Este 8 de marzo, volvemos a las calles -con las medidas de cuidado necesarias- para reclamar por todos los derechos que aun nos faltan. Es el primer 8M en el marco de la pandemia del coronavirus y por eso reivindicamos a todas las mujeres que han estado al frente de la primera línea: médicas, enfermeras, personal sanitario y de limpieza quienes enfrentan una sobrecarga laboral; las trabajadoras desocupadas que venían enfrentando la crisis y el despojo heredados del macrismo y se pusieron al hombro la lucha contra el hambre durante la cuarentena.
Remarcamos la precarización laboral a la que son sometidas quienes realizan teletrabajo, el no tener horarios definidos, lo que sumado al incremento de responsabilidades de tareas de cuidado y domésticas genera conflictos amplios.
Seguimos levantando la consigna “igual salario por igual trabajo”, porque continuamos siendo las peores pagas.
Este 8M además salimos a la calle contra la violencia que nos ha arrebatado más de una compañera por día en lo que va del año. Vamos a levantar con todo la necesidad de la declaración de la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres, para que el Estado nos dé respuestas justas ante el desamparo que vivimos.