El acto del 18 convocado por la CGT, los movimientos sociales y la Federación Agraria Argentina fue un nuevo e importante paso en la unidad de acción frente al despiadado ajuste macrista.
El acto del 18 convocado por la CGT, los movimientos sociales y la Federación Agraria Argentina fue un nuevo e importante paso en la unidad de acción frente al despiadado ajuste macrista.
Grandes columnas de trabajadores formales de gremios como dragado y balizamiento, bancarios, guincheros, construcción, metalúrgicos, alimentación, docentes y estatales, se mezclaron con otros miles de mujeres y hombres de la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, protagonizando una de las protestas más grandes de los últimos meses. Se sumaron al reclamo las dos CTA, la Federación Nacional Campesina, organizaciones de pequeños comerciantes, estudiantes universitarios y secundarios de la CEPA y el MUS, Amas de Casa del País, y partidos políticos como el PJ, el PTP y el PCR, entre otros.
El punto central de la confluencia en las calles fue el reclamo que la Cámara de Diputados dé urgente sanción a la Ley de Emergencia Social aprobada hace pocos días en el Senado, y contra los despidos y suspensiones, en defensa del salario, contra la flexibilización laboral, para parar la inflación, para que se reactive la economía, contra las importaciones indiscriminadas, terminando con el impuesto a los salarios y los tarifazos a los sectores populares.
En el palco montado de espaldas al Congreso de la nación, se hicieron presentes varios secretarios generales de gremios, y las delegaciones de las organizaciones convocantes. Entre ellos estuvieron por la CCC Julia Rosales, Fredy Mariño y su coordinador nacional, Amancay Ardura. Por Pueblos Originarios en Lucha la compañera Norma de Rosario, y su coordinadora Margarita Peñailillo. Además estaba la secretaria general del Suteba Quilmes, Lidia Braceras.
Fueron oradores Carlos Acuña, uno de los triunviros de la dirección cegetista, Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Juan Carlos Alderete por la CCC (ver recuadro), Esteban Castro (CTEP), y cerró Juan Carlos Schmid, por la dirección de la CGT.
“Un hecho trascendente”
Carlos Acuña le advirtió a Macri: “Se terminaron los tiempos. Queremos respuestas ya. Presidente, empiece a cumplir con los compromisos de campaña, como terminar con el impuesto al salario”. Daniel Menéndez afirmó que: “El pueblo sabe que cuando las organizaciones sociales y el movimiento obrero pone por delante un reclamo genuino, la sociedad acompaña como lo ha hecho a lo largo de tantos años. Tenemos que tener la madurez de construir caminos que nos unifiquen en nuestros reclamos, es una jornada histórica y nos llena de alegría haber sido parte y protagonistas”. Esteban Castro recordó la llegada de Perón, cuyo aniversario se conmemoró el día anterior, y dijo “Este es el primer paso de un largo camino, para nosotros la unidad con la CGT es estratégica. Los monopolios van a tratar de romper esa unidad, nosotros la vamos a sostener y además corremos con una gran ventaja, los monopolios tienen un profundo odio de clase y nosotros estamos profundamente unidos por amor al pueblo”.
Todos los oradores, así como varios dirigentes sindicales y políticos presentes, coincidieron en la importancia de la aprobación de la emergencia social, y que “plata hay” si se toca la renta de los que se la llevaron y se la siguen llevando con pala.
En el cierre del acto, Juan Carlos Schmid, titular del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (Dragybal), comenzó planteando autocríticamente que la CGT durante mucho tiempo no tomó los reclamos de los trabajadores informales. Reclamó que más que blanquear dinero de los poderosos hay que “blanquear la situación social”. Recordó la consigna histórica de la CGT de Saúl Ubaldini de “paz, pan y trabajo”, y reivindicó los ejes “Tierra, techo y trabajo” que promueve el Papa Francisco. Calificó Schmid al acto como “un hecho trascendente” en la unidad de los distintos sectores de la clase trabajadora, y expresó que “el pueblo trabajador no fuga capitales, no estamos tirando bolsos por arriba de los muros”. Criticó a los empresarios que “Se creen que encerrados en un country van a poder vivir toda la vida mientras la Argentina se viene barranca abajo”, y exigió al gobierno “el cese de los despidos”.
El multitudinario acto mostró la bronca creciente frente a un gobierno que produjo en menos de un año más de un millón de nuevos pobres, mientras mentía con “pobreza cero”, y toma medida tras medida que sólo beneficia a los grandes monopolios y terratenientes. Bajo la consigna “Unidos por la justicia social”, decenas de miles mostraron en la calle la necesidad de la urgente declaración de la emergencia social, con la creación del salario social, el aumento en la Asignación Universal por Hijo, así como un bono de fin de año y el cese de despidos y suspensiones. La pelea sigue para garantizar que Diputados trate la ley este año.