“El Che Guevara pasó su última noche en una escuela rural. Ya herido, contempló una frase en la pizarra y dijo a la maestra: “le falta el acento”. La frase era “Yo sé leer”. Ya derrotado, el guerrillero volvía a otra forma de corregir la realidad. 43 futuros maestros han desaparecido. La dimensión del drama se cifra en una frase que se opone a la impunidad, el oprobio y la injusticia: “Yo sé leer”. El México de las armas teme a quienes enseñan a leer.
A ese país le falta el acento. Llegará el momento de ponérselo”.
Juan Villoro.