En países dependientes disputados por varias potencias imperialistas, como sucede en la Argentina, existen conflictos de intereses entre varias potencias imperialistas. Cada una protege a un grupo de terratenientes y burguesía intermediaria creando su propio grupo de poder y, por ende, contradicciones con otros grupos que, en ocasiones, se tornan inconciliables. Este es el punto débil del enemigo, posible de utilizar por el pueblo. Porque si esas fuerzas enemigas se unen –como sucedió el 24 de marzo de 1976– son imposibles de vencer en tanto se mantengan juntas.
02 de October de 2010