Frente al ajustazo del gobierno kirchnerista objetivamente se plantea una pulseada fundamental en el curso de los próximos dos meses, para que los trabajadores no sigamos pagando los efectos de la crisis y no seamos nuevamente la variable del ajuste para beneficio de los que la juntaron y la siguen juntando con pala.
Frente al ajustazo del gobierno kirchnerista objetivamente se plantea una pulseada fundamental en el curso de los próximos dos meses, para que los trabajadores no sigamos pagando los efectos de la crisis y no seamos nuevamente la variable del ajuste para beneficio de los que la juntaron y la siguen juntando con pala.
El ajuste se da a través de una inflación que algunos dicen va a superar el 40% anual, a lo que se suma la brutal devaluación que comenzó a cuentagotas, y que en enero se descargó con la más pura de ortodoxia neoliberal. Con el nuevo año llegaron los aumentos de pasajes, tarifas, impuestos y tasas, de intereses en tarjetas y créditos. Además, el aumento infernal de ritmos de producción licúa violentamente el poder adquisitivo de los salarios, haciendo de éstos la variable de ajuste de la economía.
Los trabajadores somos los banqueros del Estado oligárquico imperialista: la Anses usa nuestros aportes para sostener los subsidios al capitalismo de amigos, la corrupción, el pago de deuda externa ilegítima y usuraria, y nuevos endeudamientos como el pago ilegítimo a Repsol, a los fondos buitres, o la deuda odiosa con el Club de París.
En este marco político, donde las luchas se van sucediendo una detrás de otra, será un avance para esta pulseada si se logra un paro y piquetazo nacional multisectorial, y que la clase obrera sintetice como propuesta un programa integral económico de emergencia, cuyo primer punto sean salarios equivalentes a la canasta familiar completa posterior a la devaluación, la eliminación del impuesto a los salarios y del IVA a la canasta alimentaria, el 82% móvil para jubilados y el aumento de todos los planes sociales con un mínimo vital y móvil de $8.500.
Hay que librar una gran batalla política frente a los argumentos del gobierno kirchnerista y de otros sectores de las clases dominantes, y acorralar y neutralizar el chamuyo político de los dirigentes sindicales colaboracionistas que argumentan con razonamientos como, “cuidar lo conquistado”, “defender la pequeña y mediana empresa”, “cuidar las fuentes de trabajo” y “miren cómo están en del mundo y como estamos nosotros”. Esta batalla política exige ir a fondo en cada sección de los lugares de trabajo proponiendo asambleas que discutan cómo se sale, la elección de paritarios y comisiones paritarias desde abajo, cuánto se debe ganar y no porcentajes.
Unir pacientemente la clase por abajo, sacando mandatos, -a la vez que se va planteando la confluencia por arriba- para aislar a los colaboracionistas y traidores, y dejar sin espacio a los conciliadores, exigir a los gremios asambleas generales y reuniones de cuerpos de delegados donde se discutan y aprueben resoluciones políticas sobre el plan de emergencia y de lucha en paritarias, y el paro nacional. Hoy tácticamente el centro está en la batalla de los docentes y estatales y en el no comienzo de clases (ver nota).
Esta pulseada exige estar preparados en todos los terrenos, porque el ajuste no pasa sin represión y la realidad va mostrando como pretende meter al Ejército en la seguridad interior, cómo reprimen y encarcelan luchas como la de los hermanos de Pampa del Indio, los presos de Las Heras. La jornada democrática del 27 debe unir la lucha por la absolución de los compañeros de Las Heras, con la libertad de los petroleros recientemente detenidos, y los presos y procesados de Pampa del Indio en Chaco.
La ley sindical
Facundo Moyano ha presentado un proyecto de ley sobre las elecciones en los sindicatos, que tiene cuatro principios principales; elección directa de los consejos directivos de las asociaciones sindicales de primer grado; nombramiento de la Junta Electoral exclusivamente por parte del máximo órgano deliberativo; exclusión definitiva de los requisitos proscriptivos para conformar listas; el cuarto está vinculado con la accesibilidad de los padrones de afiliados.
Este es un proyecto que no cambia lo de fondo, que la autoridad sigue siendo el Ministerio de trabajo. Estamos en desacuerdo con este proyecto, que trata de salvar un proyecto sindical que está en crisis. El proyecto no parte de la realidad existente, ni de los fallos de la Corte, pero merece estudiarse a fondo artículo por artículo, para debatir con argumentos sólidos.
Hay otro proyecto, presentado por Víctor De Gennaro, con el que tenemos acuerdos, y también desacuerdos importantes. Se deben estudiar a fondo, a la luz de nuestra propuesta sindical que está muy clara en el 12 Congreso del Partido Comunista Revolucionario, y el informe sindical de 31 de octubre del 2010. Éste no es un problema para dejar para después. Tengamos en cuenta que la mayoría de la clase obrera se ha renovado y hay por lo menos un 75% de jóvenes, por lo tanto es imprescindible llevar a todos los lugares de trabajo el debate sobre el proyecto sindical, el modelo que parte del Smata Córdoba y René Salamanca.
Debemos estudiar en todos los lugares, y armar urgentemente talleres para muñir a los luchadores de argumentos para esta batalla política, que el gobierno quiere cerrar con un acuerdo con “Los gordos”, con un nuevo decreto reglamentario de la 23.551, y que algo cambie para que no cambie nada. Sabemos que el centro del debate es el programa de emergencia independiente de la clase obrera y el pueblo y el paro nacional, no la ley sindical, pero no podemos no tener argumentos para el debate. Los talleres también deben reunir elementos para sustentar cada punto programático del programa de emergencia.
La decisión de la CTA de Micheli del paro nacional de docentes y estatales para el 5 de marzo, la jornada nacional de lucha con paros, piquetes y movilizaciones para el 12 del mismo mes, y la propuesta de confluir con docentes y estatales de la CGT Moyano, van en el camino correcto para librar la batalla por un paro nacional multisectorial. Con ese objetivo desplegamos nuestro trabajo por abajo, junto a la Multisectorial que une la clase obrera con los campesinos pobres, los chacareros, los estudiantes, los originarios y la lucha democrática.
