Defender el patrimonio cultural en sus diversas manifestaciones, rescatando aquellas expresiones de cultura obrera, campesina, originaria y de contenido nacional y popular ignoradas o discriminadas por la cultura dominante.
Incrementar el presupuesto oficial para cultura asegurando un mínimo del 1% del presupuesto nacional, como recomienda la Unesco.
Defender el patrimonio cultural en sus diversas manifestaciones, rescatando aquellas expresiones de cultura obrera, campesina, originaria y de contenido nacional y popular ignoradas o discriminadas por la cultura dominante.
Incrementar el presupuesto oficial para cultura asegurando un mínimo del 1% del presupuesto nacional, como recomienda la Unesco.
Democratizar la aplicación del presupuesto para cultura, con participación popular en los organismos de gestión y control. Basta de “tercerizar” la realización de eventos artístico-culturales en favor de los empresarios amigos del poder.
Combatir el flagelo de la droga a partir de facilitar el desarrollo deportivo, artístico y cultural de la juventud. Hacer de cada terreno baldío un polideportivo, hacer en cada barrio un centro cultural.
Respetar las culturas originarias, combatir su discriminación, favorecer su desarrollo y su derecho a la propiedad de la tierra.
Fomentar en la educación primaria y secundaria el respeto a la diversidad sexual y de género. Por una cultura que combata el patriarcado y la doble opresión de las mujeres.
Estimular la producción artística popular (cine, teatro, música, literatura, artes plásticas, danzas, etc.) y asegurar el más amplio acceso público a ella.
Sostener y facilitar el funcionamiento de los clubes y centros culturales populares y barriales.
Impulsar la sanción de leyes propuestas o consensuadas por los trabajadores de la cultura de todas las disciplinas que respondan a las necesidades y reivindicaciones de cada rama artística. Por una ley nacional de cultura auténticamente federal, que incorpore representantes del pueblo a las instancias de decisión.
Establecer una regulación verdaderamente antimonopólica de los medios de comunicación. Asegurar la difusión de la producción cultural nacional en los porcentajes que estipula la Ley de Medios.
Propiciar programas culturales urbanos y rurales, con énfasis en la juventud y la tercera edad, en base a las características de cada región.
Proteger a los artistas y trabajadores de la cultura, de los grupos económicos vinculados al espectáculo y la producción artística, eliminando el trabajo precario y la corrupción en los contratos con el Estado.
Impulsar la investigación en todos los campos de la realidad sociocultural y garantizar la libertad de creación, otorgándose subsidios y premios para alentar las actividades culturales y científicas.
Alentar el intercambio cultural y científico con todos los países –en especial con los latinoamericanos y del tercer mundo–, para que nuestra cultura se enriquezca incorporando críticamente los elementos más avanzados de la cultura universal.
Por una cultura al servicio del pueblo
Luchamos por una cultura antiimperialista y antiterrateniente de todo el pueblo. Una cultura nacional, científica, democrática y popular.
Popular porque las masas populares tienen que ser los protagonistas y los destinatarios de la cultura.
Antiimperialista y antiterrate-niente porque enfrenta los dos pilares de la opresión nacional: la dependencia y el latifundio.
Nacional expresa la necesidad de recoger con espíritu crítico el patrimonio histórico, y desarrollarla enfrentando la cultura impuesta por las clases dominantes.
Científica porque procuramos que se sustente y aporte a la búsqueda de la verdad objetiva en nuestro conocimiento del mundo, ya que la ciencia es parte esencial de la cultura.
Democrática porque se debe promover la participación protagónica del pueblo en la creación y desarrollo de la misma, contra las concepciones elitistas y antidemocráticas.
PTP en el Frente Popular