Frente a esta brutal descarga de la crisis sobre las espaldas del pueblo, se suceden día a día huelgas sectoriales y movilizaciones, y se prepara una nueva huelga general para fines de mayo.
Frente a esta brutal descarga de la crisis sobre las espaldas del pueblo, se suceden día a día huelgas sectoriales y movilizaciones, y se prepara una nueva huelga general para fines de mayo.
El estudio Desigualdad y Derechos Sociales. Análisis y Perspectivas 2013, elaborado por la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), traza un cuadro que detalla con crudeza las consecuencias de la política del gobierno de Rajoy. Según este informe, la pobreza llega al 21,8% de los españoles, cerca de 10 millones de personas. Cáritas, involucrando al anterior gobierno del PSOE, habla de una “década perdida”.
En el detalle, la Fundación Foessa afirma que la cifra de pobreza se eleva al 38% en el caso de un matrimonio con uno o dos hijos, y al 48% en el caso que la familia se componga de dos adultos y tres niños.
Una demostración que también en España se benefician los que “la juntan con pala”, como le gusta decir a nuestra presidenta, es que desde el 2007 (en el comienzo de la crisis) la diferencia entre los más ricos (el 20% de personas con mayores rentas) y los más pobres (el 20% con menos ingresos) ha aumentado un 30%.
El informe de Cáritas termina advirtiendo que la política de recortes sociales que lleva adelante el gobierno español, llevará, aún en el caso de un repunte de la actividad económica (sin una profunda transformación social, agregamos nosotros), a que “el impacto de la crisis se cronifique entre los más desfavorecidos”.
Este estudio se complementa con los datos aparecidos hace pocos días, indicando que ya suman 6,2 millones los desocupados en todo el país, el 27,16% del total. En el caso de los jóvenes, esta cifra se eleva a casi el 60%. Es decir que 6 de cada 10 jóvenes no tiene trabajo.
Frente a este panorama, no hay día que algún sector de los trabajadores o de la sociedad no esté en la calle peleando contra las consecuencias de esta política. Trabajadores públicos o privados, estudiantes, desalojados de sus casas por no poder pagar las hipotecas, republicanos, “indignados” de varios sectores, ocupan las calles y plazas, por ahora sin una sostenida coordinación. De manera incipiente, en algunas de las marchas se han comenzado a escuchar consignas, no sólo contra la monarquía, sino directamente contra el gobierno, exigiéndole “dimisión”, y hasta el tan conocido por los argentinos “que se vayan todos”.
Distintos gremios, como el ELA del País Vasco, vienen reclamando –frente a un panorama que califican de “dramático”, “desolador” e “insostenible”- mayor unidad sindical, ya que sólo “la movilización y la lucha pueden cambiar esas políticas”.
Los sectores populares, además de los recortes y la terrible situación social, enfrentan una creciente represión por parte del gobierno, imprescindible para poder aplicar su política. El ejemplo más reciente fue el 25 de abril, cuando sectores nucleados en el “Asedio al Congreso”, fueron apaleados por 1.400 agentes de las Unidades de Intervención Policial, el cuerpo de elite que viene actuando en las marchas. Además, día a día crecen los encarcelamientos de activistas, ya sean trabajadores, estudiantes, o de otros sectores.
El gobierno de Rajoy avanza en su política de recortes, acordada con las potencias mandantes de la Unión Europea, lo que asegura un crecimiento de los enfrentamientos por parte de los sectores populares.
Con relación a esto, además de un conjunto de huelgas parciales, como las acordadas por varios sindicatos del sector de la salud –que serán de 24 horas y un día por semana de mayo y parte de junio- las de los trabajadores del Metro, y algunos sectores industriales, se está trabajando para una huelga general, prevista para el 30 de mayo.