Durante la campaña aprovechamos cada micrófono, cada reunión y acto para denunciar la situación que viven los marplatenses y para levantar el programa que nuestro pueblo viene esbozando en cada lucha. Estamos orgullosos de eso. Creemos haber mostrado también que se puede construir en unidad y que la diversidad de opiniones y experiencias, lejos de ser una traba, potencian los espacios de construcción popular.
Durante la campaña aprovechamos cada micrófono, cada reunión y acto para denunciar la situación que viven los marplatenses y para levantar el programa que nuestro pueblo viene esbozando en cada lucha. Estamos orgullosos de eso. Creemos haber mostrado también que se puede construir en unidad y que la diversidad de opiniones y experiencias, lejos de ser una traba, potencian los espacios de construcción popular.
No llegamos al 1,5% que nos impone la antidemocrática ley electoral, en este sentido, no alcanzamos el objetivo. Sin embargo, estamos muy contentos y conformes con los resultados obtenidos. Crecimos de a miles. Logramos muchos más votos que en la elección de 2015 –cerca de 4.000– y nuestra lista quedó posicionada como octava fuerza. También nos alegró haber tenido votos en casi la totalidad de las mesas. Esto indica que nuestra propuesta llegó a todos los sectores que componen la realidad social de nuestra ciudad.
Miramos con preocupación el avance de Cambiemos en esta elección. Los resultados muestran que estamos ante un escenario complejo y adverso para los sectores populares. Si se fortalece este gobierno se va a reafirmar un rumbo que hasta el momento ha significado un proceso de transferencia de recursos de los sectores populares a los sectores más concentrados de la economía, de hiperendeudamiento externo y de avance de los esquemas represivos hacia la protesta popular. Esto necesariamente requiere un análisis colectivo y un replanteo de las estrategias que hasta el momento nos hemos dado como pueblo para enfrentar estas políticas.
En la ciudad de Mar del Plata la preocupación se mezcla con una cuota de asombro. Desde el macrismo han reconocido que la gestión encabezada por Carlos Arroyo es una de las peores gestiones de la provincia o quizás del país. Los números de la elección indican que la estrategia oficial de despegar a la candidata Vilma Baragiola del actual intendente fue exitosa. A esto debemos sumarle que las candidaturas de Marcos Gutiérrez, Marcelo Artime y Ariel Ciano no lograron despegar, entre otras cosas, por haber sido parte o estar vinculadas a las fuerzas que dejaron a la ciudad en una profunda crisis social, económica, ambiental y financiera. Fue decisiva también la presencia de María Eugenia Vidal que concentró en esta ciudad gran parte de su agenda en las últimas semanas y volcó recursos económicos. En síntesis, corrieron al intendente de la campaña, aprovecharon la debilidad de una oposición manchada por la mala gestión y la corrupción y volcaron recursos desde la provincia.
A todos los que nos apoyaron con su voto y confiaron en nosotros, queremos decirles que llegamos para quedarnos. En octubre apoyaremos a los distritos donde la lista del FSP logró superar el 1,5% (San Cayetano, Necochea, General Alvarado y Ayacucho) y convocamos a los marplatenses a votar contra el ajuste sin volver atrás.