Las tropas israelíes mataron el 22 de febrero a 11 palestinos e hirieron a más de 100 durante un ataque en la Naplusa, Cisjordania. Previamente, el 26 de enero fueron asesinados 10 palestinos en un ataque a la ciudad de Jenin. También se bloqueó el acceso a varias vías de Jericó, afectando a negocios y a las fuerzas de seguridad palestinas.
Es la escalada más importante de Israel contra Cisjordania de las últimas dos décadas. Luego del ataque se produjeron enfrentamientos de jóvenes palestinos con las fuerzas de ocupación y en la Franja de Gaza hubo lanzamientos de misiles y ataques aéreos israelíes.
El 26 de febrero un palestino realizó un atentado donde murieron un soldado y un colono israelíes, ya que se mantiene la política de ocupar con colonias israelíes zonas de Cisjordania. Como respuesta, decenas de colonos israelíes armados incendiaron viviendas y autos en Hawara, muriendo un ciudadano palestino por un disparo de bala.
Según el Ministerio de Salud palestino, ya murieron 61 palestinos como consecuencia de los ataques israelíes en el 2023. Además, el gobierno aprobó en el Parlamento una ley para quitar la ciudadanía y expulsar del país a los ciudadanos israelíes de origen palestino acusados de terrorismo, profundizando su política de apartheid.
Por otra parte, el gobierno de ultraderecha de Benjamin Netanyahu viene enfrentando masivas movilizaciones desde hace diez semanas contra su intento de reforma judicial que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia.
Estas manifestaciones se ampliaron el 9 de marzo a más frentes, cortes y bloqueos marítimos, en rutas y aeropuertos, abarcando aire, mar y tierra, en lo que los organizadores describieron como “una jornada de resistencia contra la dictadura”. Con epicentro en Tel Aviv, se extendió al aeropuerto internacional de Ben Gurión, donde un flujo permanente de manifestantes obstaculizó el acceso al aeropuerto con sus vehículos, con el fin de impedir la partida del primer ministro, Netanyahu, rumbo a Italia. También al principal puerto del país en Haifa, donde una flotilla de reservistas de la Marina bloqueó el tráfico marítimo, argumentando que “en una dictadura, el mar está cerrado”. También bloquearon múltiples carreteras a lo largo y ancho de Israel. Tel Aviv, corazón financiero del país, volvió a ser el epicentro de las protestas, que contaron con la presencia ya habitual de grandes grupos de trabajadores de empresas de alta tecnología, a los que se sumaron cientos de activistas LGTBI, quienes alertan desde hace tiempo que la reforma judicial afectará especialmente a las minorías de Israel.
Las protestas se replicaron además en las ciudades de Haifa, Jerusalén, Netanya y Beer Sheva, y por primera vez también se registraron pequeñas manifestaciones en asentamientos israelíes en Cisjordania ocupada. Durante estos cortes, se registraron enfrentamientos con la Policía y al menos 15 manifestantes fueron arrestados.
El presidente israelí, Isaac Herzog, pidió al Gobierno retirar la reforma judicial por poner en riesgo “los fundamentos democráticos del país”. La propuesta original, que continúa avanzando en el Parlamento, incluye proyectos como la denominada “cláusula de anulación”, que permitiría a una mayoría simple de diputados derogar fallos emitidos por el Tribunal Supremo.
También están incluidas iniciativas que otorgarían al Gobierno control total sobre el nombramiento de los jueces. Recordemos que Netanyahu está procesado en múltiples causas por corrupción.
Mientras tanto crece la presión internacional sobre Israel por su política de ocupación militar. El 14 de febrero los imperialismos de EEUU, Alemania, Francia y el Reino Unido firmaron una declaración conjunta condenando la construcción de nuevos asentamientos para 10.000 colonos israelíes en tierras palestinas, promovidas por el gobierno de Netanyahu.
El 17 de febrero los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y México emitieron una declaración conjunta solicitando el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que prohíben nuevos asentamientos.
El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, el mismo 9 de marzo urgió a Israel a garantizar la independencia de su justicia y a rebajar la violencia con los palestinos durante una visita a Tel Aviv, oponiéndose a la expansión de asentamientos y a la retórica incendiaria.
Desde el PCR reiteramos toda nuestra solidaridad con la heroica lucha del pueblo palestino contra la ocupación israelí.
Escriben Francisco Rossi y Alicia Sourges
Hoy N° 1954 15/03/2023
