La victoria de Schiaretti en la provincia es contundente. Con el 56% de los votos, deja muy atrás a los candidatos de Cambiemos que iban en listas divididas: Negri de Córdoba Cambia con un 17% y Mestre por la UCR con un 11%. Se mantiene con comodidad el PJ en la gobernación.
Con un resultado histórico para el PJ, Schiaretti se consagra como el ganador indiscutible.
Cambiemos, a su vez, sufrió una derrota redonda, sumando sus dos listas sacaron menos votos juntos que en 2015 en la provincia y perdieron su gran bastión: la capital cordobesa.
En esta ciudad también la elección tiene rasgos históricos: desde el 1973 no se elegía un intendente del PJ. Llaryora será intendente con el 38% de los votos, frente al 19% de Luis Juez candidato de Córdoba Cambia y el 17.4% para la UCR. El más golpeado sin dudas fue el actual intendente Ramón Mestre.
Con un perfil moderado, en contra de “la grieta”, y un profundo orgullo cordobés, Schiaretti logró capitalizar un amplio sector de votantes opositores a Macri, el golpeado kirchnerismo incluido. El pueblo cordobés castigado por la política de Macri, lo eligió para estas elecciones.
En un discurso que da para analizar de punta a punta, Schiaretti no dejó de decir los puntos centrales del proyecto: equilibrio fiscal, obras y programas sociales, honrar la deuda, y el carácter republicano del peronismo. Le habló a las clases dominantes de Córdoba y también hizo un guiño nacional. Evitó hablar de la profunda crisis que vivimos, del agravamiento de la situación social, del hambre, los despidos y cierres de fábricas.
Córdoba es la segunda sección electoral del país y será decisiva en las elecciones de octubre. Así se demostró en las últimas elecciones nacionales. Sin embargo, el gobernador insiste en despegarse de toda especulación: “Es apresurado sacar conclusiones sobre la base de las elecciones de Córdoba… Nada tiene que ver con las próximas elecciones nacionales… Los cordobeses demostramos que podemos elegir a un presidente que no pertenezca a un mismo partido”.
Fiel a esa estrategia, no hubo ningún dirigente nacional en las elecciones cordobesas en el bunker de Hacemos Por Córdoba. “Los de afuera son de palo”, repitió una y otra vez. Pero lo cierto es que las elecciones de Córdoba perfilan el mapa nacional y Schiaretti se planta como el lobista de un acuerdo nacional. Desfilaron y desfilarán por Córdoba todo el peronismo no kirchnerista, los radicales y hasta los socialistas, ya sumados a Hacemos Por Córdoba.
