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09 de December de 2015

Carlos Santillán expulsó del Sindicato de Empleados Municipales de Jujuy (SEOM) a un dirigente del PTS. Años atrás ya había expulsado a nuestro compañero Justino Burgos.

Solidaridad con Alejandro Vilca

Jujuy: Un repaso por la historia del SEOM

El 30 de mayo del año 2008, en asamblea por Memoria y Balance, Justino Burgos, en ese momento secretario adjunto del SEOM, quiso denunciar las irregularidades del balance, que mostraban la corrupción del secretario general “Pájaro” Bejarano. Esto le fue impedido por una patota que lo sacó de la asamblea. Al día siguiente Justino no pudo ingresar al gremio ni a su oficina, pues habían cambiado la cerradura para que no pudiera acceder al sindicato.
Justino Burgos y otros miembros denunciaron las irregularidades en el Ministerio de Trabajo el 2 de junio de 2008, realizaron declaraciones públicas en los medios (Tribuno 11/6/2008) y presentaron escritos con firmas de afiliados para que se llame a una Asamblea Extraordinaria para tratar irregularidades.
Durante lo que restaba del 2008 y parte del 2009 se juntaron firmas y se presentaron distintos escritos al gremio, al Ministerio de Trabajo y a la Justicia, pidiendo una nueva asamblea. El gremio nunca más llamó a asamblea.
Justino Burgos renunció a su cargo en la Comisión Directiva, con el argumento que no podía quedarse en una dirección que había abandonado el clasismo y cuando existían probados hechos de corrupción. 
Burgos comenzó a organizar una agrupación para presentarse en la elección gremial del 17 de julio del 2009. Nos impugnaron la lista e impidieron la participación de una verdadera lista clasista. En la elección participó una sola lista, con Bejarano de candidato y Santillán como apoderado. Votó sólo el 15% del padrón, y de esos hubo un 5% en blanco. O sea que la nueva comisión directiva ganó con el 10% del padrón, con un total repudio de los afiliados.
La Comisión Directiva del SEOM, el 25 de noviembre del 2009 decidió “suspender preventivamente” como afiliado a Justino Burgos y llamó a una asamblea para el 11 de diciembre donde Justino fue expulsado. El que dio los principales fundamentos de la expulsión fue Carlos Santillán, con el principal argumento de que Justino es afiliado al PCR. También argumentaron que “en la agrupación 1º de Mayo que había armado Justino habían participado delegados de ATE-CTA e integrantes del Partido Obrero que nada tenían que hacer en la vida institucional del SEOM Jujuy” (cita textual del acta de asamblea de expulsión que está en el Ministerio de Trabajo).
Después de todos estos hechos, de haber intentado mantener la unidad de los obreros municipales de la provincia, y al ser expulsado Justino Burgos, decidimos formar una asociación sindical el 13 de julio del 2010, que se llama Sindicato Independiente de Empleados Municipales de Jujuy (Sieom), sindicato que hoy integra la Intersindical defendiendo los derechos de los trabajadores municipales de la provincia.
Desde esa época Santillán no sólo abandonó el clasismo, sino que empezó a atacar a todo dirigente gremial luchador. Antes Justino Burgos, hoy Alejandro Vilca, dirigentes que luchan por la democracia obrera, por levantar las banderas del clasismo. Santillán abandonó el clasismo y pasó a la traición al expulsar a dirigentes clasistas, hecho que está a la altura de la más nefasta burocracia sindical (los llamados “gordos” de la CGT). No es novedad en Santillán esto, tampoco en el momento político en que lo hace, tomando medidas que están al servicio de las clases dominantes.
En un momento donde el nuevo gobierno de Macri expresa a grupos del bloque dominante de burguesía intermediaria del imperialismo y a sectores de la oligarquía terrateniente. Tanto el grupo familiar (Macri-Calcaterra), como el numeroso grupo de empresarios que integran el nuevo gabinete, y otros asociados o aliados, son grupos de burguesía intermediaria del imperialismo, o grandes terratenientes.
Con un nuevo gobernador en Jujuy, donde las clases dominantes, los empresarios del azúcar, las mineras, con Gerardo Morales se garantizan que no se pongan en discusión o se cuestione la estructura productiva atrasada y semifeudal que se mantiene en la provincia.
La feroz disputa entre los de arriba, y la voluntad de grandes masas de no retroceder y no pagar el ajuste de una herencia de la que no somos responsables, marcan una situación política con una gran inestabilidad, en medio de un proceso abierto de reagrupamientos de fuerzas populares.
Por eso desde el PCR damos la más amplia solidaridad con el compañero Alejandro Vilca, dirigente del PTS, con los que tenemos debates ideológicos que no los hacemos en público, los haremos personalmente con ellos. Hoy más que nunca urge la necesidad de la unidad en el campo popular y el fortalecimiento de todas las herramientas de la clase obrera, política, sindical e ideológicas, donde desde ya no tienen cabida los traidores que le hacen el juego a las clases dominantes. 
Secretario del PCR de Jujuy