Gómez relata que en la actualidad ha bajado la cantidad de contagios e internados. “Hoy en el hospital hay 42 internados. Hace cuatro meses atrás superamos los 100. Me parece que eso tiene que ver con la cantidad de vacunados, con algunas restricciones que se hizo desde el gobierno nacional y algunas muy pocas que acompañó el gobierno de la Ciudad, como la restricción de la actividad nocturna y demás. Después, el grueso de la gente por lo menos en el hospital se cuida un poco más; le tuvo que tomar respeto a esta pandemia.
“Lo mismo informaba la semana pasada el Comité de Crisis, que había bajado un poco la cantidad de consultas en la UFU (Unidades Febriles de Urgencia). Como han bajado las internaciones también han bajado las angustias del personal, tanto médicos, enfermeras y del resto que está en la primera línea.
“Después, en el Hospital Ramos Mejía estamos en mejores condiciones, porque le hemos arrancado a Larreta algunas reivindicaciones, para que no se nos muera ningún compañero. Apenas comenzó la pandemia, le metimos dos recursos de amparo en la Justicia, en dos fueros distintos. La Justicia obligó a Larreta a que nos proveyera de equipos de protección personal, en cantidad y calidad, para protegernos, y de este modo, evitar el contagio y la transmisión.
“Esto fue acompañado de un dispositivo nuevo para nosotros que fue mantener el distanciamiento social dentro del Hospital. Entonces se armó un Comité de Crisis donde están todas las autoridades del hospital, la gremial médica y nuestra gremial. Todos aportamos para enfrentar esta pandemia.
“Ningún hospital, creo que del mundo, estaba preparado para una pandemia de tal magnitud, la estructura edilicia no estaba preparada. Entonces, se tuvo que adaptar.
“Nosotros como cuerpo de delegados tuvimos que decirles a nuestros compañeros que, por ejemplo desayunen en un aula. Pues para desayunar hay que sacarse el barbijo, y si lo haces en medio de una carga viral, el resultado ya lo tenés. No todos los hospitales tuvieron el mismo abordaje. Por eso se contagiaron muchos compañeros.
“Otro logro fue que el Gobierno de la Ciudad invirtiera en equipamiento de oxígeno central para todas las salas de internación, porque básicamente el tratamiento es con oxígeno. Al principio de la pandemia nos manejábamos con los tubos de oxígeno, lo que trae manipulación de los tubos, accidentes de trabajo, angustia porque se terminaban a las 2 de la mañana.
“También se ha logrado que el Gobierno de la Ciudad invirtiera en la ropa del personal del hospital: 1200 trabajadores hoy cuentan con dos ambos. Fue el único hospital que obtuvo esos logros desde el cuerpo de delegados.
Peleas junto al Hospital Durand
“Pero seguimos en la lucha: la semana pasada estuvimos con los compañeros del Hospital Durand, donde realizaron un paro y abrazo a su hospital. Estuvimos apoyando esa movida, reclamando los mismos puntos: en primer lugar reclamando un reconocimiento económico a la primera línea a los trabajadores de la salud. Segundo, que reconozcan insalubridad del trabajo hospitalario. Presentamos un proyecto de ley con la legisladora Velazco, compañera de Barrios de Pie.
“Hemos hablado con jefes de bloque, Ferreño (presidente del bloque de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires) es un hombre de Alberto Fernández), hablamos con Santoro, con Montenegro, con todo legislador que pudimos hablar y que ha venido al hospital, le hemos transmitido el tema que más preocupa a los trabajadores, tanto a enfermeros, técnicos, administrativos y demás, que es la insalubridad. No se puede ocultar en esta pandemia que necesitamos que se declare trabajo insalubre: ya es la segunda pandemia que soportamos, Covid y antes Gripe A.
Un hospital integrado al barrio
“Todo esto a muchos compañeros les ocasionó trastornos psíquicos. Por eso también, con los compañeros de la Pichon Riviere, se armó un equipo que va los martes y viernes a hacer una contención a los compañeros. Una experiencia impresionante para todos.
“Desde los cuerpos de delegados del Ramos y del Durán, estamos planteando al gobierno de la Ciudad y al sindicato: el reconocimiento salarial, reconocimiento de insalubridad y el pase a planta de los contratados. En nuestro hospital, logramos además de muchas cosas, que ingresaran 160 enfermeros como contratados en el periodo de la pandemia. Ahora queremos que los pasen a planta permanente. Lo mismo sucedió en todos los hospitales de la Ciudad que tenían Covid, que ingresó personal de enfermería contratada en menor cantidad y ahora estamos planteando que pasen a planta permanente”.
En esta lucha ejemplar, Claudio toma por el contrario lo que ocurre en el sector privado donde los trabajadores de la Sanidad están en lucha porque las cámaras empresariales no le quieren otorgar el aumento que se les están otorgando a todos a nivel nacional, que es de un 45%. Aumento que abarca a enfermeros, técnicos, camilleros y administrativos. “Ellos nuclean como afiliados a los trabajadores de la salud como nosotros… Sin embargo, nosotros somos Cuerpo de Delegados y representamos a toda la masa (técnicos, enfermeros, servicios generales camilleros y mantenimiento y administrativos) y la pelea que damos es por todo el personal del hospital.
Para finalizar, sobre cómo se ha dado la integración en la lucha, cuenta que “el Jardín maternal todavía está judicializado, el juez no se expidió. Así que estamos expectantes con la multisectorial, donde estamos los sindicatos UTE, Ademys, el Cuerpo de Delegados de nuestro hospital, algunos padres y algunos activistas del barrio.
“Como Cuerpo de Delegados también participamos en el Comité de Seguridad de la Comuna 3 que abarca el barrio San Cristóbal de Balvanera. Estamos conociendo varias problemáticas del barrio y ellos conocen a su vez la problemática del hospital y a veces durante la pandemia nos han ayudado con donaciones con barbijos con escafandras, cuando nadie se quería acercar a al hospital en plena pandemia, los vecinos a través del Comité de seguridad colaboraron con lo que pudieron”, finalizó.
Hoy N° 1875 04/o8/2021
