A comienzos de mayo la empresa alemana Volkswagen anunció la suspensión por ocho días a 3.900 trabajadores de su planta situada en Pacheco, mucho más de los 2.800 que había anunciado horas atrás. Esta es una nueva escalada brutal de la patronal imperialista, que en marzo venía con un plan de 300 suspensiones rotativas.
En la vecina planta de Ford de Pacheco, nos decía un compañero que “la situación viene muy complicada, porque van a una suspensión por un año de 520 compañeros. Les ofrecen pagar un 75% del salario en el primer cuatrimestre, 70% en el segundo y 65% en el tercero. Como la perspectiva que da la patronal es ir a los despidos si no hay reactivación, meten también un plan de ‘retiros voluntarios’, y el gremio empuja agarrar el arreglo”.
El trabajador de Ford informa que la empresa yanqui deja de fabricar el Focus, que se exportaba a Brasil, y se quedan con la producción de las camionetas Ranger. “Hace tres años hacíamos 520 unidades por día. Hoy estamos en 220”.
El secretario zonal del PCR, Ramón Bogado, agrega que en Volkswagen “dejaron de fabricar Suran. Hacen solo la Amarok. La empresa ya cerró el turno noche, y empuja al arreglo a los trabajadores. También Honda estuvo parada un mes. Esto arrastra a las autopartistas. Acá en la zona hay suspensiones y despidos en Lear y metalúrgicas como Metalsa y Gestamp. Esta última cerró la planta de chapas para coches en Escobar, y las traen directamente de China”.
Este panorama en la Zona Norte del Conurbano es parte de una crisis que, como advirtió a principios de abril el presidente de Volkswagen en América del Sur, Pablo Di Si, “No creo que hayamos tocado fondo”.
Los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), indican que en marzo la producción nacional de vehículos fue de 29.227 unidades, un 10,5% menos respecto de febrero y un 41,1% por debajo del registro del mismo mes del año pasado. La exportación fue de 21.085 vehículos, 23,9% menos respecto del volumen que se contabilizó en marzo de 2018. Las ventas mayoristas cayeron un 57,6% respecto a marzo del año pasado.
Esto despertó parcialmente de la siesta a la dirección nacional del Smata, que fue convocante del paro del 30 de abril, y tuvo una adhesión total en las terminales de la zona.
Nos comentaba Bogado que “la crisis también se siente en otras ramas como la de la Alimentación, con suspensiones, despidos y cierres en La Salteña Alijor y Fargo. Frigor tercerizó su producción de helados a Icecream. El paro se hizo sentir en muchas fábricas de la zona. No así en Mondelez donde el sindicato no llamó a parar, y la empresa aprovechó y jugó fuerte, amenazando con sanciones y fuerte quita de jornales a los que adherían. Hay muchos cortes de calles por los despidos y suspensiones. Frente a la conciliación de muchas direcciones de gremios y de la CGT, desde abajo viene un reclamo de paro activo de 48 horas contra la política de este gobierno que es de bajar las chimeneas, hambreador y entreguista”.
Hoy N° 1765 08/07/2019