El 18 de noviembre de 1978, hace 40 años, falleció José Ratzer, uno de los fundadores del Partido Comunista Revolucionario, mi viejo.
Me permito escribir estas líneas de manera personal. José Ratzer, que fue miembro del Comité Nacional de nuestro Partido, y luego del Primer Congreso integró su Comité Central hasta su muerte, había nacido en 1930 en Bolívar, provincia de Buenos Aires. Como Lucas Figari, tal su nombre de guerra en el PCR, fue el primer director de Nueva Hora (antecesor del hoy) y fundador y director de la revista Teoría y Política (actualmente Política y Teoría).
Muchas de las cosas que supe sobre la vida y militancia de mi viejo las conocí gracias a sus camaradas del Partido, particularmente por lo que me contó su gran amigo y secretario general del PCR, Otto Vargas. Por él supe, por ejemplo, que mi viejo se llamó José por Stalin, ya que la familia de mi abuelo paterno eran militantes del PC de la Argentina en la década del 20, adonde habían llegado desde Rusia.
José Ratzer se hizo comunista militante a los 14 años en su Bolívar natal, donde ingresó a la Federación Juvenil Comunista (FJC) en 1944, “dedicando desde entonces su vida a la lucha por la revolución y el comunismo”, como dice la reseña biográfica que publicamos todos los años en el hoy. Sobre esto tengo el recuerdo personal de mi viejo parafraseando una máxima peronista, diciendo: “primero está la revolución, después está el Partido, y por último las personas”.
Esto explica de manera sencilla porqué José, que con los años se había convertido en un dirigente de la FJC primero y del PC después, inclusive realizando importantes tareas internacionales, no dudó, a principios de la década de 1960 -cuando comprendió el carácter revisionista de la camarilla que dirigía ese partido- en organizar la resistencia contra la misma. Fue entonces uno de los dirigentes de los miles de afiliados expulsados por esa camarilla en 1967, que fundaron el PCR el 6 de enero de 1968.
Mi viejo debió lidiar con distintas enfermedades desde muy joven, que se fueron agravando con los años. Eso no le impidió realizar hasta el último día una activa militancia partidaria, tanto en condiciones de legalidad como en la más dura clandestinidad. Como recordó Otto en un homenaje a 25 años de su fallecimiento, Ratzer trabajó en los comienzos del Partido, en las tareas periodísticas como director de Nueva Hora y Teoría y Política, “también en la organización de tareas de impresión y distribución”. Como me contaron varios compañeros, sobre estas tareas tenía una frase: “el problema no es correr 100 metros, sino correr 100 hoy, para correr 99 mañana”.
Periodista e investigador
Parte de su tarea militante fue su actividad como periodista, ya en tiempos de la FJC, y su estudio profundo del marxismo leninismo. En él, como en muchos de su generación y de esa “corriente heterogénea” que fundó el PCR, al decir de Otto Vargas, este estudio fue una necesidad como parte del proceso de ruptura, no sólo con la dirección revisionista del PC, sino con un conjunto de ideas que provenían de la que se había transformado en la mayor usina del revisionismo: la URSS, en la que se había restaurado el capitalismo y se transformaba en socialimperialista. En ese recorrido José fue parte de los dirigentes del PCR que llegaron al maoísmo, comprendiendo que ese era el requerimiento para ser marxista-leninista en nuestra época.
En esa tarea combatiente, José Ratzer escribió el ensayo filosófico La consecuencia antimarxista de Rodolfo Mondolfo (Ediciones Cinco, Buenos Aires 1984). Su otra gran pasión fue la investigación de la historia del movimiento obrero en general, y de la corriente marxista en particular. Producto de esto, entre numerosos artículos, es su libro Los marxistas argentinos del 90, que es reconocido como “un clásico hoy para todos aquellos que estudian los orígenes del movimiento obrero argentino” como lo calificó Otto Vargas. Digamos de paso que las tesis planteadas en este libro, y desarrolladas en El movimiento socialista en Argentina, (Editorial Agora, 1981), libro inconcluso que editó el Partido tras la muerte de José Ratzer, siguen siendo atacadas por corrientes trotskistas y algunos “marxistas de cátedra”.
No puedo dejar de señalar que cuando falleció mi viejo, en 1978, estábamos atravesando lo peor de la dictadura genocida. En esas circunstancias no dejaron de operar agentes del enemigo de clase, fuera y dentro del Partido, para sembrar intrigas y operar sobre la familia y la dirección partidaria.
Fracasaron. Acá está el PCR que José Ratzer ayudó a crear, cumpliendo orgulloso sus 50 años de existencia y de lucha, manteniéndose firme en la defensa del marxismo-leninismo-maoísmo, en el camino de la revolución en nuestra patria que abra camino a una sociedad sin oprimidos ni explotados.
Emilio
Hoy N° 1743 14/11/2018
