El lunes 9 de mayo regresó el compañero Ramón Bogado a la fábrica, después de la cobarde agresión sufrida el 26/4, hecho que seguimos denunciando y repudiando en todos los lugares.
El lunes 9 de mayo regresó el compañero Ramón Bogado a la fábrica, después de la cobarde agresión sufrida el 26/4, hecho que seguimos denunciando y repudiando en todos los lugares.
Ese mismo día, la Comisión Directiva del STIA, por disposición del Congreso de la FTIA, iniciaba un plan de lucha en toda la alimentación con paros sorpresivos de dos horas por turnos. Fue en rechazo al 24% de aumento salarial propuesto por la Cámara Empresaria de la Alimentación. En muchas fábricas hubo bloqueo de entrada y salida de camiones con los congresales. Esto sucedió por tres días consecutivos, siendo muy importante el movimiento realizado, acatado por la totalidad de los compañeros.
Esto puso muy nervioso a los monopolios de la alimentación, que vienen realizando una brutal superexplotación con enormes ganancias, como pasa en Kraft. Quieren utilizar el acuerdo de Cristina Kichner con Moyano, poniendo un tope salarial con esa cifra.
La masividad de las medidas muestra que se puede seguir confiando en la lucha de los compañeros de toda la alimentación para torcerle el brazo al congelamiento salarial. Lamentablemente no convocan a asamblea general en esas horas de paro para que los compañeros puedan discutir, tomen en sus manos la lucha salarial, se fortalezcan, conozcan qué porcentaje se está discutiendo, qué se va a firmar. El STIA ha acatado la conciliación obligatoria solicitada por las empresas en el Ministerio de Trabajo. Esto divide y debilita.
Por otro lado, también la Comisión Interna hace el mismo juego que favorece a las patronales. No convoca a asambleas dentro de la planta, y con pocos salen a posicionarse mediáticamente realizando acciones aisladas.
Por los dos caminos vamos mal, y va a ser difícil conseguir el 40% de aumento en una sola cuota, como proponemos los compañeros de la Agrupación 1º de Mayo de la alimentación. Para eso peleamos la unidad de los 2.700 trabajadores de Kraft y de toda la alimentación para lograr estos objetivos. ¡Hay que consultar a los trabajadores!
El compañero Bogado tuvo una muy buena recepción de parte de las trabajadoras y trabajadores, que le hicieron llegar su solidaridad, dándole mucha fuerza para seguir adelante cuando volvió a trabajar. Es llamativo que la Comisión Interna no haya sacado una declaración ni se haya pronunciado públicamente sobre esta brutal agresión.
Desde la Agrupación 1º de Mayo estamos muy agradecidos de la solidaridad y el afecto que nos ha llegado de nuestros compañeros de la fábrica, y de muchos compañeros, amigos, personalidades, y fuerzas políticas de todo el país.