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I. “Los revisionistas del marxismo-leninismo niegan el papel de la violencia en la historia. Temen la palabra “violencia” como la sanguijuela a la cal”.
 
II. “Los que recurren a la violencia para la represión del pueblo trabajador, son los que claman contra la violencia”. 
Vo Nguyen Giap, hoy Nº 1270.

El papel de la violencia en la historia

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Refiriéndose a las posiciones del PCR en diferentes acontecimientos históricos, y a sus diferencias con el izquierdismo trotskizante, se dice en ¿Ha muerto el comunismo? “…siempre tuvimos en cuenta lo de las masas en todos los sentidos. Una línea de masas tiene que atender no sólo a su conciencia sino también a sus sentimientos. No estoy hablando de la ‘intuición’ de los sindicalistas revolucionarios, ni del populismo. Quiero decir que para dirigir verdaderamente a las masas hay que ganar su corazón. Hay que tener en cuenta cómo sienten, cómo ven los procesos políticos y sociales. Cuándo están tristes y cuándo están alegres, como decía siempre Salamanca. Es decir que para un partido revolucionario es tan importante el velorio en la casa de un compañero, el acompañarlo en una situación así, como participar en una discusión de masas en una asamblea”.
Jorge Brega, conversaciones con Otto Vargas: ¿Ha muerto el comunismo? Edit. Agora. Pág. 220.

Tener en cuenta a las masas en todos los sentidos

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“Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma que garantiza la unidad interna del Partido y demás organizaciones revolucionarias en beneficio de nuestro combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma”. Mao Tsetung: Contra el liberalismo.

La lucha ideológica activa

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En 1932 Luciano Molinas asumió la gobernación de la provincia de Santa Fe. Entre otras de sus medidas avanzadas, en medio de la década del fraude y el reinado conservador, “eliminó los gastos de etiqueta” que llevaban 1.500 pesos por mes, rebajó su sueldo de 2.500 pesos a 1.800 pesos, suspendió el pago de la deuda externa de la provincia y ordenó las rentas provinciales” (ver Clarín del 15/2/2009).

Luciano Molinas

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En 1896 las sucesivas devaluaciones, los “ajustes” frente a la crisis y los rigores de la acumulación primera “han llevado al obrero a la mitad de lo indispensable para subvenir a sus necesidades”, nos dice Rubens Iscaro en su libro Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino y agrega Arturo Zamudio Barrios en su libro sobre Las prisiones de Héctor P. Agosti: “ya Germán Ave Lallemant, en los orígenes del movimiento obrero argentino acotaba que: ‘es improbable que en parte alguna del mundo las mujeres del proletariado se encuentren en una situación más miserable que en Buenos Aires’”.

Las mujeres del proletariado

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