mojado”, esta vez corresponde “sobre sequía, impuestazo”. La pregunta principal ante la situación creada es la siguiente:¿Por qué no concentraron exclusivamente el aumento del impuesto en los 1.742 propietarios de más de 2.500 hectáreas que poseen en provincia de Buenos Aires 8,4 millones de hectáreas, lo que significaría afectar sólo al 3,4% del total de explotaciones agropecuarias? La respuesta es principalmente de carácter político, teórico e ideológico: para el gobierno y sus apoyaturas el “campo” es un horizonte plano sin diferencias de clases y todos forman parte de las patronales enemigas agropecuarias, que desde la Resolución 125 del año 2008 tienen afanes “destituyentes”, idea que le aportaran en aquel momento los intelectuales de Carta Abierta, que del campo, como dijera Otto Vargas, no conocen ni como caga una vaca.