1. El peor fin de año de la década K
Se disparó la inflación, que terminó de devorar y dejó atrás los aumentos conquistados en los salarios, jubilaciones y planes sociales en el 2013. El gobierno se negó a dar el bono de fin de año, que sólo se logró donde hubo lucha.
1. El peor fin de año de la década K
Se disparó la inflación, que terminó de devorar y dejó atrás los aumentos conquistados en los salarios, jubilaciones y planes sociales en el 2013. El gobierno se negó a dar el bono de fin de año, que sólo se logró donde hubo lucha.
El reclamo policial por aumento salarial mostró que no hay vuelta atrás en el pacto de negocios (seguridad privada, droga, trata, prostitución, etc.) entre gobiernos y cúpulas policiales. Estas unificaron a la base policial con el reclamo salarial, dieron “zonas liberadas” e impulsaron a las bandas realizar los saqueos tratando de arrastrar los sectores más pobres. Luego, en Tucumán y otros lugares, reprimieron brutalmente en los barrios, sobre todo a los jóvenes. La única respuesta a esta realidad mafiosa fueron las movilizaciones de multisectoriales en las que participaron la CCC, el PTP y el PCR, con la consigna lucha sí, saqueos no, y la organización de los vecinos en los barrios para su autodefensa, extraordinaria en Tucumán, La Matanza y otros lugares.
Mientras el país era estremecido por los asesinatos en Tucumán, que serían más de 30, la presidenta bailaba y tocaba el bombo en “la fiesta” de los 30 años de democracia. Después, salió a defender al represor de la Panamericana, Berni, enjuiciado por haber encarcelado a mujeres embarazadas y niños, sin orden judicial, ¡en cuarteles de Campo de Mayo!, y atacó a los que se defendieron de la represión asesina en el Indomericano. En esos días, impuso el ascenso del represor de la dictadura Milani, como mandamás del Ejército y las Fuerzas Armadas.
La presidenta “se borró” cuando la ola de calor puso en evidencia el fracaso total de su política de corrupción y entrega en la energía, que llevó a la compra de combustibles por 12.000 millones de dólares en el 2012: barrios enteros y edificios vivían en la calle, y muchos siguen ahí, por los cortes de luz. También aquí la respuesta vino de los vecinos, que en la Capital Federal se organizaron en 260 piquetes. Y siguió “borrada” para las fiestas (como en Cromañón, la masacre ferroviaria de Once, y en todos los hechos en los que le corresponde poner la cara).
2. Ajustazo y Entrega
La inflación es parte del azustazo del gobierno K, por eso miente que no existe. De cada $100 que cuestan las cosas que compra el pueblo, $21 van al gobierno a través delIVA, y otra tajada saca por otros impuestos. Su plan de “precios controlados” es una burla, porque primero avaló todos los aumentos brutales del 2013: harina 145%, azúcar 116%, aceite 55%, manzana 241%, etc.
Otros “regalos envenenados” de fin de año fueron el aumento de las naftas, el gasoil y los peajes, que encarecen el transporte y se cargan en los precios de las góndolas. Aumentó de $1,50 a $2,50 el boleto mínimo de los micros porteños, y es brutal el aumento en los del Gran Buenos Aires. Macri, para no ser menos, quiere aumentar a $4,50 el subte. Y en muchas provincias hay impuestazos para pagar el aumento a las policías.
Cayeron 13.000 millones de dólares las reservas del Banco Central en el 2013. El gobierno K, que juró no negociar con la usura internacional, ahora negocia con todos: yanquis, Ciadi, Banco Mundial, Club de París y FMI. Y en lugar de defender las reservas de petróleo y gas, las ofrece por monedas, a los monopolios imperialistas como Chevron, que saquean y envenenan.
En la crisis, los yanquis consideran que están mejor. Pero no les va bien a los “aliados estratégicos” del “modelo K”. La economía china aterriza, y nadie sabe si ese aterrizaje será suave o a porrazos; lo de China golpea a Brasil, y Europa sigue con varios países muy golpeados.
3. Gobierno débil y peligroso. La gobernabilidad
El gobierno K, debilitado, sigue siendo peligroso. Tiene el gobierno, mayoría en el Congreso, y armó un fuerte aparato de espionaje y represión. Maniobra para ampliar su fuerza en la Justicia, porque necesita jueces amigos y fueros para que no se investiguen las fortunas amasadas con la corrupción. Sigue aspirando a ser la primera fuerza, en el 2015.
Todos los grupos del bloque dominante hacen jugar de bomberos a los políticos y sindicalistas amigos. Para ellos, la clave es que la clase obrera y el pueblo paguen el ajustazo. Temen que la debilidad del gobierno (o los manotazos que suele dar), en una situación económica y social muy complicada, desmadren el país. Y presionan para que el gobierno acelere el ajuste, para que no le deje un polvorín al que asuma en el 2015.
