Macri lideró el gobierno más desmalvinizador luego de las presidencias de Menem.
Los Acuerdos de Madrid I y II fueron firmados por Menem siendo su ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Cavallo. A estos Acuerdos de sumisión nacional le siguieron la sanción de la Ley de Garantía a las Inversiones británicas Nº 24.184 y otros Acuerdos y Entendimientos públicos y secretos que significaron, en los hechos, la rendición incondicional frente a la ocupación militar de Inglaterra de nuestros territorios australes.
Fue la época de las relaciones carnales que publicitaba alegremente el ministro Guido Di Tella, el que enviaba a los ocupantes de Malvinas los ositos Winnie Pooh en señal de amorosa invitación a las relaciones carnales.
Todo el sistema de defensa nacional fue desmantelado en este período, respondiendo a las exigencias del Reino Unido y de EEUU. Se liquidó el proyecto Cóndor (el vector argentino), se discontinuó la producción del submarino nuclear y todo proyecto que promoviera el desarrollo autónomo en materia de producción para la defensa nacional. Nuestro país entró en una etapa de indefensión nacional y desmalvinización como política de Estado.
Este es un muy somero recuento de las políticas antinacionales de Menem. No abordamos las implicancias de la liquidación de YPF o la política de endeudamiento externo que arrastraron a nuestro país a una crisis fenomenal.
Macri y Malvinas
Macri, ya presidente, en enero de 2016, se reunió con el primer ministro británico David Cameron en la ciudad suiza de Davos, en el marco del Foro Económico Mundial. En esa reunión ratificó los Acuerdos de Madrid como marco de las relaciones diplomáticas y militares de sumisión ante el colonialismo inglés.
En agosto de 2016, la primera ministra Theresa May envió a Macri una carta en la que resumía todas las imposiciones del Reino Unido en beneficio de su ocupación colonial. Macri aceptó todas esas exigencias y dio lugar a lo que se conoce como los Acuerdos Malcorra-Duncan y luego, Foradori-Duncan, derogado por Alberto Fernández.
También aceptó que los kelpers, en la reunión del Comité de Descolonización en las Naciones Unidas, participaran en representación como “tercera parte”, algo que la Argentina siempre rechazó, porque los kelpers son británicos (como la propia Inglaterra reconoce) y no son una población autóctona ni originaria, son una población insertada para garantizar la ocupación colonial inglesa.
También en el período Macri, respondiendo a las exigencias de EEUU e Inglaterra, se descontinuó el proyecto del vector Tronador, otro desarrollo aeroespacial argentino, y de otros emprendimientos técnicos e industriales autónomos.
Se produjo el cierre de empresas de la defensa nacional, como Fanazul, cuya reapertura se realizó en junio de 2023 y de la que dio cuenta nuestro periódico hoy. Se recortaron todos los presupuestos de la defensa nacional y se entregó el control militar y de las llamadas fuerzas de Seguridad, en especial Gendarmería y Prefectura, a EEUU, a través de un acuerdo con el Estado de Georgia de EEUU.
En este período se otorgó a Joseph Lewis autorización para un segundo aeropuerto, en Lago Escondido, que completaría el dispositivo militar británico con el ya existente en Bahía Lobos, sobre el Atlántico. Este segundo aeropuerto por ahora está suspendido, pero, no tenemos dudas, sería reactivado si asumen el gobierno Milei-Macri.
También se realizó un vasto acuerdo con la DEA/CIA que lideró Patricia Bullrich y que subordinó a nuestro país a los intereses de EEUU en el ámbito de lo que se denomina “seguridad interna”.
Macri llevó a fondo una política de indefensión y desmalvinización que profundizó la que aplicó Menem en sus dos gobiernos. Aquí no consideramos muchos otros aspectos de la política antinacional del macrismo y que tuvieron mucha incidencia en la defensa nacional, como es el área de guerra cibernética o ciberdefensa, que quedó tutelada por EEUU e Inglaterra.
Milei, admirador de Margaret Thatcher
Milei, por propia boca, reivindicó a Menem como el mejor presidente de la historia argentina y a Cavallo como el mejor ministro de economía. Se declaró admirador de Churchill, Reagan y Margaret Thatcher, y propuso, como alianza estratégica argentina, unirse a la tríada militar occidental de EEUU-Reino Unido-Israel, lo que implica subordinar a nuestro país a los intereses imperialistas de uno de los bloques que se están conformando en la disputa por el dominio de los recursos y los territorios estratégicos en vista a una posible tercera guerra mundial.
Diana Mondino, a quien se menciona como posible ministro de Relaciones Exteriores en un hipotético gobierno de Milei-Macri, declaró en una entrevista al diario británico The Telegraph, “Los derechos de los isleños van a ser respetados, deben ser respetados y no se les puede faltar el respeto. El concepto de que uno le puede imponer a la gente lo que se puede hacer o lo que se debe hacer es extremadamente feudal e ingenuo”. Esta declaración produjo una ola de repudios. Al decir “derecho de los isleños”, estableció que para Mondino, hay una población que es denominada “isleños” a la que hay que respetar “sus derechos”. Es decir, para Mondino, no se trata de ciudadanos británicos, súbditos de la corona inglesa, que usurpan nuestros territorios, sino de una “población” a la que se le deben “respetar sus derechos”.
La posición de Mondino abre paso a aceptar la falacia británica de que a los ciudadanos ingleses de Malvinas les cabría el derecho a la autodeterminación, una barrabasada jurídica, que fue rechazada por las Naciones Unidas en más de una oportunidad. Las declaraciones de Mondino fueron avaladas por el propio Milei.
Las propuestas de total privatización de empresas estatales argentinas, entre ellas muchas vinculadas a la defensa nacional, implicaría un nuevo y brutal retroceso en este ámbito. Este proyecto privatizador alcanzaría a la reserva de petróleo de Vaca Muerta y los recursos de litio y tierras raras que abundan en nuestro país y hoy son saqueadas por las mineras imperialistas.
Las políticas desmalvinizadoras anunciadas tanto por Mondino como por Milei, fueron repudiadas por los veteranos de Malvinas.
En el 34 Congreso de la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina, en la ciudad de General Pico, La Pampa, su actual presidente, VGM Ramón Robles, repudió estas propuestas. Posteriormente, el presidente honorario de la misma Confederación, VGM Rubén Rada, desde Rosario, difundió un mensaje a toda la ciudadanía, rechazando las propuestas desmalvinizadoras de Milei.
Luego de la derrota de Milei en la primera vuelta, se concretó el pacto de Milei con Macri-Bullrich, personajes que promueven la desmalvinización y la entrega nacional.
La derrota de Milei-Macri-Bullrich en la calle y en las urnas, es clave para frenar los nuevos intentos desmalvinizadores y de profundizar la indefensión y la entrega nacional.
El 19 de noviembre, votamos Unión por la Patria, para defender lo conquistado, luchar por todo lo que nos falta y avanzar en un camino liberador.
Escribe Alberto F. Cordelli
Hoy N° 1986 08/11/2023
