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11 de abril de 2018

Los clubes son de los socios

No a las sociedades anónimas deportivas

A seis meses de la nueva presidencia de AFA con el acuerdo de Tapia-Angelici se ven claras muestras del alineamiento del fútbol con el gobierno.

Una de las primeras medidas de la nueva dirección de la AFA fue la creación de la Superliga y la venta de los derechos de televisación a la multinacional Fox Turner, promovida por el gobierno para la cancelación del Programa de Fútbol para Todos, incumpliendo la promesa de campaña de Macri de mantener el fútbol en pantalla sin costo hasta el 2019.
Al igual que el presidente llenó su gabinete de amigos empresarios, la AFA se copó de dirigentes amigos de su “pasado” futbolero. Entre ellos, los presidentes de los tribunales de disciplina, de ética, de apelaciones y el presidente de la comisión electoral de AFA. Además de Fernando Marín (ex gerenciador de Racing con Blanquicelente) con cargo en AFA y en la Secretaría de Deportes de la Nación de Mac Allister.
Mientras en las tribunas de clubes como San Lorenzo, River, Racing se escucha con mayor frecuencia el hit Mmlpqtp… se asoman “nuevos” cambios en el fútbol argentino.
El gobierno reflotó el viejo proyecto de Macri sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) inspiradas en europeizar el fútbol. Primero se ajustó el calendario de torneos al europeo, se creó la Superliga sacándole a la AFA el manejo del torneo de primera división, y a nivel latinoamericano se copió el formato de la Copa Libertadores a la Champion League y de la Copa Sudamericana a la Europa League.
En 1995, y antes de asumir como presidente de Boca, Macri con apoyo de Carlos Menem intentó comprar el club Deportivo Español, lo que no prosperó ante el rechazo masivo de los socios. Como presidente de Boca presentó el proyecto de sociedades anónimas deportivas ante la AFA, que sin el apoyo de Grondona, perdió en la votación por 34 votos a 1 (el suyo).
Hubo otros intentos fallidos en el pasado, como los de Boca y San Lorenzo con la empresa internacional ISL, y experiencias de gerenciamiento de Racing con Blanquiceleste, Mandiyú de Corrientes con el recordado paso de Maradona como técnico, y más atrás en el tiempo el club Loma Negra administrado a pérdida por Amalita Fortabat. A partir de Macri como presidente, se reflota el proyecto privatizador del fútbol que quedó trunco tras el estallido social del año 2001.
Con las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) se abre la puerta a que accionistas se conviertan en dueños de los clubes, al ingreso de capitales extranjeros de dudosa procedencia permitiendo el lavado de dinero, al igual que hoy ocurre con las transferencias de jugadores. La creación de las SAD es necesaria para el próximo proyecto de Angelici de incorporar las apuestas online en el fútbol.
La excusa del avance del proyecto es que actualmente existen algunos clubes que funcionan como SAD encubiertas, léase Talleres de Córdoba y Defensa y Justicia, vinculados a capitales mexicanos.
Ante las encuestas, gran parte de los dirigentes de los clubes de la Superliga se muestran en contra a aplicarlos en sus clubes, pero a favor de la “libertad de los clubes a elegir” esbozada por Macri.
La instalación de las SAD prioriza la ganancia económica sobre el bienestar social, la identidad de los clubes y el deporte. Así, los socios perderán el manejo del club en manos del capitalista inversor, como ocurre en la mayoría de las ligas europeas.
Las sociedades anónimas tienen como objetivo generar ganancia mediante los capitales privados, con experiencias de desaparición de clubes centenarios como el Salamanca y el Badajoz en España. En contraposición, los clubes como asociaciones civiles reivindican un fin social, cultural y deportivo.
A todo esto decimos: los clubes no tienen dueño, los clubes son de los socios.

Escribe Comisión de Deportes

Hoy N° 1712 11/04/2018