Esa puja entre los de arriba por cómo se hace el ajuste y a qué grupos económicos beneficia, tensa contradicciones entre ellos. Hay rumores, amenazas, y también hechos como la revuelta policial, que muestran signos de inestabilidad de la situación política. Trabajan para que se llegue a las elecciones del 2015, pero saben que no será una ruta pavimentada, sino un camino poceado en el que puede haber barquinazos grandes.
4. La pulseada de las paritarias
En la clase obrera y el pueblo crece la bronca y la voluntad de lucha para enfrentar la política K que descarga la inflación, el ajustazo y la crisis en las masas, mientras los monopolios del automotor, petróleo, alimentación, bancos, cerealeras, etc., juntan la plata con pala.
Es posible torcerle el brazo a esa política K. Los petroleros de Chubut y Santa Cruz arrancaron un aumento de $ 4.000 y el reinicio de las paritarias en febrero.
Trabajamos para que las asambleas y cuerpos de delegados de las grandes empresas exijan un salario mínimo vital y móvil de $8.500, como un monto fijo que unifique el reclamo de la clase obrera, a partir de lo cual, en cada gremio se planteen objetivos que avancen hacia la canasta familiar real, teniendo en cuenta las diferencias de cada región. Pugnamos para que la fuerza de la clase obrera concentrada cree condiciones para la unidad en la lucha de todos los trabajadores por esos objetivos, junto al 82% móvil a jubilados, aumentos de los planes y asignaciones sociales en función a ese salario mínimo, la eliminación del impuesto a las ganancias que le roban a los trabajadores, etc.
Impulsamos que la lucha de los trabajadores estatales, docentes, de la salud, etc., una esos reclamos salariales con la pelea para que los gobiernos provinciales pongan impuestos a los monopolios y grandes terratenientes, y para arrancar del gobierno antifederal K (que en el 2013 se quedó con el 71% de los impuestos, y las provincias recibieron solo el 29%), como primer paso, quese vuelva a la ley 23.548 (de 1988), que establece una distribución primaria de la coparticipación federal del 56% a las provincias, el 43% a la Nación, y el 1% para ATN.
Así la clase obrera puede ser en el centro de la unidad multisectorial, unificando sus reclamos con los del campesinado y los originarios, estudiantes, artistas, intelectuales, profesionales, cuentapropistas, pequeños y medianos comerciantes y la industria nacional.
5. Tres grandes tareas
En las grandes masas populares, junto a la bronca y la combatividad, hay también angustia e incertidumbre hacia a dónde vamos. Quieren defender lo conquistado y avanzar, no quieren volver para atrás, ni con el ajustazo del gobierno K, ni con los programas de ajuste de la oposición publicitada por los multimedios del sistema, los Macri, los Massa-Lavagna, Scioli, o una nueva Alianza como la que gobernó con De la Rúa.
La lucha por la personería del PTP es, en sí misma, una gran campaña política para ser el motor de la unidad de amplias masas de trabajadores, campesinos, originarios, jóvenes y mujeres, en un frente político, popular, patriótico, democrático, antioligárquico y antiimperialista, en todo el país, que juegue con fuerza en las tres grandes tareas que están planteadas: 1) la unidad multisectorial, con la clase obrera en el centro, para torcerle el brazo a la política K de ajuste y entrega; 2) que exprese esa unidad multisectorial para la lucha en las elecciones del 2015; 3) que pueda jugar, con fuerza, ante situaciones críticas, como las que se crearon con la revuelta policial y los saqueos o los cortes de energía.
El PTP ha dado pasos hacia su personería nacional, con experiencias avanzadas que dejan enseñanzas que muestran que es posible avanzar rápidamente en todo el país, como la del Frente en Río Negro que conquistó como senadora nacional a la Dra. Magdalena Odarda, y como el Frente en Salta que impuso con concejal de Urundel a Víctor “El Gondi” Caraita. El PCR, unido en su 12 Congreso, cerró un año de lucha, con la alegría de importantes avances.
El gran desafío, ahora, es que el PTP y el PCR estén a la altura de la situación: a la cabeza de la lucha para torcerle el brazo a la política K de ajuste y entrega, y a la cabeza de la unidad que abra el camino para que las amplias masas obreras, campesinas y populares sean las protagonistas del fin del ciclo K. Las enseñanzas del Argentinazo, de la rebelión agraria y federal, y la reciente autoorganización popular frente a los saqueos y la represión, marcan el camino para avanzar hacia un gobierno popular, patriótico, democrático y antiimperialista, hegemonizado por la clase obrera, que abra paso a la liberación nacional y social.
