El compañero Nardulli, es “el Tano”, para todo el movimiento villero, en el que milita hace 50 años. Miembro fundador del PCR, al que llegó como parte del contingente juvenil que rompió con el revisionismo del PC en el año ‘67, es marroquinero de oficio, y desde hace años trabaja en la organización de villas y barrios en la zona sudoeste de la Capital Federal.
El compañero Nardulli, es “el Tano”, para todo el movimiento villero, en el que milita hace 50 años. Miembro fundador del PCR, al que llegó como parte del contingente juvenil que rompió con el revisionismo del PC en el año ‘67, es marroquinero de oficio, y desde hace años trabaja en la organización de villas y barrios en la zona sudoeste de la Capital Federal.
El Tano comienza diciendo: “En los últimos tiempos se fueron desarrollando tomas de tierra, y se consolidaron algunos asentamientos. El último, antes de lo de estos días, el barrio La Esperanza, al final del barrio Los Piletones. La gente vive en una situación de ultra precariedad. Nosotros ayudamos a organizar los delegados, y firmar un petitorio pidiendo las cuestiones más elementales: agua, luz. Fuimos a la UGIS [Unidad de Gestión e Intervención Social], a la Corporación del Sur. Se pasaron la pelota de uno a otro. Fuimos a la Legislatura. Todo en medio de grandes provocaciones y amenazas de parte de bandas armadas que tiene que ver con la delincuencia y la droga. Esto fue una experiencia muy importante, que nos ayudó para esta toma.
“De esta toma me llamó la atención la masividad. Es la más masiva que conocí en mis 50 años de militancia. No sé cómo empezó, pero se extendió como reguero de pólvora. Nosotros nos veníamos preparando para una toma, si no había respuestas en el tema de la vivienda. Se dio la toma, y nuestros compañeros, sin pedirle permiso a nadie, confluyeron ahí. Fueron y se metieron. En esa situación me llaman. Con el compañero Diosnel [Pérez, dirigente de la Villa 20] estuvimos desde el principio, y más allá que nosotros no la impulsamos, tratamos de dirigir para que la gente se mantuviera unida. De que si tocan a uno respondan todos, no sólo ante la represión oficial, sino ante la parapolicial.
“Esas bandas son funcionales a la policía, al gobierno. Operan de noche. Como ahora, que trataron de quedarse con terrenos, para venderlos, o para cobrar subsidios que se pueden llegar a conseguir. La industria del subsidio la vienen empujando desde el gobierno, y no de ahora, sino los anteriores también. Pretenden esconder el problema de la pobreza y la falta de vivienda. Al que no tiene nada en el bolsillo, o en el estómago, le ofrecen 700 pesos y agarra, porque con eso come unos días, y el tema de la vivienda sigue postergado.
“Quería hablar del tema de los extranjeros, que están diciendo tantas cosas ahora, tan ofensivas. Estos compañeros vienen corridos por el hambre. Muchos de ellos, originarios que pierden su tierra. Lo que pasó en Formosa con el asesinato del compañero López es un ejemplo de algo que es cotidiano en todo el país. El gobierno, que se dice nacional y popular, juega a favor de la extranjerización de la tierra, y los expulsados de esa tierra, muchos vienen para acá. Así se armó el asentamiento en Chacarita. La gente se bajaba del tren y se armaba el ranchito ahí.
“Cuando son expulsados, tanto del interior de nuestro país, como de los países limítrofes, la gente viene acá y vuelve a tener vigencia el problema de la tierra, ahora no para producir, sino para tener un techo y condiciones de vida dignas. Desde algunos canales están diciendo cualquier cosa, como que la gente quiere meterse y no pagar por su vivienda. Esta gente no sabe nada de cómo se originaron las villas en nuestro país. Así como ahora nacieron las villas. Y las casas que se levantaron, las losas, los arreglos en los barrios y las villas los hizo la gente. Los gobiernos no pusieron un peso para las viviendas. La gente levantó ladrillo por ladrillo todas las casas que están en las villas.
