No porque desdeñemos los procesos electorales, sino porque los valoramos como parte de la lucha del pueblo por sus reivindicaciones y hacia una verdadera y definitiva independencia.
No porque desdeñemos los procesos electorales, sino porque los valoramos como parte de la lucha del pueblo por sus reivindicaciones y hacia una verdadera y definitiva independencia.
Por eso integramos activamente el Frente Social y Popular en la Provincia consagrando dos diputados provinciales: Carlos del Frade y Mercedes Meier. Del mismo modo construimos a nivel nacional el Frente Popular con la Unidad Popular y otras expresiones políticas y dimos con todo la batalla electoral en las PASO.
Pero fuimos excluidos por la legislación electoral proscriptiva y, por lo tanto, tuvimos que votar en blanco en las elecciones de octubre. Ya que ninguno de los programas que se presentaban al pueblo enfrentaban lo que a nuestro entender son las dos montañas que lo oprimen, la dependencia de los imperialismos y el monopolio terrateniente de las tierras productivas.
Y eso lo hicimos, protagonizando todos los días las batallas que libra la clase obrera y el pueblo junto a muchos compañeras y compañeros que votaron por alguna de las otras opciones electorales . Así protagonizamos combates contra despidos y suspensiones, en defensa de los pequeños y medianos productores agrarios, contra el hambre y la desocupación y por los derechos de género, en movilizaciones históricas como el Encuentro Nacional de Mujeres de Mar del Plata.
Ahora el balotaje nos coloca en la situación de optar por dos candidatos, pero sobre todo por dos programas y dos experiencias de gobierno que estamos convencidos no van a aportar para nada en resolver los grandes problemas del pueblo y de la nación. Por el contrario, ambos ya han explicado que van a ser presidentes para el ajuste, para que la crisis mundial que golpea a la Argentina la paguen los que trabajan y no los que se enriquecieron “a paladas” hasta hoy. Y quieren hacerlo “en nuestro nombre”.
Ni Scioli, llegado a la política de la mano del nefasto Menem y que acompañó una década ganada por los pooles de siembra, los exportadores y los imperialismos, en particular el chino.
Ni Macri, llegado a la política para garantizar las políticas “neoliberales”, al que ni siquiera en campaña electoral se le borra su esencia de derecha, a contramano del avance del pueblo.
Los conocemos bien, no van a abrir una etapa de progreso y esperanzas, sino a agravar la dependencia.
Nuestro voto en blanco es por el contrario para afirmar la unidad de los sectores populares para impedir el ajuste, para defender todo lo conquistado con nuestras heroicas luchas que han sido regadas con sangre de pueblo, con detenciones y procesos, para que la tierra sea para los que la trabajan y para que quiten de nuestro suelo las garras los chinos en Neuquén y los ingleses en Malvinas.
Y como eso solo lo pueden hacer las mayorías del pueblo, vamos a defender con firmeza y decisión esta posición electoral, manteniendo a la vez, el mayor de los respetos por los compañeros que con otra visión voten diferente.