—Detrás de estas tierras
hay grandes negociados,
tanto del gobierno nacional
como del de la ciudad.
—Si no me equivoco, hay más o menos 36 lotes destinados a hacer viviendas populares. El gobierno de Macri ya hace un tiempo quiso venderlos. Entre ellos los terrenos que fueron expropiados en Varela y Cruz, donde se podrían haber hecho 3.000 viviendas –una parte para los damnificados por el incendio de Villa Cartón de hace tres años-. Hubo una oposición de las organizaciones que estamos en contra de estos chanchullos, como el MOI, Cuba, nosotros, algunos legisladores. Se impidió esta venta.
Al lado del asentamiento, pasando las vías, está un predio de 6 manzanas, todo asfaltado, que el gobierno quiere destinar a un Polo Farmacéutico, que lo único que va a hacer es aumentar la contaminación mucho más, junto al cementerio de autos, la cercanía al Riachuelo, el arroyo Cildáñez.
Hay tierras. Lo que no hay es una política de construir viviendas. Lo único que le queda a la gente es hacer lo que se hace. Unirse, organizarse, ocupar, construir y resistir. En este caso concreto se empezó al revés. No se unieron ni se organizaron. Ocuparon y fueron reprimidos. Lo que unió fue la necesidad de vivienda y tierra.
—Hay una política que defiende los intereses de los poderosos, tanto en la ciudad como en el gobierno nacional…
—Estos gobiernos, en vez de combatir la pobreza, combaten a los pobres. Esta gente tiene un profundo desprecio por los pobres. Los consideran una mercancía electoral. Los pobres no son ninguna mercancía. Son producto de la expropiación que se hace de todas las riquezas del país. Y nadie elige ser pobre. Ahora están instrumentando a algunos vecinos enfrentando a otros pobres. Este gobierno que se dice nacional y popular, en la práctica tiene una política que es la de pagar una deuda externa usuraria e ilegítima, y ahora interviene el FMI en el Indec ¿para qué? ¿Para hacer estadísticas que escondan la pobreza?
Estalló la pobreza. Yo le decía a los funcionarios en las reuniones que tuvimos, que este problema no lo inventó nadie, la pobreza existe, y el problema va a seguir. La crisis existe, la inflación recorta los salarios todos los días a los trabajadores. A los compañeros que les dan la asignación por hijo les sacan los otros planes, como el Ciudadanía Porteña. De los planes de 150 ni hablemos. Cuando los dieron, podías comprar 100 kilos de carne. Hoy no comprás 10 kilos.
Macri, que habla de seguridad, armó una policía donde todos son unos facinerosos, tanto que tuvo que cambiar varios jefes. Esos tipos le tienen odio a la gente. Por eso el bautismo de fuego de la Metropolitana no fue combatiendo a la delincuencia, ni a la pobreza, sino combatiendo a los pobres.
Y que no se haga el distraído el gobierno nacional. Shoklender, hablando por Hebe de Bonafini, trata de ensuciar diciendo que son todos narcos, y que los muertos son por enfrentamientos entre narcos. Estos cartuchos [los muestra] no son de los pibes que se dan con Poxirán. Son de las escopetas de la Federal. Y con esto nos tiraron. Hay coparticipación entre ambos gobiernos.
Antes te decía que me llamó mucho la atención la masividad. Incluso muchas mujeres, que están alquilando una piecita, se largaron a ocupar sin consultar a su marido. También llama la atención la represión. Nunca vi una represión tan bestial, y eso que yo pasé unas cuantas, y la tercera cosa es la reacción de los jóvenes. Cada vez que una bala penetraba en alguna persona, los chicos se enardecían, iban al combate con todo. Ahí eché de menos las molotov que se usaban en otra época. Para el Neptuno, las piedras son como puteadas.
El responsable del SAME se jactaba de que habían sido eficientes. Eficientes para ellos, porque las ambulancias estaban para al lado de las policías para atender a los que les pegaban las piedras, y del lado nuestro, cuando nos acribillaban, no había nadie. Los mismos vecinos llevaron los heridos a los centros asistenciales.